Obligaciones municipales

La administración municipal no prevé cobro por nuevos impuestos en el 2024.

El Artículo 115 Constitucional establece que “los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, democrático, laico y popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa, el municipio libre”. En su fracción I, se indica que “cada Municipio será gobernado por un Ayuntamiento de elección popular directa, integrado por un Presidente o Presidenta Municipal y el número de regidurías y sindicaturas que la ley determine, de conformidad con el principio de paridad”.

De acuerdo con la Fracción III, de este mismo artículo, los ayuntamientos tendrán las funciones y servicios públicos siguientes: Agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; alumbrado público; limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; mercados y centrales de abasto; panteones; rastro; calles, parques y jardines y su equipamiento; seguridad pública, policía preventiva municipal y tránsito; los demás que las Legislaturas locales determinen según las condiciones territoriales y socio-económicas de los municipios, así como su capacidad administrativa y financiera.

Es bien sabido que la mayoría de las haciendas municipales 2021-2024, se encuentran en banca rota, ya sea por endeudamiento, deficiente administración o hasta por desviaciones presupuestales en beneficio de particulares. Al parecer no se establecieron las prioridades económicas y sociales en función de los recursos disponibles, en algunos casos, las plantillas del personal rebasaron con mucho los limites requeridos, por lo que la mayor parte del presupuesto se destinó al gasto corriente, limitando la atención de los servicios municipales necesarios para el mejoramiento de la calidad de vida de la población y las inversiones en infraestructura productiva o social.

Resulta todo un reto para los ayuntamientos, cumplir con estas funciones y servicios públicos municipales, además de las promesas que fueron hechas en campaña, en su desesperación por conseguir el voto y lograr la representación municipal correspondiente. No queda otra alternativa más que administrar con inteligencia, honestidad y responsabilidad, pero sobre todo con mucha imaginación, los limitados recursos presupuestales, en común acuerdo con la población interesada y los empresarios del lugar, para establecer las prioridades municipales.

El abastecimiento del agua potable o agua apta para beber, preparar alimentos, higiene personal y otros  fines domésticos, es todo un dilema en cualquier latitud del mundo y no por la escasez del líquido ya que es un recurso renovable y por lo tanto inagotable, sino porque hemos alterado la naturaleza, haciendo del agua un bien escaso y casi insuficiente para la vida de la especie humana. Prácticamente todos los cuerpos de agua están contaminados, situación que se agrava con el acelerado desarrollo tecnológico y el aprovechamiento irracional de los recursos naturales, sin que se tomen las medidas necesarias para revertir la situación. Al contrario, ha existido apatía y negligentes por parte de las autoridades en turno para atender el problema. Para garantizar la dotación de agua potable a la población, se requiere buscar en el subsuelo nuevas fuentes de abastecimiento, las cuales cada día se alejan más de la superficie terrestre, al mismo tiempo, tomar medidas drásticas para disminuir la contaminación de los cuerpos acuíferos e implementar un proyecto a largo plazo para sustituir paulatinamente las instalaciones actuales, las cuales fueron diseñadas originalmente  para atender las necesidades de una población que a la fecha se ha duplicado en la mayoría de los casos. La Organización Mundial de la Salud, establece un mínimo de 20 litros de agua diarios por persona, para mantener la salud, una buena educación y productividad en las actividades económicas. Según los investigadores del tema, 3 de cada 10 personas a nivel mundial, no tienen suministro de agua potable. Al mismo tiempo, buscar nuevas y mejores alternativas para el tratamiento y descargas de aguas residuales, de manera que no se contamine el medio ambiente ni se ponga en riesgo la salud de los seres vivos. Postergar decisiones y no actuar con diligencia y responsabilidad, la falta de agua potable puede convertirse en un factor que perturbe la paz y la tranquilidad social de las comunidades o hasta convertirse en  una amenaza para la existencia humana.

El alumbrado público aun cuando no es determinante para la vida de las personas, sí resulta ser un instrumento importante para la implementación de los programas de seguridad social, al hacer más seguros los espacios públicos y facilitar el tránsito de los habitantes por los mismos, cada día al desaparecer la luz solar. Para mejorar y abatir costos en la prestación de este servicio, se debe apostar por las energías renovables y poder incorporar con mayor facilidad y a menor costo a las zonas marginadas que carecen de este beneficio.

“La basura se considera uno de los problemas ambientales más grandes de nuestra sociedad. La población y el consumo per cápita crece, y por ende la basura; pero el espacio no y además su tratamiento no es el adecuado”. Los niveles de basura y desechos residuales, en algunos lugares han alcanzado niveles insostenibles impactando negativamente el medio ambiente, al contaminar las aguas superficiales y en menor medida las subterráneas, así como los suelos y el aire que respiramos, poniendo en riesgo la salud de las personas. Sin que se establezcan medidas efectivas para su reducción en la generación ni para un manejo adecuado que evite mayores desequilibrios ecológicos de los hasta ahora provocados. Pareciera que en lugar de buscar una solución al problema, se ha llegado a considerar todo un negocio la limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos, sin importar si se utilizan los procedimientos indicados para no afectar la salud de la población y asegurar el bienestar de las próximas generaciones. Situación que  empeora cuando se designa como responsable del servicio a personas improvisadas que ni idea tiene sobre el tema, cuyo único mérito es lealtad al ejecutivo municipal. Para mitigar un poco la situación, se deben implementar programas de concientización y de participación ciudadana para que desde los hogares se inicie un proceso de reducir, reciclar y reusar la basura. Asimismo, ubicar estratégicamente el destino final de la basura y buscar asesoría técnica permanente de las universidades y  centros educativos con programas relacionados con la ecología, para tomar las mejores decisiones al respecto.

Los espacios destinados a la compra-venta de los productos básicos para la alimentación de las familias, comúnmente conocidos como mercados, municipales, por lo general se encuentran en crisis, no tanto por la competencia del ambulantaje y de los supermercados, sino, por la falta de mantenimiento a sus instalaciones y la ausencia de un programa para reorganizar a los comerciantes, para que en coordinación con ellos, se logre proporcionar un servicio  en condiciones de higiene y seguridad y no se ponga en riesgo la salud de los consumidores; además se aprovechen todos los locales existentes, para evitar invadir vialidades y obstruir el tránsito peatonal. Muchos mercados se mantienen gracias al esfuerzo que realizan los locatarios para seguir cumpliendo con su función social en el proceso económico nacional, ante la ausencia de las autoridades.

Otro servicio importante para el bienestar de la población es contar con un rastro municipal destinado al sacrificio de los animales que posteriormente son consumidos por los habitantes. Desgraciadamente en la mayoría de ellos, sus instalaciones se encuentran en malas condiciones y prácticamente se han convertido en verdaderos focos de contaminación del medio ambiente. Razón por la cual se deberán hacer las rehabilitaciones necesarias y las supervisiones sanitarias conforme lo marca la norma, para que la distribución de la carne a los puntos de venta al consumidor se haga con la debida seguridad e higiene que el caso lo amerita.

Mucho se ha dicho que dejar de existir no quiere decir que se deje de ocupar un lugar en el espacio terrenal, el destino final requiere de un lugar digno donde se depositen los restos mortales de cualquier ser humano. Corresponde a los municipios el establecimiento, funcionamiento, mantenimiento, conservación, operación, supervisión y control de esos espacios. Con el embate de la pandemia, muchos de estos lugares se han saturado o están a punto de hacerlo, por lo que se requiere de la apertura de nuevas áreas municipales o concesionadas seguras de contaminación o de riesgo para  la salud humana.

 También es obligación de los ayuntamientos el fomento, construcción, preservación y mantenimiento, de áreas verdes en todos los espacios públicos, Así como la conservación de la vegetación existente en todo el territorio municipal a fin de mejorar el medio ambiente y propiciara un sano desarrollo humano,  ayudar a restablecer el paisaje natural y hacer más agradable el transito o la permanencia en el municipio.

Sin duda alguna una de las demandas más sentidas de la población es contar con las condiciones propicias para una convivencia armónica, preservación de las libertades, el orden y la paz pública, que permita generar su desarrollo como seres humanos, tanto individual como colectivo, mediante la seguridad ciudadana y la seguridad pública. Obligación del Gobierno Federal, El Gobierno de la Ciudad de México, los gobiernos estatales y los gobiernos municipales, de garantizar seguridad a las personas, a su patrimonio y la observancia del estado de derecho, mediante la previsión, la investigación y la aplicación de la ley. Demanda pendiente desde hace más de 50 años, por el desempleo, subempleo, deterioro salarial, falta de expectativas profesionales, desintegración familiar, corrupción e impunidad. Agudizándose a partir de 2019, con la implementación de la absurda estrategia del Gobierno Federal de “abrazos no balazos”, a tal grado que regiones completas del país se pueden decir viven dentro de una administración de “un estado fallido”, por la falta de seguridad y aplicación de la justicia. Las entidades federativas poco pueden hacer al respecto, por la falta de recursos y los municipios menos, sólo se limitarán a cesiones de vialidad y llevar las estadísticas de los actos delictivos que sucedan en sus demarcaciones y los pobladores seremos fieles observadores de la impunidad y corrupción como se maneja la seguridad pública, la seguridad ciudadana y aplicación de La Ley en nuestro país.

Cuando me robaron mi vehículo, en una de las calles de Morelia, intenté acercarme al delincuente para darle un abrazo, con la esperanza que se arrepintiera de su acción, pero, de inmediato me amenazó, diciéndome: un paso más y te rompo la panza de un balazo. La estrategia recomendada no funcionó, ojalá la próxima ocasión tenga mejor suerte.

Quienes pensaban que administrar un municipio era cuestión de buenas intenciones y de contar con el apoyo de quienes los llevaron a esa representación popular, están totalmente equivocados. Con todas las limitaciones a las que se están enfrentando, el crecimiento de las necesidades de los servicios municipales en función  del aumento a la población y del desarrollo tecnológico, los reclamos estarán a la orden del día, pocos entenderán las cosas. La autoridad a diario será cuestionada, para revertir esta tendencia, se tendrá que hacer uso de la imaginación y rodearse de un equipo de trabajo comprometido con su proyecto, pero además con vocación de servicio y con ganas de querer trabajar; de lo contrario no podrán entregar buenas cuentas a sus representados ni podrán seguir su carrera política. Estoy seguro, que quienes sólo tienen compromiso con su pueblo, hablaran siempre con la verdad y cuando sea el caso  denunciaran a quienes han robado al pueblo, como en algunos casos lo prometieron en campaña.

Cuando se tiene el monopolio de la fuerza y no se proporciona seguridad pública ni seguridad ciudadana a la población se provoca un vacío conocido como estado fallido. Vacío que pronto muy pronto es ocupado por poderes fáticos y buen pretexto hasta para una sorpresiva invasión extranjera.