VIVILLADAS: Obra pública… estancada

La opinión ciudadana no ve para cuando se concluya en definitiva una obra que genera demoras y pérdidas económicas. | Agencia Comunicación Gráfica

Una vez más la ciudadanía pagará y seguirá pagando, los platos rotos de malos gobiernos municipales; las que supuestamente serían obras de infraestructura  importante en tres vías importantes de la ciudad de Morelia, están retrasadas, peor aún, estancadas; todo por malos manejos, por mala planeación y ejecución de las obras y hasta por los pleitos políticos entre los que salieron y los que entraron; es decir los moronistas que dijeron adiós y los alfonsistas que dijeron ya volvimos.

A final de cuentas cada uno de los diferentes protagonistas da su versión, cada uno dice que hicieron o hacen lo mejor a favor del pueblo, pero todo es pura retórica, puro discurso hueco, porque a final de cuentas, en tanto andan de la greña, las incomodidades, la pérdida de tiempo y dinero es de la gente, de los que viven en la capital y de aquellos que se atreven a visitarla ya sea por  viaje de placer o de negocios, como dicen los promocionales. 

Por ejemplo, en el puente que servirá para “brincar” el tren en la avenida Periodismo (en caso de que un día llegara a cristalizarse) está siendo objeto de un proceso de peritaje en general porque según, el ayuntamiento actual que preside Alfonso Martínez, tiene importantes fallas estructurales que ponen en riesgo a los usuarios , y desde luego también a vecinos, ya que en cualquier momento pudiese colapsar; amén de que su avance que representa un 50 por ciento no justifica que el gobierno de Morón en mancuerna con Arróniz hayan pagado a los responsables de su construcción un poco más del  70 por ciento del total; en otras palabras tiene dos serios problemas : pésima calidad en la construcción y la inminente aparición del fantasma corruptivo.

 Por  lo anterior y ante la falta de recursos en las arcas municipales se corre el riesgo de mandar todo por un tubo, derribando el “avance” de la majestuosa obra o que de plano se tarde para  su conclusión mínimo un año más, que en cuestiones administrativas, como nos tienen acostumbrados, podría alargarse casi  a dos. De nuevo ¿quiénes son los paganos? Ya sabemos la respuesta, y ¿quiénes serán los ganones? También conocemos la respuesta.

Lo puntualizado, sólo es la pequeña punta de esta enredosa madeja, que si no es tan complicada como decimos, por supuesto que la autoridad municipal y sus fieles funcionarios  así  la pintarán; decimos que es la punta de la madeja porque otras vías de mayor trascendencia (nos referimos a sus dimensiones, no a su longitud o importancia) como los distribuidores de la salida a Mil Cumbres  o a Salamanca-Zinapécuaro, no avanzan ni para atrás ni para adelante, sobre las incomodidades y malestares que ocasionan para qué profundizamos. De tal forma que Morelia seguirá siendo la capital de estado más retrasada y limitada, por lo menos en cuanto a su red de infraestructura se refiere; todo ello también impacta en su atractivo  a favor de la  inversión empresarial.

De tal modo que lamentamos sobremanera que el desarrollo de una ciudad de enorme prestigio cultural como lo representa la capital michoacana esté periódicamente enfrascada en problemas de alcance político, donde los debates y señalamientos se dan, sobre todo, en los medios de comunicación o en las redes sociales, esta no es la ruta propicia  para denunciar malos manejos, cochupos, tranzas o como quieran decirle, para ello existen rutas propicias como los órganos fiscalizadores y  de contraloría, o sea, instancias legales y judiciales que pueden recibir las quejas, dudas, documentos existentes y la misma instancia reguladora hacer sus propias  investigaciones,  pero, como todo en el gobierno tiene un “pero”  el asunto es que también en esas dependencias “la cosa es calmada” como dijera el extinto actor conocido como Clavillazo;  pero muchos políticos de ahora en lugar  de admirar a  este cómico Clavillazo, prefieren ser  amantes de los tentadores “claveles”. Decía “Cocoa” hermana de Felipe Calderón “Orden para salir adelante” muy bien, pero nosotros le sumamos  “Adelante, que los jefes empiecen a poner el  orden”

Cicerón, político y orador romano,  decía: “Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable.”  Y el Marqués de Sade,  escritor y político francés, con todo y sus locuras,  redactó: “La ley solo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero.” Ambos personajes históricos  aún tienen toda la razón.