Divide opiniones entre los ciudadanos destrucción de “Los Constructores”

A favor y en contra, desde los que consideraron que sí era un acto reivindicatorio ante el racismo imperante, hasta los que opinan que fue un acto de “vandalismo”

Más allá de la destrucción de un monumento, reivindicar a los indígenas implica respetar sus derechos y costumbres, según algunos ciudadanos. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Opiniones encontradas entre los ciudadanos respecto al monumento “Los Constructores”, parcialmente derribado por el Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM). En un sondeo de Cambio de Michoacán, ciudadanos consultados se mostraron a favor y en contra por el hecho sucedido el 14 de febrero del año en curso, desde los que consideraron que sí era un acto reivindicatorio ante el racismo imperante contra los indígenas, hasta los que consideraron que fue un acto de “vandalismo”.

“Que se deje así el monumento”

Shanteri Méndez, profesora de 27 años, mencionó estar a favor de que se demoliera en parte el monumento, pues “la petición que ya habían hecho con anterioridad era totalmente justificada, pues la verdad a mí también me parece una muestra del genocidio del que fueron parte el pueblo indígena. Entonces me parece que no le quitaba nada que la derrumbaran y pues me parece que las dos figuras que dejaron, ya sin las dos que derribaron, está bien”.

Agregó que el “que se deje así el monumento me parece que sí es una muestra de la protesta del pueblo indígena que sigue luchando por sus derechos; pero sin duda no creo que baste con eso para que haya un cambio”. Mencionó que no cree que sólo sea una cuestión de racismo el que existe en la sociedad mexicana, pues “siguen muy marginados los pueblos indígenas. Creo que es una violencia estructural” concluyó.

“Los monumentos son parte de nuestra cultura”

Al contrario, José Luis Rivera, licenciado en Derecho de 44 años, desaprobó que se derribara la escultura porque “los monumentos son parte de nuestra cultura, de nuestra identidad, pues yo creo que nada tiene que ver la forma en que ellos (CSIM) creen que son o que siguen siendo explotados. Es parte de nuestra identidad, entonces definitivamente no estoy de acuerdo”.

Argumentó que “no tiene nada que ver con un tema indígena. Creo que no es así. Así se construyeron las ciudades. Si nos vamos a ¿qué hace un arquitecto? Diseña, ¿qué hace la mano de obra? Construyen. Yo creo que es un trabajo conjunto donde cada quien tiene una función distinta; trabajamos en sinergia. Pero no es que vaya en contra de […] los indígenas. No va por ese lado”. Señaló que el racismo en la sociedad mexicana debe verse bajo cierta medida porque “¿qué es lo que no se respeta? Creo que a veces ellos mismos (los indígenas), son los que no se respetan; los que se sienten menos. No necesariamente que la sociedad los señale o los haga menos sino que ellos mismos, como si les faltara un poquito de empatía, de amor propio, pues”.  En su caso, recalcó que él “está en contra de cualquier tipo de racismo; llámese a cualquier etnia, hacia las mujeres, los hombres [..] pero el tema este, no va por ese lado”, dijo refiriéndose al derribamiento de la estatua.

“La estatua también simboliza a la iglesia tradicional”

Una opinión neutra fue la de María Yunuen Reyes Medina, estudiante y trabajadora de 23 años, quien dijo: “los ideales no van, porque la estatua que derribaron también simboliza un poco a la iglesia tradicional. Entonces la mayoría de personas también son o aún siguen dentro del núcleo de la iglesia. La iglesia fue la que nos conquistó; entonces hay cierto desbalance en esa situación. Pero igual entiendo el punto de que lo hicieron para defender esos derechos y las situaciones que vivieron en su momento, como la esclavitud, racismo, clasismo. Entonces obviamente se entiende, pero se llegan a contraponer ambas partes, pues aún sigue estando dentro del Estado la posición eclesiástica y costumbres”. Sin embargo, piensa que el respeto a los grupos indígenas va más allá de una escultura, pues “tiene que ser más en su toma de derechos y que se les tome más en cuenta dentro de su ámbito. No solamente en el trabajo sino social, que se les empiece a dar más visibilidad, porque sí es un paso, pero faltan muchos pasos que deben seguir. Más que nada pedirle al Estado más protección hacia sus derechos y costumbres”.

En cuanto al racismo en México dijo: “Sí sigue habiendo cierto racismo y clasismo dentro de nuestro Estado […] de personas que se vienen de pequeños pueblos indígenas a la ciudad; en la forma en que se les trata y se les quiere ver la cara en cuestiones de trabajo”.

Se reivindica el respeto a los indígenas

Entre la población joven salió a destacar la aprobación de Veida Mariel Macias, de 17 años y estudiante, cuando respondió que la razón por la que está de acuerdo es por “la historia sobre esa estatua y cómo los trataban en ese entonces a los indígenas”, por lo que señaló que en parte esta manifestación reivindica el respeto a los indígenas, al igual que aceptó que aún existe la discriminación hacia estos pueblos.

“Hay cosas más ofensivas contra los indígenas”

Aranditse Chávez, psicóloga de 43 años, dijo estar en contra porque el monumento, “significa parte de la historia de Michoacán y parte de la historia de Morelia”. Opina que la visibilización de las comunidades indígenas, “puede manifestarse de muchas otras maneras. Tenemos que respetarles sus usos y costumbres, respetarles sus espacios, sus tierras, su biodiversidad, etcétera”, como una forma para reivindicación. Al cuestionarle si los mexicanos somos racistas, respondió que “de alguna manera tenemos que dejar de ser conservacionistas. Sí es un monumento y podemos modificarlo pero hay que pedir permiso, hay que pedir la legalidad de las cosas. El ser humano tiene que aprender a respetarse”. Recalcó que más allá de la destrucción del monumento, “hay cosas más ofensivas en el día a día, del trato, del respeto directo, de vender más caro sus productos, de quitarles sus productos, de arrebatarles sus tierras, de quitarles sus usos y costumbres. Entonces falta más interacción, más respeto en ese sentido que a un monumento […] Entonces la significación de esos monumentos a los contemporáneos nos significa historia, pero a lo mejor a ellos (grupos indígenas), sí les ofende. Pues hay que hacer algo también”, finalizó.

“Los españoles nos trajeron cultura, civilización”

Fabiola González García, ama de casa de 70 años, dijo estar “muy enojada y creo que la ciudadanía también porque ¿cómo vienen a reclamar (el CSIM), algo que pasó hace 20 años, que dizque pasó porque yo lo dudo”, pues en sus palabras “si no nos hubieran conquistado los españoles seguiríamos siendo indígenas, ignorantes. Ellos (los españoles) nos trajeron cultura, civilización. Y estoy muy, muy enojada. Me dio mucha tristeza”, dijo, refiriéndose a la estatua derrumbada, acción que dijo, “es un acto de barbarismo, de vandalismo”.