Por abortar, bajo proceso penal seis mujeres en el estado

Necesario formalizar criterios objetivos para evitar criminalizar su práctica, plantea investigación desarrollada por la colectiva feminista Marea Verde

Integrantes de Marea Verde, durante la realización del documental con testimonios de mujeres que se practicaron un aborto y que acompaña el informe sobre el mismo en el estado. | Fotografía tomada del muro de Marea Verde

Morelia, Mich.- Seis mujeres se encuentran bajo proceso penal en el estado por haberse practicado un aborto, por lo que se hace necesario formalizar criterios objetivos que eviten criminalizar su práctica y lo consideren un delito, plantea la investigación “La voz de las mujeres en Michoacán. Aborto seguro y su acompañamiento”, desarrollada por la colectiva feminista Marea Verde.

El informe plasma información de diversos temas, tratando temas jurídicos, testimonios y laicidad y democracia en torno a la interrupción del embarazo no deseado.

Uno de sus apartados, considera “indispensable hablar del aborto no sólo como una cuestión de salud, sino de justicia reproductiva y justicia social”.

Incluso en los lugares donde se ha despenalizado el aborto, sigue siendo recurrente la criminalización y estigmatización hacia las mujeres, menciona el informe que, aunque muestra datos recopilados, trata también del cuestionamiento y reflexión que hay en torno a las leyes en el país y cómo a partir de estas leyes se refleja la forma en que la interrupción del embarazo se concibe como un delito.

De acuerdo con la organización feminista, el criterio de las autoridades refleja la visión patriarcal en el uso de términos, por ejemplo, como dice en el Código Penal Federal (CPF) cuando hablan de la “buena o mala fama de la mujer”, pues el criterio se basa en promover “los valores, ideas y creencias culturales en un contexto patriarcal”.

De acuerdo con la investigación, de enero de 2007 a noviembre de 2021 “en Michoacán existen seis mujeres enfrentando un proceso penal y dos más ya con una condena”, según la información recopilada por el Poder Judicial del Estado de Michoacán, que clasifica al delito por homicidio en razón de parentesco contra el producto de la gestación, recalcando que “no es por aborto”, menciona el informe.

Por lo anterior en el informe se pide que sea calificado adecuadamente el delito, pues el tipificarlo como se indica es una violación a los derechos humanos, al estar en contra de los derechos de las mujeres y otras personas con capacidad de gestar.

El informe destaca varios avances, por lo que considera que no todo es negativo, como las dos sentencias emitidas en el 2021 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se reconoce como “inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta”. O la sentencia que el Máximo Tribunal ponderó en 2008 y que, “refrendó a que la decisión de interrumpir un embarazo es un derecho individual de las mujeres, que por las afectaciones asimétricas que tienen en su vida les corresponde ejercer”.

De igual forma, dentro de los avances a nivel nacional, está la despenalización del aborto voluntario y que permiten su acceso hasta las 12 semanas en los estados de CDMX, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Baja California y Colima.

El estudio destaca que aunque sigue penalizado en el resto de los estados, el aborto sigue siendo una práctica común donde “se estima que cada año, una de cada cuatro embarazos en todo el mundo acaba en aborto”.

De modo que la sanción al aborto voluntario, plantea Marea Verde, “no consigue reducir el número de abortos, lo que hace es obligar a las mujeres y otras personas gestantes a someterse a abortos clandestinos que pueden ser inseguros”.

Por desestigmatizar la práctica

El informe abarcó cuatro regiones de casos en el estado de Michoacán: Morelia, Pátzcuaro, la Mesera Purépecha y Zamora con un apartado para la visibilización de los casos a través de los testimonios de dos mujeres, Tzitzicurapi y Estrella, que hace 30 años se realizaron un aborto. 

Las dos narran su experiencia y el cómo fueron marcadas por esa decisión, la cual no fue tanto por el remordimiento de la decisión sino por el estigma social que les provocó en su entorno; es decir, en su pareja, futuras parejas y familia. La importancia de contar su experiencia, narran las entrevistadas, también las llevó por un camino de sanación, por lo que la finalidad de mostrar testimonios ayuda a la desestigmatización y sensibilización sobre el tema, pero sobre todo para la exposición de motivos en la despenalización del aborto en el estado de Michoacán.

En otro capítulo de la investigación, se aborda el papel de las acompañantes en Michoacán, pues “todas las historias de aborto son importantes y merecen ser escuchadas”, por lo que consignan la experiencia de aborto seguro por parte de cinco mujeres: Maze, Karla María, Amanecer, Santana y Elena, quienes “parten de la idea de poder ejercer autonomía sobre su primer territorio que es el cuerpo”.

En cuanto al acompañamiento psicológico, éste fue considerado como “importante y deseable durante todo el proceso porque contribuye a generar herramientas de autocuidado y de validación de la decisión de abortar y continuar con el proyecto de vida”, mencionan en el informe dos mujeres que se realizaron un aborto seguro.

Así, dentro del informe se tratan temas diversos, temas que van sobre la situación del aborto en Michoacán, el acompañamiento, las creencias religiosas y los mitos del aborto, por mencionar algunos.

Ya casi para finalizar, en el capítulo de laicidad y democracia se parte desde la reflexión de que ” la mayoría de las posturas que se oponen al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, son de grupos que buscan imponer a las demás personas sus propias valoraciones de lo moral”.

Es así que “el aborto es un tema de salud pública pero también lo es de justicia (social, política, distributiva y reproductiva). Y esa justicia no es metafisica”, termina como una de las conclusiones en el capítulo.

El informe se encuentra en las redes sociales de MVM o en el enlace [https://shortest.link/3aV9]