Sigue la disputa entre morenistas por la dirigencia estatal; Bugarini alega ilegalidad

La perredista y ex funcionaria de Silvano Aureoles fue impuesta en octubre pasado como “delegada especial” y en sustitución de Raúl Morón Orozco

Consejeros estatales morenistas votan el pasado domingo para renovar órganos directivos. | Fotografía: Prensa Morena

Morelia, Mich.- Pese a que ayer consejeros estatales de Morena designaron a nuevas dirigencias en los órganos de su partido, quien ha fungido como delegada especial e impuesta a su vez por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y el dirigente nacional, Mario Delgado, Giuliana Bugarini, sostuvo que ella sigue siendo la dirigente estatal.

Este domingo 3 de abril, se reunieron los consejeros estatales en el XII Consejo Estatal Extraordinario, donde se eligió a Elvia Sánchez Jiménez como presidenta del Consejo Político Estatal, en tanto que Ana Lilia Guillén Quiroz y Juan Manuel Mata Rocha fueron designados en la presidencia y la secretaría general del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, respectivamente.

Este lunes, de acuerdo a versiones en algunos medios, Bugarini señaló que desconocía a los electos y que ella se mantenía como la dirigente de Morena en Michoacán, donde fue impuesta en octubre pasado como “delegada especial” por acuerdo entre Ramírez Bedolla y Mario Delgado. En tal cargo, cabe señalar, la perredista y ex funcionaria en el gobierno de Silvano Aureoles Conejo  sucedió a Raúl Morón Orozco, considerado candidato a la gubernatura de Morena y posteriormente desplazado por Ramírez Bedolla -designado como candidato el 29 de abril del 2021-, luego que fuera sancionado y desconocido en sus aspiraciones por el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (INME y TEPJF, respectivamente). Morón fue designado delegado especial el 28 de abril del 2021, un día antes de que Ramírez Bedolla fuera impuesto como candidato a la gubernatura.

La disputa por la dirigencia de Morena viene de lejos, no obstante. Sin una estructura formal en el estado, el punto alto del conflicto interno se alcanzó cuando se eligieron a los candidatos tanto a la gubernatura como a diputaciones y alcaldías en el pasado proceso electoral del 2021. La militancia a través de sus corrientes internas impugnó tanto a Morón como a otros, acusando a Mario Delgado y a Sergio Pimental -actual titular del Sistema Michoacano de Radio y Televisión-, de llegar presuntamente a la venta de las candidaturas, confrontación que los hizo llegar al bloqueo de las instalaciones partidistas en esta capital.

Antes de Morón, quienes ocuparon los cargos de dirigentes fueron Roberto Pantoja Arzola, actual delegado de la Secretaría del Bienestar en Michoacán, y Sergio Pimentel Mendoza. El primero abandonó la dirigencia estatal en noviembre de 2018 para ocupar la representación federal y fue reemplazado por Pimentel, éste como delegado en funciones de presidente y por decisión del Comité Ejecutivo Nacional morenista.

En declaraciones a la reportera Dalia Villegas, en Contramuro, Bugarini señala este lunes que la “reunión” de los consejeros estatales no tiene validez y apunta al artículo 29 del estatuto morenista: “se necesita que quien preside el Consejo sea quien emita esta convocatoria o mínimo la tercera parte de los consejeros”.

Los marcos legales partidistas fueron en su momento invocados por los consejeros estatales, quienes señalaron en octubre pasado que Bugarini no podía aspira al puesto dado que no tenía tal figura, la de consejero estatal. Quienes aspiraron a la dirigencia estatal y tras que se designó a la perredista como delegada especial con funciones en la dirigencia, no dudaron en calificar a la delegada especial como una imposición, como fue el caso de Juan Pérez Medina, quien el 13 de octubre del 2021 señalaba que la ex funcionaria silvanista había sido impuesta por Sergio Pimentel y Gabriel García: “no tiene reconocimiento alguno de parte de los compañeros, al contrario, la gente lo ve como una imposición, sin duda alguna; no es lo mismo que se proponga a personajes que tienen trabajo reconocido, que a quienes no tienen absolutamente nada, es una imposición”.