ECOS LATINOAMERICANOS: Temporada de votos

Resultados de casilla electoral en Morelia. (Foto: ACG)

El domingo pasado se desarrollaron dos procesos de votación nacional en distintos países, que fueron foco de atención de la ciudadanía en esos lugares. Uno de ellos fue en México, tratándose de un referendo revocatorio para preguntar si el presidente Andrés Manuel López Obrador se mantenía o no al frente del poder Ejecutivo. Mientras que el segundo tuvo lugar en Francia donde se realizó la primera vuelta para el cargo de presidente de la República, donde los principales punteros eran el actual presidente Emanuel Macron, Marine Le Pen líder de la derecha y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon.

Los resultados aparentemente favorecieron al estatus quo de ambos países, es decir, en México López Obrador obtuvo una victoria notoria con al menos el 90% de la votación favoreciendo su continuación en el poder, mientras que en Francia Macron logró pasar en primer lugar esta primera ronda de votación.

Sin embargo, atrás de estos resultados se ocultan diversas incógnitas para los casos de ambos países. En México, si bien el gobierno actual obtuvo un referendo de continuidad bastante amplio, la realidad es que únicamente votó el 18% del padrón electoral, que, aunque bien no es tampoco una cifra demasiado baja, si termina siendo una cantidad menor a la esperada por el oficialismo, especialmente porque en las elecciones de 2018, el actual gobierno obtuvo el doble de votación, además que para conseguir una vinculación oficial se requiere obtener más del 40% de la participación ciudadana.

Desde luego hay varias razones para explicar estos resultados, entre ellas, la falta de difusión de este mecanismo, puesto que a diferencia de las elecciones de candidaturas, la publicidad fue escasa y no permeó en la ciudadanía; así también, no hubo elección formal de alguna candidatura, asimismo, el INE estableció solamente la tercera parte de las casillas normalmente abiertas, y por último, la oposición política hizo campaña pidiendo a la población no votar en el revocatorio, ante el temor por  la alta popularidad de López Obrador. Esto bien podría haber incentivado no solo a los críticos del gobierno actual a no participar, sino también a generar un efecto en parte del electorado pro-oficialista para sentirse confiado en que el resultado saldría positivo para el gobierno, aun si esta parte del electorado oficialista no asistía a votar. Pero independientemente de la razón, es un hecho que la cantidad de votos no ha sido la que el gobierno tenía en mente, por lo que seguramente ahora se encontrará analizando las diversas estrategias que deberá aplicar para las elecciones locales de junio próximo, mismas que serán de suma importancia tanto para el oficialismo como para la oposición.

Por su parte en Francia, el presidente Macron tampoco puede decirse que ha tenido una jornada fácil, aunque bien ya aseguró su pase a la segunda vuelta electoral, nada esta asegurado. Macron obtuvo una votación de aproximadamente 27%, no obstante, Le Pen sacó un 23% de la votación. Las encuestas que consideraron dicho escenario prevén que el resulto, aunque es más en favor del actual presidente francés, sin embargo, será muy parejo, aproximadamente 51% frente a 49%. Con estas proyecciones Macron no puede darse el lujo de la confianza en el triunfo.

El desencanto y desgaste del actual gobierno de Macron es un elemento que Le Pen tratará de estar explotando hasta el día de la segunda vuelta, por lo que el presidente francés tendrá que limar asperezas con los sectores progresistas que le son críticos, especialmente con las bases de la izquierda de Mélenchon, cuestión que sin duda alguna no será fácil. El actual mandatario galo deberá encontrar la forma de atraer a una enorme capa de votantes escépticos sobre su actual gestión, bajo la premisa de ser “él o el neofascismo”. Sin embargo, resta ver si este mensaje será lo suficientemente convincente para el electorado y se vuelque a favor del presidente Macron.

Tanto el gobierno mexicano como el francés tendrán que analizar con mucho detenimiento cuál será la mejor estrategia para utilizar en las siguientes votaciones. Los desgastes de ambas administraciones ya se están haciendo notar con las cifras emitidas, por lo tanto, la continuidad de ambos gobiernos, la reelección de Macron en el caso francés y la continuación de MORENA y la 4T tras la terminación del gobierno de AMLO en la presidencia de la República, estarán sujetas a las tácticas sociopolíticas que pudiesen gestionar ambos ejecutivos en el periodo de tiempo que aún les queda.

Naturalmente López Obrador, cuenta con una mayor ventaja en lo que respecta al tiempo, Macron únicamente tiene unos cuantos días para hacer las alianzas y convencimientos necesarios que le garanticen una mayoría holgada en las urnas, en tanto el mandatario mexicano todavía tiene un par de meses para las elecciones de junio, y tiene tiempo también para plantear la estrategia rumbo al 2024, para el cual faltan poco más de dos años. Sin embargo, no hay tampoco garantía de que esto será una ventaja, puede serlo si mantiene amplias cifras de apoyo como las que se advierten en las encuestas, que lo sitúan con altos índices de popularidad, las que, sin embargo, no se reflejaron en el ejercicio revocatorio, cuestión que tienen que analizar, más allá de las posibles causas o los factores ya señalados en líneas anteriores. Pero al final de cuentas, en política todo puede pasar.

Por lo pronto la temporada de votos aun continúa. Ya será a finales de abril y comienzos de junio que sabremos, si las estrategias político-electorales de los oficialismos señalados fueron correctas o no. Por lo pronto solo resta esperar.