Estudio global indica que los ciberataques a nivel mundial crecieron un 238%

El objetivo es descubrir si existe un hueco e informar cómo se accede. (Foto: Stillness InMotion)

No quedan muchas dudas respecto que el mundo cambió notablemente en los últimos 2 años, cambios que en un gran número de ocasiones a lo largo de la historia, llevaron décadas en darse. Vivimos en un mundo en el que todo está acelerado, desde la necesidad de llegar a tiempo a buscar a los niños en la escuela, o hacerse tiempo para trabajar, o incluso comprar algo. Ya no existen los tiempos de antes, para tomarse un día entero en ir a la tienda.

Ahora la premisa es el tiempo libre, poder quitarse todo de encima, comprar de forma dinámica y volver a las tareas. Es que las compras por internet están haciendo furor en todo el mundo, con cientos de millones de personas ingresando al mundo del e-commerce, en particular luego de la pandemia de Covid-19.

Este es el cambio para el que algunos se estaban preparando, incrementando su presencia online, sumando tiendas de e-commerce, vinculándose con las plataformas online, reforzando su seguridad. Otros, se encontraron con este contexto de golpe, empujándolos a tomar medidas desesperadas, en la mayoría de los casos en el cortísimo plazo, lo que generalmente lleva a errores, sobre todo en algo tan delicado como la programación.

De esta forma surgió un enorme cúmulo de delitos, antes pormenorizados a un grupo de personas que quizás no estaban tan familiarizados con el uso de la tecnología. Con este boom del e-commerce, cada vez más personas tuvieron que familiarizarse con la tecnología para las compras, a veces obligados por la pandemia, otras veces porque les interesó y querían meterse de lleno a ese mundo, sin tener en cuenta algunos riesgos.

Problemas de seguridad

Sin dudas el gran problema del comercio electrónico, es la capacidad de prevenir ataques en sus bases de datos, y preservar las cuentas de los usuarios. Ante estas necesidades, comenzó a aparecer un nuevo personaje en el mundo de la seguridad informática, conocido como el “hackeo ético”, que a lo que apunta es a utilizar los conocimientos de un “hacker”, para testear vulnerabilidades de distintas aplicaciones y plataformas de uso corriente en el e-commerce.

El objetivo es descubrir si existe un hueco e informar cómo se accede, para que las personas encargadas de la programación de esos sitios puedan encontrar formas de defender los datos. Ante la mirada atenta de los delincuentes, que buscan permanentemente formas de realizar engaños o bien filtrarse en estos sistemas, los hackers éticos brindan un gran servicio a la comunidad.

Es además una de las carreras más codiciadas por los recruiters y empleadores por igual, ya que existe una enorme demanda de personas capaces de llevarlo adelante. Se trata de una gran oportunidad, sobre todo en la actualidad en la que es cada vez más fácil tomar un curso online de hackeo ético y poder sumarse a un trabajo remoto, muchas veces con salarios en dólares.

Sobre todo en este contexto, en el que lejos de detenerse, el comercio electrónico está empujando todas las fronteras hasta horizontes desconocidos. En particular con el avance de gigantes como Amazon, que durante la pandemia llegó a facturar más de 10,000 dólares por segundo, sin dudas un récord muy difícil de batir.