Morelia, Mich.- De no ser reconocida como dirigente legal en la entidad de Morena, Ana Lilia Guillén Quiroz anunció que haría llegar un recurso al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Quien fuera electa como tal a principios de abril en un Consejo Estatal, Guillén Quiroz señaló además que la campaña de afiliación a Morena que fuera impugnada por la delegada especial Giuliana Bugarini, fue declarada procedente por parte de la Comisión de Honestidad y Justicia Partidiaria.
En contra de lo que en su momento señaló Bugarini -quien se mantiene como presunta dirigente estatal bajo acuerdo de octubre pasado con Mario Delgado, dirigente nacional morenista, en tanto Guillén Quiroz fue electa en un Consejo Estatal-, el organismo interno calificó la afiliación apegada a la legalidad interna.
De acuerdo con Guillén Quiroz, tras la validación de la campaña emprendida en abril bajo su mando, se espera que “se dirima el proceso que reconozca la legalidad del XII Consejo Político Estatal extraordinario en el que fue electa, junto a otros secretarios, aunque advirtió que el tema podría ir hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)”.
“Fuimos demandados ante la Comisión de Honestidad y Justicia por la delegada (Bugarini Torres), por eso hicimos una pausa, aunque la afiliación no se detuvo”, pero una vez declarada improcedente la queja, “vamos a retomar con más fuerza”, subrayó.
No es el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, señaló la dirigente, “quien debe determinar cuándo y cómo se afilia a la militancia”. Precisamente por intentarlo, dijo, el 28 de marzo el Instituto Nacional Electoral (INE) les dio un revés y mandato a la Secretaría de Organización a emprender su campaña de afiliación con los formatos que esta área tenía aprobados.
Guillén Quiroz, dijo que la delegada intentó por su parte, “invalidar las afiliaciones y con ello anular el derecho Constitucional que tienen los ciudadanos de formar parte de un partido…”, sin embargo la demanda “no prosperó a pesar de tres intentos; el primero desechado por estar fuera de tiempo, el segundo por no firmarlo y el tercero por anticonstitucional”.
“Hasta ahora, no les ha funcionado la intención hacer un partido de estado. Ha sido una guerra sucia”, calificó Guillén.
