Con desconfianza hacia la tramitología del IEM, espera el Frente de Izquierda lograr su registro

Conjuntar demandas y reivindicaciones de indígenas, campesinos, obreros, mujeres, ambientalistas y trabajadores de la educación, propone la organización

Emiliano Raya, vocero del Frente de Izquierda, que busca su registro como partido político local.

Morelia, Mich.- Con desconfianza hacia los trámites que exige el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) para conformar un partido político local, el Frente de Izquierda espera lograr el registro e integrar un programa discutido no solo por las organizaciones que lo conforman sino por la sociedad estatal.

Emiliano Raya, responsable de difusión de la organización, señala que la meta es conjuntar en el Frente demandas y reivindicaciones de indígenas, campesinos, obreros, mujeres, ambientalistas y trabajadores de la educación, en una propuesta clara y que dentro del espectro de la izquierda que plantean, moderna, incluyente, sean las organizaciones “desde abajo” las que den forma y fuerza a este Frente, con espacios de actuación más allá de lo meramente electoral.

“La izquierda no se puede definir a partir de lo que dicen tus principios o estatutos, sino en la forma en que actúas en momentos muy precisos; en México esos momentos precisos los definen los movimientos populares, no son los poderes electorales, sino las organizaciones sociales y que al final se suman a proyectos pero no dirigen y ese siempre es un problema, esas organizaciones deben dirigir el movimiento, si las organizaciones se equivocan, nos equivocaremos, no habrá problema, pero nos equivocaremos bajo esta lógica, más honesta, en la que no hay un compromiso oculto con otros poderes fácticos”, señala en entrevista para Cambio de Michoacán.

-¿Por qué es necesaria una agrupación de izquierda en el estado?

“Para nosotros es necesaria una agrupación de izquierda que la reivindique, no tanto el cuestionamiento político sino que a la par nos damos cuenta que la izquierda en México existe en una forma muy potente, pero no existe en términos electorales; existe entre los movimientos sociales, populares, campesinos, pero electoralmente no existe un referente que reivindique todas esas consignas y las opere en términos gubernamentales, sino que todas las expresiones que han surgido, que en realidad son tres, el PRD, el PT y Morena, son sumamente timoratas a la hora de presentarse como izquierda, pero además, cuando tienen el ejercicio de la administración pública, son muy adeptos a traicionar inmediatamente los principios que los llevan al poder, a los espacios de representación popular, a comportarse justo de la manera como venían denunciando lo corrupto y leonino de otros referentes electorales, entonces, lo que nos parece curioso en México es que popularmente tampoco existen estas reivindicaciones”.

Alude a que en otros países, sobre todo en Centroamérica, “los referentes de izquierda se nutren de las expresiones populares y en México más bien es al revés, toda una élite académica, intelectuales, que se definen de izquierda y tratan de abrazar al polo popular; nosotros entendimos que el proceso que se planteaba es el que sean los referentes populares los que nutran una propuesta electoral”.

-¿Y a cuáles sectores populares identificarían ustedes en el estado?

“Nosotros identificamos al sector obrero, que en realidad en Michoacán hablar de este sector es sumamente complejo, no existe como tal una industria pero existe toda una clase que sobrevive de su trabajo, que creemos sintetiza o reivindica muchas de las aspiraciones del Frente: tener un trabajo digno, honorable, tener una calidad de vida que les permita identificarse como seres humanos; reivindicamos al movimiento feminista, sobre todo un ala muy clara, es radical pero no la confundimos con una radicalidad que solo se expresa en las pintas, pinten toda la ciudad si quieren y si quieren quemar la ciudad que la quemen, ese no es el problema, el problema es la propuesta, una vez que pintas, que quemas, qué decimos, creemos que si hay un movimiento feminista que a la mejor es un poco más soterrado, que existe una propuesta clara, qué hacer con la violencia machista, con un Estado y un sistema que tiende a oprimirlas por su condición de género; identificamos al movimiento indígena en Michoacán, que, ese sí, es innegable la potencia que tiene y la larga data de reivindicaciones además de la deuda histórica que se tiene con él, y al movimiento campesino, que en Michoacán son los dos sectores socialmente preponderantes que se identifican con la lucha social, la lucha organizada. Por último, al sector ambientalista, que no es un sector muy laxo, que le ande pidiendo a los indígenas que no quemen ocotes o corten árboles, sino un sector ambientalista con propuestas, el problema no radica en la forma en la que sobrevivimos los seres humanos que no tenemos nada, sino que el problema son las grandes industrias, extractivas, que no tienen ningún reparo en acabar con bosques, con selvas, con ríos, con todos los ecosistemas y que ahí es donde se concentra en realidad el gran problema ambiental. Esos son los referentes que identíficamos y los que tratamos de sumar”.

-¿Porqué el sector magisterial no, y la izquierda universitaria?

“Al sector magisterial lo ubicamos en el espectro de los trabajadores, como trabajadores de la educación, y en términos electorales no podemos invitar a sindicatos, lo podemos hacer a profesoras y profesores, a docentes, y nos hemos acercado a varias organizaciones no sindicales de docentes. Entendemos la heterogeneidad del magisterio y, como todos los espacios en el país, tiene ya sus adeptos y se mueve bajo intereses electorales muy claros y es un sector muy difícil de llegarle, pero dentro de las bases hay gente que está muy descontenta con lo que hay, incluso con Morena, gente que se siente traicionada por las decisiones que se han tomado; con los maestros nos hemos acercado y estamos tratando de construir una política educativa estatal, que sí responda a las necesidades no solo del magisterio, sino de la educación; algo que hemos criticado al magisterio es que no tiene una propuesta educativa, tiene una política sindical, gremial, como quiere que le paguen, pero no tiene una propuesta educativa, y esto limita mucho su rango de acción, porque a la hora que se sientan a negociar, negocian prebendas,. No negocian como quiere que sea la educación en el país o en los estados, sino cuánto quieres que te aumente, y es legítimo, pero no puede quedarse ahí, lo mismo en el sector de la Salud, creemos que hay que reivindicar al gremio de la salud, médicos enfermeras, pero no puede ser solo a partir de reivindicaciones salariales, sino de construir un modelo de salud diferente porque el que tenemos obviamente no funciona”.

Otro sector, agrega, es el del profesorado en las instituciones privadas, “que pasa desapercibido muchas veces, pero que hemos focalizado por nuestra propia práctica profesional, es el de las universidades, donde consideramos que se debe abrir espacio político a docentes de la educación privada, reivindicarlos, que se ha convertido no en un problema, pero si en una realidad que se debe de atender, no pueden seguir surgiendo instituciones de educación privada como si fueran puestos de chicles, tiene que haber rigurosidad, pero mercar con la educación es un oprobio, no se puede pensar que la educación, un bien tan humano, pueda ser una mercancía; nos hemos acercado con ellos a partir de la premisa de que ellos hagan las propuestas”.

-¿Todas las propuestas, me imagino, estarán reflejadas en el programa político del Frente?

“La forma en la que opera el IEM está diseñada para que no puedas formar un partido a no ser que pertenezcas a la élite política estatal; burocráticamente se nos pedía que tuviéramos terminado los documentos básicos en un mes, lo que se volvía imposible por la discusión con todos los sectores; lo que se hizo fue tratar de sistematizar las reivindicaciones que son las más sentidas en términos mediáticos, con las organizaciones con las que tenemos relación, y construir un borrador del programa y ahí están sistematizadas todas estas consignas y aspiraciones, pero la idea es que ese programa se discuta, que todas las organizaciones, los que se afilien, tengan la posibilidad de discutir y de hacer propuestas, las que deben discutirse y buscar los consensos, es a lo que estamos apostando, enseñar el programa a la pueblo de Michoacán y que lo discutan, que aporten”.

-¿No se va entonces con toda la confianza al proceso de registro?

“No. Desde que salió la convocatoria, lo veíamos con mucho resquemor, pero en su propio terreno vamos a demostrarles que hay condiciones para hacer avanzar este proceso, pero todos los requisitos están diseñados para que no se puedan cumplir. Hay una solicitud, que se tiene que abrir una Asociación Civil con ciertas características, que es la cara visible ahorita, no es el partido, la que tiene que abrir una cuenta mancomunada de cheques, no puede manejar otra cosa, que curiosamente nada más dos instituciones bancarias manejan ese tipo de cuentas y cuando fuimos a abrirla, nos decían que en casi una década nunca se había abierto una cuenta así, por lo que tuvieron que consultar en la Ciudad de México (los del banco) y asesorarse de cómo se abría esa cuenta, porque esa cuenta, curiosamente, no garantiza la evasión fiscal ni que todos los recursos sean de procedencia licita, lo que garantiza es que sea un trámite engorroso, que no se pueda fácilmente solventar. Conforme se va avanzando nos damos cuenta que los trámites tienen ese cariz. Ahorita estamos en una etapa en la que tenemos que conformar dos tercios de las 24 asambleas distritales; uno pensaría que las asambleas tendrían un menor trabajo, juntar a la gente y hacerla, pero es un proceso desgastante, el IEM va, certifica, afilia en ese momento, vigila, tenemos que garantizar todos los requerimientos de la pandemia y además requerimientos para el IEM, entonces se nos van acotando los espacios, nos van orillando a escoger espacios en los que uno tiene que pagar para que se garanticen las condiciones que el IEM establece”.

Destaca que entre los requisitos existen incluso criterios anticonstitucionales, como el que la gente renuncie a su militancia actual. “Es ilegal, porque legalmente es la última militancia la que cuenta, ninguna persona necesita renunciar al PRI para pasar al PAN, simplemente cuando pasa al PAN se anula su afiliación al PRI; entonces, mucha de la gente que está interesada en participar, son personas que se afiliaron al PRD, al PT o a Morena o al PRI y entonces, esa base social es la que nosotros disputamos, politizada, que tiene actividad incluso en términos electorales y necesitamos hacer un proceso de desafiliación y es un proyecto engorroso, porque si el IEM o el INE encuentran que está en otro partido, nosotros tenemos que demostrar que se afilió, revisar documentos de cada uno de los compañeros para ver si se desafilió o no, entonces son etapas son engorrosas, en lugar de que se agilizará y se facilitara la participación ciudadana, no entorpecerla”.