ECOS LATINOAMERICANOS: Una cumbre gris

Foto oficial de la Cumbre de las Américas 2022.

El reciente fin de semana concluyó la llamada Cumbre de las Américas, realizada en la ciudad de Los Ángeles, en los Estados Unidos. Aunque en apariencia pareció ser relativamente exitosa, la realidad política de la misma reflejó más escepticismo que avance en lo que respecta a la integración continental. Esta cumbre fue una reunión bastante gris y con más formalismos que hechos concretos, por lo que deja muchas cosas a reflexionar acerca de la geopolítica del continente americano.

Al efectuarse en el Estado de California, resulta evidente que el país anfitrión fue los Estados Unidos. Bajo su tutela fue que se realizó la dinámica de esta actividad política que históricamente ha reunido a diversos jefes de estado del continente para llevar a cabo una agenda en común para el desarrollo de éste. Sin embargo, dicha cumbre, se vio afectada por la ausencia de varios jefes de estado, así como la falta de acuerdos concretos en las distintas temáticas tratadas.

Normalmente EUA, por su característica de ser un país superpotencia, lograba influir en los otros Estados del continente para que asistieran a esta cumbre, no obstante, en años recientes, sobre todo a partir de la política aislacionista de Donald Trump, EUA parece haber perdido parte de su liderazgo continental.

A esta última cumbre, no asistieron los jefes de estado de México, Honduras, Bolivia, El Salvador, Uruguay y Guatemala, mientras que los estados de Cuba, Nicaragua y Venezuela quedaron fuera de la lista de convidados.  Sin mencionar que los mandatarios de Argentina, Chile y Belice expresaron formal preocupación durante su participación en este foro internacional, respecto a la política estadounidense de excluir a los países señalados, aun cuando en cumbres anteriores dichos países, incluyendo sus actuales regímenes, habían sido invitados.

Acorde a la visión de Biden la exclusión de estos países pretendía incentivar el fortalecimiento de la democracia en la región, aunque lejos de haber conseguido esto, la polémica acción de Biden más bien ha “victimizado” a estas naciones al quedar excluidas por la mera voluntad política del mandatario estadounidense. Diversos analistas señalan que esto ha sido un error de cálculo del presidente de EUA, ya que hubiese sido políticamente más redituable haber invitado a estos tres países, a pesar de los regímenes que actualmente poseen.

Las razones de lo anterior obedecen a los dos posibles escenarios que hubiesen acontecido en el caso de haber  invitado a Nicaragua, Cuba y Venezuela a la cumbre. El primero de ellos es que aún siendo invitados los países señalados no hubiesen enviado representante alguno, por consecuencia, no podrían haberse “victimizado,” al tiempo en que se hubiera manifestado una consternación pública, que sin duda podría validarse como legitima y creíble, acerca del detrimento democrático y de las libertades civiles con la actitud autoritaria de los gobernantes de estos estados.

El segundo escenario, es decir, la asistencia formal de estos países, habría permitido una exposición directa acerca de la situación interna de estos, al mismo tiempo en que habrían recibido una mayor presión internacional por parte del resto de los mandatarios del foro, incluso de aquellos que actualmente tienen cercanía ideológica con estos regímenes. Sin embargo, al parecer Biden no consideró seriamente estos probables escenarios y optó por el más sencillo, aunque mucho menos estratégico, el aislamiento.

Finalizada la cumbre se ha visto el resultado de esta elección. Los tres regímenes permanecen intactos, sin ningún tipo de condena conjunta de parte de los países asistentes a la cumbre, y probablemente continuarán estrechando vínculos diplomático-comerciales con naciones mucho más autoritarias, como Rusia, China o Turquía, a medida que EUA los aleja geopolíticamente. Sin mencionar que la actitud estadounidense generó escepticismo en buena parte de los gobiernos del continente, incluyendo tanto a los mandatarios que asistieron a la cumbre como aquellos que no. Lo cual, por lo menos de manera simbólica, pareciera dar a entender que las relaciones entre EUA y la región Latinoamérica-Caribe se están enfriando.

Como un intento de salvaguardar la imagen de esta polémica y grisácea cumbre, el gobierno estadounidense ha querido publicitar el acuerdo alcanzado en las últimas horas del evento, respecto a la materia migratoria. Dicho acuerdo, presentado como La Declaración de Los Ángeles, en esencia busca la flexibilización de los países firmantes en materia migratoria, es decir, mayor tolerancia en la permanencia, transito e ingreso de personas con necesidad de migrar de manera urgente.

Sin embargo, lo irónico de ello es que muchos de esos migrantes son de origen cubano, venezolano y nicaragüense, además de otros lugares del continente, por lo que sin duda alguna habría sido importante tener mayor contacto diplomático con las autoridades de esos países emisores de migrantes para tratar públicamente la importancia de este fenómeno con ellos, sobre todo debido a que la política interior de esos tres estados latinoamericanos ha contribuido al desplazamiento de miles de personas los últimos años, por lo que sin lugar a dudas lo idóneo es que hubiese habido representantes formales de tales naciones para plantear posibles políticas de solución a la problemática.

Como ya se dijo, ese escenario no logró presentarse por la renuencia de Biden de incluir a esos tres países a la Cumbre. Es probable que el “Lobby de Miami”, compuesto sobre todo por migrantes cubanos y venezolanos adversos a los regímenes de sus respectivos países, presionara al gobierno estadounidense para no invitar a representantes oficiales, no obstante, la influencia política de este grupo en el bando del partido demócrata, agrupación a la que pertenece Biden, no es muy grande como para que eso tenga repercusiones electorales positivas para el mandatario.

De hecho, el lobby señalado ha sido más un aliado de la agrupación republicana que de la demócrata, por lo que difícilmente el estado de Florida, entidad federativa donde más ejerce poder el lobby mencionado, se posicionará en favor de la administración Biden en las elecciones legislativas próximas. Por lo tanto, la decisión de Biden posiblemente acarreará más perjuicios que beneficios a su gobierno en este aspecto político-diplomático en las votaciones próximas, aunque habrá que esperar a los resultados de éstas para corroborarlo.

Por lo pronto, parece ser que la cumbre organizada por EUA se ha quedado corta, fuera de este acuerdo migratorio, que más pareció un acto para rescatar la imagen de la cumbre que un hecho genuinamente histórico, dicho evento quedó marcado por la ausencia de cabezas de estado, y sobre todo dejó una imagen de un EUA alejado del resto del continente, con un presidente de estrategias geopolíticas limitadas a la inmediatez, y sobre todo con poca visión para fomentar una autentica integración continental.