Red de Ambientalistas expresa su rechazo al proyecto de presas en el Río Chiquito

Frenar el desarrollo inmobiliario en zonas de recarga de mantos freáticos, además de reforestar “agresivamente” y abrir a la sociedad la discusión sobre el tema, sugiere al gobierno estatal

Tramo de la cuenca del Río Chiquito, en una imagen tomada del muro del Foro Científico, promotor de un encuentro de académicos para la preservación del mismo.

Morelia, Mich.- Frenar el desarrollo inmobiliario en zonas de recarga de mantos freáticos, además de reforestar “agresivamente” las zonas aledañas al Río Chiquito y abrir a la sociedad la discusión sobre el tema, entre otras acciones, recomienda al gobierno estatal la Red de Ambientalistas de Michoacán (Redam) para el rescate y la rehabilitación de la cuenca, decretada además como un Área Natural Protegida, ello ante la iniciativa del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla de construir dos presas en la misma y que, para el organismo, tendrán efectos no sólo en el medio ambiente, sino en la salud y la economía.

En un documento que no firma ningún responsable, la Redam -surgida a finales del 2021 en el preámbulo de la conformación de la administración que encabeza el morenista e integrada por académicos de la UNAM y de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, comuneros e integrantes de asociaciones civiles como Patricia Ávila, Víctor Toledo, Alberto Gómez-Tagle y Patricia Moguel, entre otros, de acuerdo al documento Diálogos Ambientales-, plantea que la “construcción de las presas en los polígonos que se han señalado públicamente constituye un grave riesgo para la población dado que estos polígonos se encuentran sobre y cerca de fallas geológicas activas. Ante tales riesgos es necesario aplicar el principio precautorio”.

Los especialistas señalan que dichas presas “alterarían el sistema hídrico de la cuenca y generarían efectos ecológicos exponenciales en el Lago de Cuitzeo, el segundo lago natural más extenso del país y uno de los más antiguos del mundo”.

Al ser el Río Chiquito uno de los principales afluentes de dicho lago, plantean, “las presas acelerarían su desecación y provocarían una serie de afectaciones climáticas (el lago es fundamental para la regulación del clima en esta región) y a la salud pública. Un efecto inmediato serían las tolvaneras sobre las ciudades aledañas, lo que ya ha ocurrido anteriormente, con graves efectos en la salud humana. Además de disminuir las funciones ecológicas del Lago, se afectaría la economía local y se agudizarían los problemas sociales ya existentes en las comunidades aledañas”, además de poner en existencia especies endémicas en la zona.

Los integrantes de la Redam, destacan que atrás de la construcción de las presas se generarían riesgos al afectar “irreversiblemente los ecosistemas del Río Chiquito (…) porque la alteración del flujo natural del agua devastaría los ciclos de  vida de la flora y fauna nativas. La parte alta de la cuenca forma parte de un Área Natural Protegida y es el hábitat de especies endémicas, algunas de ellas amenazadas”.

La inundación de los polígonos señalados, plantea el documento, “provocaría el desplazamiento de numerosas familias que viven en la zona y, como se ha observado en muchos otros casos estudiados, las obras serían un factor multiplicador de diversos problemas socioambientales”.

Cabe señalar que desde que Ramírez Bedolla anunció que impulsaría la construcción de las dos presas, el área académica impulsó un foro para advertir sobre los riesgos de concretarse las mismas, al igual que el Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma ha reiterado para la zona los mismos riesgos y consecuencias que en su momento tuvo y tendrá el proyecto de construcción del Megatúnel hacia la parte alta de la Tenencia de Santa María y que no fueron escuchadas por las autoridades tanto del estado como del municipio.

A continuación, se reproduce el documento de la Redam.

Morelia, Michoacán, 21 de junio de 2022

A la opinión pública:

Las y los miembros de la Red de Ambientalistas de Michoacán (REDAM) manifestamos nuestra preocupación por el plan del Gobierno Estatal de construir dos presas en la cuenca alta del Río Chiquito en el municipio de Morelia por las siguientes consideraciones:

1.- La construcción de las presas en los polígonos que se han señalado públicamente constituye un grave riesgo para la población dado que estos polígonos se encuentran sobre y cerca de fallas geológicas activas. Ante tales riesgos es necesario aplicar el principio precautorio.

2.- Las presas alterarían el sistema hídrico de la cuenca y generarían efectos ecológicos exponenciales en el Lago de Cuitzeo, el segundo lago natural más extenso del país y uno de los más antiguos del mundo. Al ser el Río Chiquito uno de los principales afluentes de dicho lago, las presas acelerarían su desecación y provocarían una serie de afectaciones climáticas (el lago es fundamental para la regulación del clima en esta región) y a la salud pública. Un efecto inmediato serían las tolvaneras sobre las ciudades aledañas, lo que ya ha ocurrido anteriormente, con graves efectos en la salud humana. Además de disminuir las funciones ecológicas del Lago, se afectaría la economía local y se agudizarían los problemas sociales ya existentes en las comunidades aledañas.

3.- Las presas afectarían irreversiblemente los ecosistemas del Río Chiquito. Lo anterior es especialmente grave porque la alteración del flujo natural del agua devastaría los ciclos de vida de la flora y fauna nativas. La parte alta de la cuenca forma parte de un Área Natural Protegida y es el hábitat de especies endémicas, algunas de ellas amenazadas.

4.- La inundación de los polígonos señalados provocaría el desplazamiento de numerosas familias que viven en la zona y, como se ha observado en muchos otros casos estudiados, las obras serían un factor multiplicador de diversos problemas socioambientales.

5.- Cabe destacar que el mismo gobierno ha manifestado que a la fecha no cuenta con los recursos para construir dichas presas, cuyo costo se estima entre 600 y 800 millones de pesos por cada una, según un reportaje reciente1. Sabemos que los costos finales de estas obras resultan mucho mayores a lo estimado originalmente. En un Estado con pocos recursos, que depende casi completamente de los ingresos de la Federación para su operación y que constantemente enfrenta adeudos con maestros, universitarios y empleados, además de obras viales inconclusas, no parece sano para las finanzas públicas realizar estas obras.

En suma, los costos y riesgos probados y posibles que generarían las presas mencionadas son extraordinarios e innecesarios. Para asegurar el abasto de agua potable de la ciudad de Morelia y mitigar las inundaciones existen diversas alternativas. Por ejemplo:

1.- Desazolvar las presas de Cointzio y Umécuaro.

2.- Clausurar los pozos ilegales que abastecen la producción de frutillas en la zona de Lagunillas y establecer límites al uso de fertilizantes en este cultivo y el del aguacate en la parte alta de la cuenca de Cuitzeo, a la que pertenece Morelia.

Frenar el desarrollo inmobiliario y reforestar, plantea Red de Ambientalistas para preservar la cuenca del Río Chiquito

3.- Reforestar agresivamente las zonas aledañas al Río Chiquito y otras partes altas de la cuenca, como los cerros del Punhuato y Quinceo, con el fin de recuperar su capacidad de mitigación de inundaciones y recarga de mantos freáticos.

4.- Reducir los volúmenes concesionados a la empresa Kimberly-Clark, dando prioridad al abastecimiento de agua potable para la población.

5.- Frenar el desarrollo inmobiliario en zonas de recarga de mantos freáticos y obligar a los que ya construyeron en dichas zonas a que implementen obras y tecnologías que permitan la reabsorción del agua en el subsuelo.

6.- Promover la implantación de sistemas de captación de agua de lluvia en zonas urbanas, con énfasis en las que actualmente sufren desabasto.

Por lo mencionado anteriormente, pedimos atentamente al gobierno estatal observar en todo momento el principio precautorio, y abrirse al diálogo con todos los sectores involucrados, en especial con los pobladores de las comunidades potencialmente afectadas. Solicitamos que se tomen en cuenta las evaluaciones de científicos expertos en geología, ecología, hidrología y otras áreas que han realizado estudios previos en la zona.