Aislamiento por Covid mermó habilidades transferibles en niñas y niños

En los últimos años disminuyó su capacidad de resolver problemas, pensamiento crítico y creatividad, así como de cooperación, toma de decisiones, respeto a la diversidad y empatía. (Foto: especial)

Ciudad de México.- El aislamiento por covid-19, así como la discontinuidad de las clases presenciales por la llegada de una ola tras otra, disminuyeron la adquisición de una serie de competencias llamadas transferibles, las cuales necesitarán las niñas, niños y adolescente en un futuro no tan lejano, cuando busquen empleo.

“El impacto de la pandemia en la educación en la región de América Latina y el Caribe (ALC) fue fuerte y afectó a la escolarización, el aprendizaje y el desarrollo de capacidades”, señala el reporte Dos años después, salvando a una generación, elaborado por el Banco Mundial (BM).

Según El Economista, todavía estamos en medio de esta enfermedad, así que el daño total en la escolarización no está claro, pondera el documento. En él trabajaron también especialistas de Unicef y Unesco, las agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la atención a la niñez y para la educación, ciencia y la cultura, respectivamente.

Sin embargo, sin el panorama completo, “los datos administrativos recopilados para este informe muestran que los estudiantes de 6 a 14 años parecen haber sido los más afectados, con una disminución constante de las tasas de asistencia. Pero todos están en riesgo”.

Uno de los hallazgos más preocupantes de la amplia investigación es que las y los estudiantes de tercero y sexto grado no son capaces de comprender e interpretar adecuadamente un texto de extensión moderada. El descenso en las habilidades de lectura y de matemáticas es enorme, señala. Se han borrado “décadas de mejora. Y es probable que esto sea sólo la punta del iceberg”.

¿Cuáles son las competencias transferibles?

Las competencias transferibles permiten pasar de estudiantes ágiles y adaptables a ser parte de una ciudadanía preparada “para afrontar los retos personales, académicos, sociales y económicos. Se les llama transferibles porque las pueden llevar a diversos entornos, como el laboral. Tienen que ver con funciones cognitivas, sociales y emocionales. Según Unicef, son cuatro tipos:

  1. Aprender a conocer. Esta competencia es necesaria para desarrollar nuevas habilidades y asegurar la adquisición de nuevos conocimientos. Implica pensar, analizar y enfocar, en lugar de simplemente adquirir información, incluye habilidades como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la creatividad.
  2. Hacer. Poner en práctica lo aprendido, “fundamentalmente en el mundo del trabajo y el emprendimiento”. Las habilidades que incluye son la cooperación, la negociación y la toma de decisiones.
  3. Ser. Permite la autorrealización y el crecimiento personal, el autoempoderamiento y el sentido de acción. Es esencial para la prevención de la violencia y en ella se desarrolla la comunicación, la resiliencia y la autogestión.
  4. Vivir en comunidad. Promueve la convivencia basada en los derechos humanos, la democracia, la justicia social y el respeto. Incluye habilidades “como el respeto a la diversidad, la empatía y la participación”.

Todas estas competencias las necesitarán los menores de edad cuando entren el mundo del trabajo, pero su adquisición fue afectada, alertan los especialistas de los organismos internacionales tras el estudio.