“Se necesitan muchos Víctor Hugos”, destacan en homenaje a descubridor de fallas geológicas y sus riesgos

El investigador enfrentó presiones tanto de autoridades de gobierno como de la UMSNH, lo que le costó le negaran apoyos para sus proyectos

Entrega del Premio Ajolote, por parte del Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma, a Isabel Israde, esposa de Víctor Hugo Garduño.

Morelia, Mich.- La figura de Víctor Hugo Garduño Monroy como un investigador comprometido con la sociedad y en la formación de jóvenes, vinculado a la lucha por la conservación desde su propia trinchera, la del conocimiento, fue destacada este martes en el homenaje que le rindieran familiares, académicos y ambientalistas en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en esta capital, institución en la cual contribuyó a crear el Instituto de Geociencias.

Con la ausencia de autoridades de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), las cuales fueron criticadas por varios de los ponentes al señalar que a Garduño por su posición en contra de los megaproyectos planteados en la zona y apoyados por el gobierno estatal, le escamotearon recursos para varias de sus iniciativas, el evento constó de dos mesas de participación y una conferencia magistral.

La actitud crítica y sin cortapisas de Garduño, fue destacada por Gerardo Bocco, quien en una intervención inicial señaló que al investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Metalúrgicas de la UMSNH, le costó el exilio su oposición a la instalación de una planta nuclear en Pátzcuaro, al enfrentarse a “grandes nombres de la geología mexicana” y que finalmente se instaló en Laguna Verde, en Veracruz. La alerta de Garduño, señaló Bocco, se debió a la actividad tectónica que caracteriza al estado y que a su juicio constituía un riesgo para la operación del reactor.

Patricia Ávila, catedrática de la UNAM Campus Morelia, destacó las iniciativas y la entrega de Garduño hacia la investigación de fallas en Santa María y en otros puntos como la zona de Las Américas, el Club Campestre y la Terminal de Autobuses de Morelia, plasmadas en el libro que escribiera el investigador de la UMSNH, Contribución a la geología y su impacto ambiental en Morelia.

En el caso de Santa María, dijo la investigadora, Garduño enfrentó presiones tanto de gobierno como de la UMSNH, lo que lo llevó a buscar alianzas para aplicar sus conocimientos “y detener voracidades” de intereses inmobiliarios en la zona apoyados por autoridades, y que lo vinculó con los ambientalistas del Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma (MCDL) desde el 2006.

Las observaciones de Garduño sobre laderas inestables y otros riesgos geológicos en los megaproyectos de Altozano, refirió, fueron negadas por los gobiernos estatales posteriores al de Lázaro Cárdenas Batel y directivos federales de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, quienes llegaron a afirmar que no había tales fallas como para poner en riesgo los primeros intentos de construir el entonces denominado Ramal Camelinas, una vialidad hacia la parte alta de Santa María, aunque finalmente se impusieron las autoridades municipales con el Megatúnel construido hace tres años y que ya reporta grietas y riesgos de derrumbes como lo establecían las investigaciones y pronósticos del investigador michoacano.

“Extrañamos un montón a Víctor Hugo por estas dimensiones que tenía como ser humano, académico, como gente comprometida con la sociedad, generoso con su tiempo y con su conocimiento. Se necesitan muchos Víctor Hugos porque se siguen negando que existan fallas y hay más megaproyectos como las presas en el Río Chiquito, justo donde están las fallas y otra vez el gobierno estatal diciendo, aquí todo se controla y negando la evidencia científica”, cerró Ávila su intervención.

Isabel Israde, esposa de Garduño -quien falleciera en el año 2019-, destacó el lado humano de la personalidad de Garduño, quien estuvo presente en varias entidades donde se registraron sismo, como en el de Morelos y en Colima, además de los deslizamientos ocurridos en Angangueo en el 2010.

Destacó que a quien descubriera las fallas geológicas y sus riesgos en Morelia, donde primeramente identificó los “frentes de deslizamiento” en los años 90 en la zona conocida como La Paloma en Morelia, le costó ser tildado de “loco” y a quien autoridades y voceros del oficialismo llamaban a no hacer caso. En sus últimos años, destacó que a Garduño, merecedor de la Presea Generalísimo Morelos que otorga el gobierno de Morelia, le interesaban y se empeñó en entender los glifos prehispánicos relativos a la descripción de movimientos telúricos y citó palabras del investigador al respecto: “Mi proyecto es encontrar signos representados por los antiguos habitantes, para que no digan ´esto no había pasado nunca´”. Otra postura al respecto, la planteó cuando tras el trazo de las fallas geológicas en los puntos citados, Garduño refería que había restos de los pirindas debajo de los escombros de los derrumbes generados por antiguos sismos.  

Por su parte, los integrantes del MCDL, destacaron a partir de una definición del propio Garduño sobre la función del investigador, como un compromiso con la sociedad y una visión a largo plazo como parte de una personalidad honesta y sencilla que no dudó en convertirse en “un educador popular” al compartir sus conocimientos con colonos sobre fallas e inestabilidad de laderas.

Moctezuma Madrigal, el liderazgo más visible de la MCDL, señaló que el homenaje a Garduño era “una deuda que teníamos como movimiento, con él y con su familia”. La creación de un Atlas de Riesgos por parte de la Universidad Michoacana, encargado por el gobierno municipal de Fausto Vallejo Figueroa, recordó, fue uno de los primeros acercamientos de Garduño con el MCDL, quien les recomendó tener el documento, mismo que hasta la fecha sigue bajo reserva, sin acceso público. “¿Por qué lo ocultan?, ¿qué cosas esconden?”, cuestionó.

Como corolario del evento, el MCDL entregó a la familia de Garduño el Premio Ajolote, primero en otorgarse a personalidades comprometidas en la defensa de los recursos naturales en el estado.