La educación pública en México, y sobre todo en Michoacán, sufre un rezago brutal en los últimos sexenios y se ha acrecentado más en el gobierno de López Obrador, tras la reforma de Peña Nieto en la que se establecieron algunas bases como las reformas al Art. 3º. Y 73 de la Constitución en los cuales se afirma básicamente que la educación pública debe ser laica, gratuita y es un derecho para todos los mexicanos bajo la rectoría del estado, mientras que el Art. 73 establece que el Congreso tiene la facultad para legislar sobre la organización y sostenimiento de la educación en todo el país.
Por otra parte se creó el Instituto Nacional de Evaluación y el Sistema Nacional de Educación con la autonomía correspondiente ante la Secretaría de educación pública, con el objeto de llevar a cabo la evaluación académica de todo el magisterio nacional para su ingreso y permanencia, se creó así mismo el reglamento para el desarrollo profesional docente y el mercado laboral, se establecieron también las escuelas de tiempo completo de 6 a 8 horas en las cuales se les brindaban los alimentos a los alumnos además de actividades manuales.
Todo lo anterior en función y dentro de las reformas a la Ley General de Educación Pública.
Las reformas mencionadas en este régimen se llevaron a cabo con la participación y aprobación del Sindicato Nacional de trabajadores de la Educación.
Otro de los logros de la Reforma del sexenio anterior fue la ampliación de la infraestructura educativa, poniendo como centro de la educación la Escuela, es decir tomando en cuenta los tres elementos que definen el proceso educativo: El edificio, el maestro, el alumno y los contenidos, este último instrumento incluye principalmente los libros de texto. Hay que destacar que durante la gestión de Aurelio Nuño como secretario de Educación Pública se emitieron bonos de deuda pública para financiar la infraestructura física de todas las escuelas del país que, se encontraban en condiciones deplorables.
Hace dos semanas el presidente López Obrador dio posición a la maestra Leticia Ramírez Amaya como Secretaria de Educación Pública en lugar de Delfina Gómez Alvares que se postulará para el 2023 como gobernadora del Estado de México quien no dejó buenas cuentas en la delicada tarea educativa. En su mañanera López Obrador elogió la gran carrera educativa de Leticia Ramírez, entre otros de los cargos que desempeñó, fue dirigente del SNTE y de la CNTE. Así como maestra de grupo durante muchos años, es egresada de la hoy Benemérita Escuela Nacional de Maestros, que me trae muchos recuerdos.
Esperamos buenos resultados de Leticia Ramírez en la nueva Reforma Educativa propuesta por el gobierno de López Obrador. Para empezar, ha eliminado las escuelas de Tiempo Completo y el concepto de Calidad Educativa que implica todo un proceso de mejoramiento en la educación del país.
Para aterrizar en nuestro estado, antes y después de la pandemia ha dejado secuelas de ausentismo, reprobación y deserción, además del frecuente abandono de la tarea educativa de los maestros de la Coordinadora de trabajadores de la Educación hechos que perjudican sobre todo a la niñez del Estado, además de las tomas a edificios del gobierno, de las vías de comunicación y avenidas de la ciudad, quema de autobuses, etc.
Qué futuro nos espera si la educación es el Eje Trasversal del desarrollo de México.
