Michoacán carece de un inventario actualizado sobre sus recursos hídricos

La disputa por el líquido no está lejos y con efectos locales si no se conserva y se aumenta la capacidad de captación, plantea Arturo Chacón Torres

De preservar sus recursos, el estado podría proveer de agua a entidades del centro del país, considera especialista. | Fotografía: Pixabay

Morelia, Mich.- Michoacán carece de un inventario actualizado sobre sus recursos hídricos, aspecto que se torna relevante en el contexto de la expectativa de carencia de agua para consumo humano, destacó el investigador Arturo Chacón Torres, del Instituto para la Investigación de Recursos Naturales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Sobre el papel de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas al respecto y la regulación en el uso del agua, dice que el año 2010 fue el último diagnóstico sobre las reservas disponibles en el estado. “No hay estudios, es muy importante que se haga el balance hidrológico; los balances son como los presupuestos anuales del gobierno, hay que programar los gastos desde enero hasta diciembre y en el caso del agua es exactamente igual, se tiene que hacer un balance anual para después destinar las aguas y buscar la manera de incrementar la producción del agua.”

Considera que sería “muy importante” que la citada Comisión realizara el balance sobre la disponibilidad de agua, “y se enlace con la Comisión Nacional del Agua para los permisos, gestión y proyectos comunitarios que se le soliciten; nosotros nos hemos acercado e hicimos una petición, una carta de adhesión para rescatar la Cuenca de Cuitzeo, para que se decrete una zona de restauración ecológica, hasta la fecha no hemos recibido nada y estamos hablando de principios del año, al igual que en foros les hemos señalado que es muy importante iniciar estudios de balance hidrológico, y aun cuando contestan que hay capacidad para hacerlo, no hemos recibido respuesta tampoco de cuándo lo harían”.

En el caso de la Comisión Nacional del Agua, agrega, también se han hecho las peticiones, pero “nos ven más como detractores de la política federal y estatal que como contribuyentes para construir de manera positiva”.

Aún y cuando todavía no se presentan signos de escasez alarmante de agua potable en el estado, lo deseable sería prever por parte de autoridades y sociedad la captación de agua, consideró el especialista, quien destacó que la disponibilidad del líquido, además de la contaminación imperante, enfrenta a una sociedad irresponsable que contribuye al agotamiento de las reservas.

En el contexto de la falta de agua en el país, ejemplificado con el caso reciente de la capital de Nuevo León, Monterrey, al estado le quedan dos caminos, o correr la misma suerte, o bien inicia con la captación de reservas y el cuidado de sus recursos hídricos.

Michoacán, afectado por crisis de agua en estados vecinos

Tras destacar que a Michoacán se le puede considerar como un estado privilegiado respecto a disponibilidad de agua, Chacón Torres ejemplifica con el caso de Guanajuato, donde reitera que hay una escasez mayor del recurso. “Guanajuato no ha llegado a una crisis total del agua, porque sus instituciones se han esforzado por racionar el agua, conservarla, pero de manera irremediable va a ser el primer estado con crisis de agua, sin embargo nos ganó Monterrey, no fue todo el estado de Nuevo León”, señala.

Recuerda que de acuerdo al marco constitucional, “las aguas son nacionales y entonces la Comisión Nacional del Agua, como lo quería hacer con Nuevo León, pensó que Veracruz le podía dotar de agua, ¿y los veracruzanos, qué?”, dice, al criticar una postura que considera, no es equitativa. “El trasvase de cuenca va a acarrear de manera irremediable, una confrontación entre zonas de México, empezando por los productores, hasta las industrias y las ciudades”, vaticina.

En esta problemática, insiste, “el trasvase no es la solución, es un curita que solamente va a ocasionar que el dolor sea más fuerte todavía, una aspirina, no se ataja de raíz el problema”.

Lo que se tiene qué hacer, plantea, es que “cada cuenca hidrológica debe tener un inventario y un balance de agua para saber qué se va a hacer para producir dentro de esa cuenca lo que le corresponde”, elementos de los que carece Michoacán, reitera.

Si Querétaro y Guanajuato entran en la espiral de la carencia de líquido, advierte, “la Comisión Nacional del Agua nos va a venir a quitar el agua; ya nos está quitando el 30 por ciento del agua que recibe la Ciudad de México por el Sistema Cutzamala, y realmente hasta hoy, con la gestión de Sheinbaum, se logró que unos cuantos millones de pesos ingresen al estado, pero todavía falta más, falta restaurar la presa de Tuxpan, la del Bosque, y el bosque que le rodea, para producir toda esa agua, de un manejo más integrado. Eso pasa en el estado. ¿Le van a quitar a Cuitzeo lo poquito que le queda de agua? Lo más seguro es que sí. Le van a quitar después a Pátzcuaro, a la presa Melchor Ocampo, en Angamacutiro, le van a quitar hasta al Lago de Zirahuén y posiblemente hasta (el Lago de) Camécuaro. ¿Y qué van a decir los michoacanos, yo quisiera preguntar?”, plantea el especialista.

Ante esta presunta tendencia, plantea que “el estado haga primero un inventario de las aguas para decir, tengo 10 millones de metros cúbicos”, supone. “Pero ahora el agua es un producto que se puede, no vender como un artículo comercial, pero se puede vender a manera de bonos, como los bonos de carbono, entonces podríamos producir agua en las comunidades indígenas y en las comunidades campesinas”.

Ejemplifica: “Si a Cuitzeo le llenamos su volumen, 400 millones de metros cúbicos, y produjéramos otros 500 como excedente, esta cantidad se los podríamos surtir a Yuriria a través del dren y entonces por cada metro cúbico, la CNA y el gobierno federal podrían dar una compensación, incluso, no en dólares, en especie”, y refiere que a cambio se podrían obtener los requerimientos en seguridad, educación, salud, reflejados en hospitales, universidades, vivienda, empleo.

Si además, se lograra el pago por servicios ambientales, las ciudades podrían aportar un pago mayor del líquido que fuera a las comunidades para que que éstas cuidaran los recursos forestales, al que, insiste, no hay que ver solo como “pura madera y resina”, sino que con esta preservación silvícola combatir el cambio climático, se captura carbono y “al mismo tiempo producen agua”.

Rescatar el Río Chiquito, no construir presas

Refiere que las “fábricas” que ya producen agua, son la del Pico de Tancítaro, las zonas de amortiguamiento de la mariposa Monarca, los Azufres, la Sierra del Sur, “tenemos montañas por todos lados para producir agua y ofrecerla como un bono hidrológico y que el gobierno federal la maneje para que no exista especulación, ni venta a industrias como la Coca Cola, que sea equitativa la distribución del agua en el centro de México”, plantea.

Pero, cuestiona, “si no somos capaces de rescatar el río Chiquito de Morelia, al que simplemente hay que quitarle las descargas, pasan y pasan presidentes municipales y no hay una política de saneamiento para este cauce, antes bien, quieren construir presas para retener el agua, en lugar de facilitar y manejar flujos”, dice sobre la iniciativa que planteara el gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, sobre ese cauce y que considera “completamente inadecuada”.

El río Chiquito, dice, “es un afluente muy importante para el Lago de Cuitzeo, pero el problema es de que va muy contaminado, entonces, aparte de que está deteriorado porque no existe el perfil de un río, es una zanja nada más por donde corre el agua, lo que se necesita es que se haga una restauración del río, como se restauran los ríos urbanos y naturales, y entonces que se recargue el acuífero, esto se puede hacer, pero no hay un interés. Se construyen parques lineales para que corra uno aspirando bacterias y olores, cuando es la calidad del agua lo que importa más”, señala, en referencia al proyecto del actual alcalde Alfonso Martínez Alcázar, corredor construido en su primera gestión del 2015 al 2018.

Sobre la captación de agua en la entidad, afirma que hay estudios de la UMSNH y del grupo civil Panorama Ambiental para lograrlo, aunque reconoce que no existe un proyecto formal hasta el momento, excepto el caso de Cherán, donde a partir de que el municipio lograra gobernarse bajo el esquema de usos y costumbres, adoptó crear un gran depósito para ello, con la utilización de uno de sus volcanes antiguos, el que se impermeabilizó “y ahora hasta surten a otras comunidades”. Señala que Paracho podría tener la misma capacidad de almacenar agua, siguiendo este esquema ya que “tiene tres volcanes, además tiene un desnivel con la que no se necesitan bombeos”.

Habla de que bajo las iniciativas citadas, en el ex Convento de Tiripetío ya se logró un sistema de captación, una pileta que alcanza 2 mil 500 litros “y se puede pasar a una segunda pileta para poder hacer uso del agua y se llena con tres lluvias torrenciales”, esfuerzo en el que dice que “sería posible captar agua para todo un año”.

Dice que en el ex Convento de Cuitzeo, existe “uno de los ejemplos mágicos, maravillosos”, de captación de agua. Ahí, “el patio central tiene un aljibe gigantesco que está coronado por una pileta, pero que captura una gran cantidad de agua de lluvia y que le dura para todo el año y le sobra”.