15-S, un año más de un trágico recuerdo

Cuando apenas concluía el “Grito” por el gobernador Leonel Godoy Rangel, una explosión confundió primero a los asistentes al evento, para luego convertirse en un grito desesperado

Ofrenda a los caídos la noche de aquel "grito" del 2008. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Desde temprana hora, como cada año, los familiares de las víctimas de los atentados del 15 de septiembre del 2088 depositaron sus ofrendas florales y veladoras encendidas ante la pequeña placa que recuerda el hecho en uno de los costados de la Plaza Melchor Ocampo, escenario del que se consideró un “atentado terrorista” contra la población civil.

Mezclados entre los funcionarios que asistieron al izamiento de la Bandera, los familiares de la víctimas podrían pasar desapercibidos entre tanto personaje trajeado y con vigilantes a su lado, aún y cuando el discurso de los funcionarios los pretende ubicar en el primer plano.

En aquel año trágico, cuando apenas concluía el llamado “Grito” por parte del gobernador Leonel Godoy Rangel, una explosión confundió primero a los asistentes al evento, para luego convertirse en un grito desesperado, en correr sin saber bien a bien hacia dónde y dejar al descubierto un escenario de dolor, de angustia e imágenes de personas tiradas en el piso. Otra explosión, cuatro cuadras más allá, en la esquina de Quintana Roo y la Avenida Madero, detonó segundos después.

En el primer balance de los hechos, azorado, el gobernador perredista señaló que había muertos y heridos. Ocho muertos, se dijo, además de un centenar de heridos, fue la cuenta trágica de aquel día patrio.

Godoy Rangel calificó el acontecimiento como “terrorismo. Estoy muy preocupado. No sabemos adónde irá a parar todo esto”.

El presidente Felpe Calderón Hinojosa, trenzado en un enfrentamiento mutuo con Godoy Rangel, llamó “cobardes” y “asesinos sin escrúpulos” a quienes “se esconden en el festejo patrio para convertir el gozo en tristeza”. Por decisión presidencial, el Ejército ya involucrado en la llamada “guerra contra el narcotráfico”, ocupó la ciudad un día después, “una ciudad desierta y aterrorizada”, calificó el diario español El País.

Hasta hoy, lo cierto es que no hay una investigación concluyente sobre lo acontecido en aquella fecha.