El gobierno ve tres caminos para avión presidencial

El avión y equipo tuvieron un costo estimado del flujo amortizado que a valor actual alcanza 637 millones de pesos para el avión y 560 millones de pesos para el equipo. (Foto: especial)

Ciudad de México.- El valor del avión presidencial se devaluó casi 323 millones de pesos en alrededor de dos años debido a la obsolescencia de algunos componentes, que, aunado a la falta de labores de mantenimiento y otros rubros, ha frustrado al menos uno de tres propuestas de compra hasta junio de este año. Para lidiar con la problemática –y un eventual deterioro antes de que sea pagado en su totalidad–, la Sedena ha trabajado en una propuesta para usar comercialmente el Boeing 787-8 a través de una nueva aerolínea, pero con un modelo que la misma administración reconoce como un potencial generador de costos adicionales.

Según Expansión, hasta el pasado 21 de noviembre, el valor mínimo de enajenación del avión era de 1,963,100,068 pesos, lo que implica una devaluación de 322.9 millones de pesos respecto al valor de 2,286,017,512 pesos que el gobierno había señalado como valor de venta mínimo a inicios de 2021, de acuerdo con documentos contenidos en correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional filtrados por el grupo de hackers Guacamaya, a los que Expansión tuvo acceso.

Según un dictamen valuatorio realizado por el Instituto de Administración y Avalúo de Bienes Nacionales (INDAABIN) advierte de la obsolescencia técnico funcional de algunos componentes, como los motores de la aeronave, el tren de aterrizaje, y la falta de equipo de internet de alta velocidad. Además, una inspección boroscópica –un ejercicio visual interno realizado con equipamiento especializado– realizada por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios Para Proyectos detectó un desgaste en otros componentes que si bien estaba dentro de los límites permisibles, afectan el valor del equipo.

La naturaleza del avión también afecta su valor de mercado. La configuración VIP de la aeronave –para uso presidencial, que deja una capacidad de 80 pasajeros cuando un modelo comercial alberga alrededor de 240 pasajeros– fue hecha “a la medida”, lo que se tomó en consideración en el dictamen del INDAABIN.

Otro rubro que impacta el precio de venta de la aeronave es que se trata de un modelo relativamente viejo –con 10 años de antigüedad–, y, al ser uno de los primeros de su tipo, complica ciertas labores de mantenimiento.

En una respuesta de la empresa Wise Extra Commerce –enfocada a proyectos y consultoría del sector aéreo– a la Fuerza Aérea Mexicana para la contratación de servicios de mantenimiento para el avión, se menciona que “considerando que la aeronave B787-8 propiedad de esa dependencia fue de los primeros prototipos en producirse, para poder cotizar debidamente el mantenimiento de la misma aeronave será necesario tener una lectura exacta del manual específicamente de esta serie, ya que en el “MPD” [documentos de planificación de mantenimiento] no están consideradas algunas tareas de las que ustedes enlistan en sus requerimientos”.

“Nuestra empresa (…) al amparo del permiso de taller # 397 emitido por la autoridad aeronáutica “AFAC” no puede ser ausente de profesionalismo y cotizar sin una base técnica solida pudiendo caer en errores que afecten al cliente”, refiere la empresa en una carta.