Trece de noviembre

Marcha en defensa del INE en la CDMX. (Foto: especial)

El domingo pasado, 13 del presente, miles de mexicanos en todo el país, salimos a las calles. El motivo fue defender el INE.

 En pocas palabras se salió a defender lo que tanto ha costado: la democracia se respete el voto, que el Instituto Electoral continué siendo un organismo autónomo. Qué no pertenezca, que no dependa ni obedezca a ningún poder, a ningún partido, a ningún grupo en el poder.  Que no obedezca a nadie, ni a nada, que no sea la voluntad popular, expresada en el voto libre y secreto.

En la Ciudad de México, la marcha y concentración fue enorme. Llegamos justo cuando iniciaba la marcha, y llegamos al monumento a la Revolución, lugar emblemático.   Estuvimos ahí más de hora y media, todos escuchamos con atención a José Woldenberg, orador principal. Al concluir su participación, se cantó el himno. Que emoción tan grande, escuchar a miles cantarlo con tanto amor y respeto, con plena conciencia del significado que tiene el cantarlo. La plaza estaba a reventar, todos estábamos ahí, sin que nadie nos obligara, fuimos porque no queremos que el INE, se vuelva un aparato de Estado al servicio de quien ostente el poder.

Éramos miles y miles. no había nadie arengando, ni pancartas de partidos, ni listas, ni largas filas de camiones de acarreados, ni tortas, ni frutsis.  Era notoria y ejemplar la limpieza y el respeto, ninguna ofensa a nadie.

La gente fue y no se quería ir.  Había ya terminado el acto por así decirlo, cuando aún había personas saliendo de El Ángel, lugar donde inicio la marcha, y ya no cabía nadie en la plaza que rodea al monumento a la Revolución. Los dos sentidos de reforma con todo y aceras, estaban repletos de gente apoyando al INE.

El grito de: “A eso vine, a defender al INE”, se escuchó fuerte, claro, contundente, de la voz de más de 600 mil personas. Esta cifra fue el resultado de un conteo realizado por un grupo de exmilitares retirados, especialistas en movilizaciones, en base a cálculos matemáticos. Tomando en cuenta el ancho y largo del trayecto de El Ángel, al monumento a la Revolución. El número de personas que había a lo largo y ancho del trayecto, más todas las que estaban en el monumento.

Hay muchas cifras, los que ahí estuvimos constatamos que fuimos muchos miles. La marcha fue ejemplo de civilidad. Hubo provocaciones, pero nadie hizo caso. Se seguía caminando, como cuando se sabe a dónde se va, y no se permite que se le distraiga o desvíe.

Según el Deutsche Welle marcharon 300 mil. Según la BBC, 800 mil. Según France 24 fueron 600 mil.  los tres medios dieron a conocer que marcharon millón y medio de personas en todo el país.

La lucha por la democracia ha sido larga y cruenta, se ha luchado mucho para que haya elecciones limpias. Ha habido errores, incluso fraudes, sin embargo, el INE hizo que se respetara el voto de millones de mexicanos en las últimas elecciones federales de julio del 2018, haciendo realidad lo que se creía imposible; que ganara la oposición.

Justamente por eso se convocó a la marcha, y fuimos miles, y muchos más que no fueron, pero que piensan igual; que el INE debe ser autónomo.

Ese domingo estaba yo en la Ciudad de México, no sabíamos si asistir o no a la marcha. Estuvimos analizando mis hijos y yo, si ir o no. Desde varios días antes había un clima de rechazo a los que asistieran, descalificaciones y falsos calificativos. Eso solo coadyuba a la división y confrontación, y justamente eso no debería pasar en un país como el que anhelamos, eso justamente es lo que no debemos permitir, eso no ayuda en nada a la democracia, ni al respeto que merecemos todos. La democracia no es solo emitir el voto, es la inclusión de las ideas, el respeto, la libertad de pensamiento y expresión, la igualdad de todos, sin distinción alguna.

 Los tres tenemos conocimiento pleno, de cuanto ha luchado el pueblo de México por una institución electoral autónoma, que justamente ahora está en riesgo de perderse. Esto fué lo que nos decidió a asistir.

 Se marchó en prácticamente todos los estados de la República, fue una marcha nacional Importante sin duda.

 Hubo muchos que iban a una marcha por primera vez en su vida, había muchísimos jóvenes, lo cual es muy importante y esperanzador.  Había de todas las edades y estratos sociales. Fue muy plural. Hubo respeto, no hubo descalificaciones.

 Fue contundente el rechazo a la reforma, el rechazo a que deje de ser un instituto con autonomía, a que no haya padrón electoral, a que se pierda todo lo ganado durante décadas, que costó tanto ganar.

Se acerca el 20 de noviembre, día de la Revolución Mexicana, cuyo ideario sigue vigente. Los anhelos de justicia, igualdad, soberanía y democracia siguen vigentes y sin cumplirse cabalmente.

 Hay aún una gran deuda con las comunidades indígenas, gracias a las cuales se llevó a cabo esta gran lucha por los derechos de todos. Las comunidades indígenas siguen siendo objeto de despojo de sus territorios, de desigualdad, miseria, y violencia lacerante.

México desea un país con justicia e igualdad, sin violencia, ni intolerancia, sin impunidad. Hay mucho por hacer y por lograr.

No debemos permitir la polarización, la señalización, ni la descalificación, ni la falta de respeto al otro, esto solo genera división y esto es lo que menos requiere el país.