Semejanzas distantes

La educación fue el tema central para el gobierno de la República Restaurada. (Foto: especial)

Cuando el clero y los conservadores monárquicos y traidores a la patria, lidereados por los generales: Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Tarelo (1831-1867), José Tomás de la Luz Mejía Camacho (1820-1867), Juan Nepomuceno Almonte Ramírez (1803-1869) y Leonardo Márquez Araujo (1820-1913), perdieron sus antiguos privilegios con las reformas político-administrativas del gobierno encabezado el licenciado Benito Pablo Juárez García (1806-1872),Presidente de México, y ante la impotencia de recuperarlos por propia mano,  fueron a pedir ayuda a Francia, argumentando que la republica no había  funcionado en México, por lo que era necesario regresar al gobierno monárquico, idea que alimentó las ambiciones expansionistas de Napoleón III, quien estuvo de acuerdo en que se instalara en México, el segundo imperio y lo presidiera el Archiduque de Austria  Fernando Maximiliano de Habsburgo (1832-1867). Imperio que duró prácticamente desde el 28 de mayo de 1864, día en el que piso tierras mexicanas el usurpador, a sus 32 años, hasta al 19 de junio de 1867, fecha en que fue fusilado, en el Cerro de las Campanas en Querétaro, junto con los generales Miramón y Mejía.

El usurpador era una persona ilustrada, con ideas hasta cierto punto liberales, semejantes en algunos aspectos a las de Juárez, como el aparente respeto a la libertad de prensa, el establecimiento a los derechos laborales, el respeto a los principios de las Leyes de Reforma, en cuanto a la separación de la iglesia del estado y la no devolución de los bienes decomisados por Juárez a la iglesia, lo cual le generó conflicto entre sus mismos seguidores e incondicionales y después de rogarle que aceptara ser emperador, hasta lo querían derrocar. En materia educativa, destino uno de los 9, departamentos ministeriales en que dividió, su administración de gobierno, a la atención de la instrucción pública y cultos; dentro de las acciones más sobresaliente, fue el impulsar la educación de acuerdo con las ideas liberales y el cierre de la Real y Pontifica Universidad de México, fundada el 21 de septiembre de 1551, en Valladolid, España e inaugurada el 25 de enero de 1553, en pleno Virreynato de la Nueva España, considerado un establecimiento educativo conservador.

Al triunfo de los liberales republicanos encabezados por Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Corral (1823-1889); Guillermo Prieto Pradillo (1818-1897) y Matías Francisco Osorio Romero Avendaño (1837-1898), sobre el usurpador, sus tropas invasoras y los conservadores monárquicos, se inició un nuevo período político-administrativo denominado la Republica Instaurada o la Republica Triunfante, el cual empieza  prácticamente, desde septiembre de  1867, cuando Juárez asume de nuevo la Presidencia de la República, hasta los inicios del porfiriato en 1876, cuando, Sebastián Lerdo de Tejada (1823-1889) , sucesor de Juárez, fue destituido como Presidente de la Republica por el dictador José de la Cruz Porfirio Diaz Mori ( 1830-1915).

La preocupación primordial del nuevo gobierno era: hacer una administración honesta y transparente; reorganizar el país, empezando por la reconciliación nacional, la paz y la tranquilidad social, ya que las confrontaciones armadas y los cambios a las leyes habían dejado profundos resentimientos, por la afectación a intereses particulares y de grupos de  poderes facticos, y se habían lastimado susceptibilidades que se tenían que subsanar de alguna manera; otra prioridad era bajar los altos índices de delincuencia existentes, haciéndose necesario la creación de un cuerpo policiaco, para en verdad, hacer frente al problema; así como, implementar una estrategia, para combatir en serio, la corrupción y la impunidad, en que estaba sumida la sociedad. Por experiencia propia, Juárez consideraba a la educación como el único medio para subsanar desigualdades sociales y mejorar las condiciones de vida de la población y estaba convencido de la necesidad de construir la infraestructura productiva, para lograr el desarrollo económico y social del País. Como lo había demostrado con hechos concretos, cuando fue Gobernador Interino de Oaxaca, al reorganizar la guardia nacional; duplicar el número de escuelas y fundar las escuelas normales, donde se prepararían a quienes tuvieran vocación para hacer de la educación una forma de vida y dedicarse a transmitir los conocimientos universales a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, que asistieran a las escuelas públicas; al construir una red de caminos; en especial el que comunica a la Ciudad de Oaxaca con el puerto de Huatulco, que también en la mencionada administración había sido construido. Desde esos tiempos, acostumbraba a iniciar sus labores desde las 5 horas y dormirse tarde, estableciendo determinado horario, para atender personalmente las demandas ciudadanas, dando   respuestas claras y concreta a cada una de ellas.

Se planeaba educar e industrializar al país. Por principio de cuentas, traía en mente, terminar de construir, los puentes, túneles, vías y obras secundarias del ferrocarril que enlazaría a la capital de la República con el Puerto de Veracruz, para transportar en forma segura y barata, las importaciones y exportaciones de mercancías, que por dicho puerto fluían; como faltaban recursos presupuestales para ese propósito, Juárez, acudió al industrial más acaudalado de ese tiempo, de nombre  Antonio de Escandón y Garmendia (1825-1882), solicitando su apoyo para el desarrollo del país,  quien junto con otros empresarios aportó recursos para la realización de algunas obras públicas. Por otra parte, legisló para que la educación fuera obligatoria gratuita (sin “cuotas voluntarias”) y laica. Se pretendía ampliar la cobertura educativa a todo el territorio nacional, para atender al mayor número de analfabetos, que en esos tiempos se estimaba que fuera el 70% de la población total, para obtener recursos con ese fin, se despidieron a miles de soldados, había claridad de las cosas, el compromiso era con el pueblo y no con los militares.

La educación fue el tema central para el gobierno de la República Restaurada, Juárez encargó al Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Antonio Martínez de Castro, que formulara el Plan de Educación, para reorganizar  la instrucción pública, éste a su vez, derivó la tarea al Dr. Gabino Eleuterio Juan Nepomuceno Barreda Flores (1818-1881), quien junto con otros intelectuales, elaboró un proyecto correspondiente, basándose en la corriente positivista de su maestro el francés Isidore Marie Auguste Francois Xavier Comte (1798-1857), que anteponía al dogmatismo, el razonamiento y la experimentación, con la premisa de libertad, orden y progreso. Libertad como medio, orden como base y progreso como fin.

En este contexto, el 2 de diciembre de 1867, el Presidente Juárez expidió la “Ley Orgánica de Instrucción Pública en el Distrito Federal”, en la se disponía entre otras cosas, de la reorganización de la instrucción pública; la supresión de la educación religiosa en las escuelas públicas; la necesidad de preparar a los docentes para que impartieran la enseñanza primaria, clasificándolos en tres clases: de primera, de segunda y de tercera, todos tenían que aprobar los exámenes de admisión o aceptación, lo único que variaba era el número de materias a impartir. Con fundamento en esta ley, se establecía la fundación de la Escuela Nacional Preparatoria, base de lo que hoy en día es la Universidad Autónoma de México, inaugurada el 3 de febrero de1868, ocupando el edificio del Antiguo Colegio de San Idelfonso, donde se impartirían los estudios correspondientes, para poder ingresar a las Escuelas de Altos Estudios, siendo su primer director el Dr. Barreda, nombrado por el Presidente Juárez.

A pesar de todo el esfuerzo realizado por el Presidente Juárez, por una educación de calidad para el pueblo, sus aspiraciones no se pudieron materializar como estaban planeadas, en primer lugar por el déficit financiero existente en las haciendas públicas municipales, estatales y federal y en segundo lugar por lo inesperado de su muerte el día 18 de julio de 1872, sin embargo, su gobierno, sentó las bases del Sistema Educativo Nacional, sin necesidad de inventar o copiar modelo educativo alguno. Siendo hasta en el gobierno del dictador Porfirio Diaz (1876-1911), cuando se empezaron a ver diversos resultados en los diferentes procesos educativos.