Se podría decir que sí, que la tierra está superpoblada. En primer lugar, las personas están provocando un cambio de las zonas de vida salvajes en todo el mundo, iniciando un proceso de extinción masiva. En segundo lugar, estamos acabando con los ecosistemas que proporcionan recursos esenciales e insustituibles que las generaciones futuras necesitarán para vivir decentemente. Ambas tendencias están impulsadas, en gran parte, por un número inmenso y sin precedentes de seres humanos. Como somos demasiados para compartir la Tierra de forma justa y sostenible, decimos que la Tierra está superpoblada.
La superpoblación ya existe para miles de millones de personas pobres que viven en condiciones inseguras en todo el mundo: en tierras inadecuadas, en casas inseguras, sin agua dulce o viviendo en entornos gravemente contaminados. Las catástrofes naturales como la sequía, las inundaciones o los terremotos pueden matar a la gente, pero la superpoblación también lo hace, al aumentar gravemente la vulnerabilidad de las personas. Pero los medios de comunicación rara vez informan de este hecho.
La superpoblación existe hoy en día en megalópolis abarrotadas donde muchos residentes nunca han visto un paisaje salvaje. Incluso los pequeños espacios verdes están desapareciendo en las zonas urbanas densamente pobladas, que se verán cada vez más abarrotadas a medida que el crecimiento de la población y la urbanización continúen. Los efectos negativos del hacinamiento y la falta de conexión con la naturaleza están bien documentados.
Actualmente somos casi 8 millones en todo el mundo, y las Naciones Unidas prevén un aumento de casi 3.500 millones para el año 2100 si se mantienen las tendencias actuales. Nuestra superpoblación es evidente si comparamos la población de 1960, que era de 3.000 millones de personas, con la actual.
Los estudios sugieren que una población futura de 12.000 millones de personas podría requerir la duplicación de la producción mundial de alimentos. Decenas de millones de personas en todo el mundo ya se acuestan con hambre cada noche. El crecimiento continuado de la población, combinado con las incertidumbres del cambio climático, podría conducir a una inseguridad alimentaria mucho mayor en los próximos años. Por ello, se han puesto en marcha algunas acciones contra el cambio climático. Cada vez son más las empresas que quieren aportar su grano de arena contra este problema universal.
Por ejemplo, la empresa de tecnología HP utiliza plásticos reciclados, y lanzó HP Sustainable Forest Collaborative para apoyar la restauración forestal. Otro sector que también está en contra del cambio climático es el mundo del entretenimiento y los casinos. Hoy en día, cada vez son más los casinos que se pueden disfrutar desde casa. Desde el mundo virtual se acabó recurrir a piezas de plástico o madera y el papel para el dinero. Los pagos en el mundo digital se pueden hacer directamente con una tarjeta MasterCard u otras. Este tipo de pago es muy utilizado, ya que es seguro y fiable. Solamente hay que vincular la tarjeta con tu banco y los retiros se harán en un breve periodo de tiempo. De este modo, no se tendrá que seguir talando árboles para la fabricación de dinero y su intercambio.
Mientras tanto, el intento de alimentar a un número cada vez mayor de personas se producirá inevitablemente a expensas de la biodiversidad restante de la Tierra, reduciendo las tierras silvestres y extinguiendo muchos miles de especies. Los seres humanos no tienen derecho a actuar de forma tan egoísta y destructiva. La Tierra también es su hogar.
Es importante darse cuenta de que la superpoblación existe en muchos países ricos con tasas de consumo demasiado altas, así como en muchos países pobres con tasas de fertilidad demasiado altas. Hay que hacer todos los esfuerzos posibles para reducir las tasas de consumo, así como las altas tasas de natalidad; en combinación, estas dos medidas crearían un futuro mucho mejor para los habitantes del planeta.
La palabra “superpoblación” apenas es utilizada por los líderes políticos, los medios de comunicación e incluso muchos ecologistas. Sin embargo, la gente de muchos países considera que la superpoblación es un problema grave. En este caso, la gente común parece ir por delante de sus líderes.
La buena noticia es que es posible acabar con el crecimiento demográfico mundial, de forma justa y sin coacciones. Las políticas adecuadas ya han ayudado a decenas de países a estabilizar su población, y muchos otros han hecho progresos sustanciales para lograrlo. Se ayudaría a que las poblaciones futuras, humanas y no humanas, prosperen en el futuro.
