Putin pone en pie de guerra al mundo al invadir Ucrania

El presidente ruso, Vladimir Putin. | Fotografía: Archivo

Moscú, Rusia.- Rusia desató una crisis geopolítica sin precedentes con implicaciones económicas y humanitarias mundiales al invadir en febrero Ucrania, guerra que se le ha ido complicando al Ejército ruso según avanzaban los meses ante la contumaz resistencia del pueblo ucraniano y el frente común forjado por Occidente.

Según Forbes México, el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, esperó al fin de los Juegos Olímpicos de Invierno organizados por su aliado, China, para lanzar la mayor agresión ocurrida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial con la excusa de la defensa de la población prorrusa del este de Ucrania.

Aunque los servicios de inteligencia de EU lo habían advertido desde finales de 2021, la invasión tomó por sorpresa a las principales potencias europeas, que tardaron en reaccionar, en gran medida porque no creían que Rusia se atreviera a poner en jaque la seguridad del continente y, en segundo lugar, porque esperaban un exitoso “Blitzkrieg” por parte de la maquinaria militar rusa.

Con el resguardo de la noche, la artillería, la flota y la aviación rusas comenzaron a golpear en la madrugada del 24 de febrero las principales ciudades del país vecino, además de los centros de mando del enemigo desde tierra, mar y aire.

En unas pocas semanas, las tropas rusas conquistaron todo el sur de Ucrania, menos la región de Odesa y parte de Mykolaiv, tomaron las centrales nucleares de Chernóbil y Zaporiyia, y avanzaron hasta las afueras de la capital, Kiev, y la segunda ciudad del país, Járkov, limítrofe con el Donbás.

Además, los buques rusos bloquearon la bahía de Odesa, principal puerto ucraniano en el mar Negro, lo que creó una crisis de suministro de cereales, bloqueo que se prolongó durante meses.

Ucrania parecía condenada. De hecho, a finales de marzo delegaciones de ambos bandos parecieron cerrar un principio de arreglo en Estambul, pero dicho acuerdo de paz no prosperó. Kiev decidió seguir combatiendo, de lo que Moscú acusó a las malas influencias de EU.

Las tropas ucranianas, reforzadas por las unidades de defensa civil, sorprenden tanto a sus aliados como a Rusia. Repelen las oleadas enemigas tanto en Járkov como en Kiev, de donde el Ejército ruso se retira a principios de abril, dejando un reguero de muerte y destrucción, incluidas numerosas denuncias de crímenes de guerra.

Entonces, también empiezan a llegar del frente las primeras noticias sobre el malestar en Moscú con la obsoleta estrategia de los generales rusos en Ucrania, la manipulación de las cifras de muertos, la baja moral en las filas del Ejército y numerosas deserciones.

A partir de mayo, las acciones militares se centran en el Donbás, donde Putin clama victoria en el estratégico puerto de Mariúpol tras un brutal asedio que permite al Kremlin lograr uno de sus principales objetivos, tender un corredor terrestre a lo largo del mar de Azov hasta la anexionada península de Crimea.