SINDICALISMO CRÍTICO NICOLAITA: La nueva rectoría; un legado funesto, los retos y la expectativa del respeto a la dignidad de los trabajadores

Colegio de San Nicolás, en donde Manuel Martínez Solórzano fuera regente y docente.

La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) como en otros momentos de su devenir histórico, enfrenta desafíos trascendentales que demandarán el despliegue del trabajo y la acción colectiva de todos los sectores que la componen, desafíos a los que se le suma la situación actual de malestar de los trabajadores académicos, administrativos y manuales y la profundización de la división generada por Raúl Cárdenas Navarro, aliado de los detractores de la institución en el Gobierno y ariete de los caprichos de su colega de Chapingo, quien en su tiempo señalaba que se había acabado -el confort- para los profesores universitarios, junto con otras sentencias que lanzaban integrantes de la LXXIII Legislatura aún presentes en la escena política estatal y federal.

Lo anterior, es un factor que no debe perder de vista la persona que llegue a ocupar el espacio de la Rectoría, pues si bien es cierto que se continuará buscando que se cumplan “los compromisos” -no socializados, ni consensuados con las bases-, también es cierto que hay una animadversión y posturas históricamente hostiles a la institución y su comunidad, por lo que se requiere una dirección y liderazgo concertador, pero sobre todo muy tenaz e íntegro para velar por el bien de la institución y su comunidad, que no se someta incondicionalmente a los designios de actores políticos que no predican con el ejemplo el amor al pueblo y al prójimo, como lo hizo el rector saliente, por su afán de hacer del rectorado una plataforma para su carrera política.

Y no es que los demás rectores no hayan hecho lo mismo, pero el exacerbado despliegue de violencia y crimen es también producto de la corrupción en las instituciones, se requieren servidores públicos que contribuyan a recomponer el tejido social desde estas. En el caso de Raúl Cárdenas Navarro y sus funcionarios, se promovió una cultura de la ilegalidad, represión política y terrorismo laboral, cuya máxima parecía ser “el fin justifica los medios”, claro, los fines personales más que institucionales. De ninguna manera se puede decir que las acciones que realizaron fueron ejemplo de capacidad de dirección y gestión, transparencia y responsabilidad con la educación y la sociedad.

A lo que sus subalternos y detractores de la UMSNH, los aliados de Cárdenas, llaman ”gobernabilidad”, en realidad se trató de un episodio de ilegalidades, abuso de poder, represión y mala administración. No sólo fue el verdugo de los trabajadores universitarios, sino que en realidad no hizo mucho, sólo generó documentos que se podrían clasificar como –documentos de trabajo-, documentos para iniciar una deliberación, para que en un futuro sean enriquecidos y crear un verdadero proyecto de Universidad como el que requiere Michoacán.

Además, utilizó los medios institucionales para promoverse a la llegada del nuevo Gobierno (con muchos viejos elementos del gobierno anterior) signando un sinnúmero de convenios sin que su factibilidad haya sido explorada, llegando al grado en que la comunidad universitaria se pregunta quién le aconsejó presentarse como como “popular” en un medio de comunicación de gran circulación en el estado, cuando ocupaba el número 28 de 35 en desempeño y tenía una aprobación de 37.1%.

Nada de gestiones de recursos para la institución o del respeto a los derechos de los trabajadores universitarios que presume en los medios, pues como se vio lo único que hizo fue hacer lo que Silvano Aureoles le indicaba con el presupuesto de la UMSNH, mientras que el Gobernador de Chapingo escamoteaba el presupuesto y dejaba de cumplir el convenio de sostenimiento signado en 2016. Esconder los salarios y prestaciones de fin de año fue lo que hizo para obligar a los trabajadores a reformar el sistema de jubilaciones y pensiones o firmar convenios para abrir la discusión sobre las prestaciones establecidas en los contratos colectivos.

La supuesta contención del gasto presentada como “ahorros”, es en realidad el resultado de la falta de pago de prestaciones, pago impuntual de los salarios de los interinos, falta de reembolso de las cuotas sindicales y caja de ahorro, ambas descontadas vía nómina quincenalmente; el acaparamiento de los recursos de las dependencias, entre otras acciones. Además, se hizo la contratación de nuevo personal, algunos sin la experiencia mínima en cuestiones académicas y se tendrán que erogar recursos de la UMSNH en las reinstalaciones, por lo que la certeza presupuestal seguirá siendo un desafío para la institución. Además, con la profundización de la división entre el personal beneficiado y el personal excluido generó un ambiente desfavorable para el cumplimiento de las funciones sustantivas de la Universidad y que fomenta la desunión y la polarización.

La o el nuevo rector de la UMSNH, deberá hacer para superar este triste episodio de la vida universitaria será  reinstaurar el diálogo con la comunidad universitaria a partir del reconocimiento de que una relación áspera entre las autoridades y los trabajadores no es favorable para el cumplimiento de las actividades sustantivas, como dos de los aspirantes reflexionaron en sus planes de trabajo. Asimismo, se habrá de restaurar el respeto a la dignidad de los trabajadores.

Se habrá de trabajar de manera coordinada y armónica con los universitarios para solucionar las problemáticas, necesidades y demandas del mercado laboral, el sector productivo, la sociedad y la propia Universidad, considerando la competitividad como Institución de Educación Superior (IES) en el marco de la 4ª revolución industrial, alcanzar las metas del Plan de Desarrollo Institucional, desarrollar programas de extensión universitaria y vinculación bien fundamentados y viables, como establecen prácticamente todas las propuestas de Plan de Trabajo que fueron publicadas en la página de Facebook del Comité Ejecutivo General Interino (CEGI). Asimismo, asegurar que estos programas a la vez que contemplen las prioridades del Gobierno y el sector productivo, se discutan con los expertos de la UMSNH.

Tres de los planes de trabajo hablan del interés de “consolidar” a la UMSNH como una Universidad Nacional, sin embargo, no abundan en cuanto a las implicaciones del proyecto, aunque si manifiestan que los Contratos Colectivos de Trabajo deben ser respetados. Asimismo, se reconoce la importancia de armonizar la visión que tienen los universitarios sobre la UMSNH con la de los Gobiernos estatal y federal para cumplir con la meta de cobertura y se cumpla con el principio de la equidad. Para lo anterior, se plantean opciones interesantes en un audio que circuló y que fue compartido en la página de Facebook del CEGI como ofertar el tronco común en los campus universitarios el interior del Estado, consolidar la oferta en los nodos de la UMSNH, las salidas intermedias en las carreras y abrir oferta educativa pertinente. Asimismo, con algunos programas educativos se podría incursionar en la educación dual. 

Por otra parte, cuatro de los planes de trabajo, mencionan la necesidad de aperturar un centro para la investigación en Educación, así como hacer de profesionalización docente una estrategia para favorecer la excelencia académica. Además de ello y del seguimiento de las trayectorias académicas de los estudiantes que se ha echado a andar en la UMSNH, sería muy pertinente establecer una Dirección o Departamento para dar seguimiento al desarrollo de las capacidades y estrategias para la transformación social y el desarrollo económico.

Con respecto al déficit financiero, los aspirantes proponen incrementar la generación de recursos propios a través de la oferta de productos y servicios a la sociedad, mantener la gestión de fuentes de financiamiento público, evaluar y redefinir los mecanismos de eficiencia y transparencia, armonizar los sistemas con las normas de contabilidad gubernamental, realizar auditorías y la implantación de contralorías u observatorios completamente autónomos.

Como puede verse, las propuestas que plantean los aspirantes a ocupar la Rectoría en sus planes de trabajo son viables, pero no habrá Plan de Trabajo, por bien estructurado que esté, que alcance a componer la situación universitaria y enfrentar los retos que se avecinan sino se elige un liderazgo comprometido con la institución y no con sus aspiraciones personales o de grupo político, si se elige a alguien que ni siquiera reconoce la problemática que han enfrentado los trabajadores universitarios en su discurso y haya reconocido que reestablecer el diálogo y el respeto a la norma es la única vía para que la UMSNH avance. Ojalá la controvertida Comisión de Rectoría y el Gobernador tengan esto en mente al elegir a quien encabezará a la Máxima Casa de Estudios de Michoacán por los próximos cuatro años.