Aquila…

Hace unos días vi unas fotos de piezas arqueológicas encontradas en la región, me llamó mucho la atención una en particular, se trata de una armadura completa. (Foto: especial)

En la mitología griega la constelación de Aquila representaba al águila, único animal que es capaz de volar de cara a los rayos del sol.

Aquila fue enviada por Zeus a que llevara al joven y bello mortal Ganimedes, al Monte Olimpo para servir de copero de los dioses. Según otras versiones, fue el mismo Zeus el que se transformó en águila.

En el hinduismo, la constelación de Aquila se identifica con la deidad, mitad águila y mitad humana, de Garudá.

Las coincidencias en la cosmología de los pueblos del orbe, siempre me ha intrigado y sorprendido.

Aquila forma parte de la costa de Michoacán.  El nombre «Aquila» tiene origen náhuatl y se interpreta como «aplanadores» o «bruñidores». En la época prehispánica, la región formaba parte de los dominios del reino mexica.  Se les consideraba, “hombres águila”, y por su valentía fueron designados los guardianes de la costa.

Hacia el siglo XVI, ya bajo la dominación española, se estableció en el pueblo una alcaldía mayor con el objetivo de la recaudación de tributos. Lograda la independencia, el pueblo quedó integrado al municipio de Coalcomán en calidad de tenencia. Esta situación se modificó hacia 1910, cuando la región adquirió estatus de municipio y la localidad se estableció como cabecera municipal. ​

El municipio de Aquila se localiza en la parte suroeste de Michoacán. La extensión territorial total de Aquila es de 2,311.69 kilómetros. Limita al norte con los municipios de Coahuayana, Chinicuila y Coalcomán, al este con Lázaro Cárdenas y Arteaga, en la zona sur con el Océano Pacífico y al oeste con Coahuayana y nuevamente con el Océano Pacífico. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía informó que los resultados del conteo de población que hizo en el 2010 en el municipio de Aquila fue que está formado por una población total de 23,542. Y fue catalogado como de alta marginación.

Siempre que leo estos datos, me hacen recordar la historia de saqueos, injusticias y violencia de que han sido víctimas las comunidades indígenas, por poseer y estar asentados en lugares de inmensa riqueza.

Viven rodeados de riqueza; maderas preciosas, fauna y flora abundante. Selvas, manglares y playas bellísimas. Bajo el subsuelo hay enorme riqueza mineral; sin embargo, siguen catalogados como de alta marginación.

La flora del municipio está compuesta por varias selvas y bosques: El Bosque de Manglar, cuyos árboles de mangle rojo, mangle blanco, mangle negro y mangle botoncillo destacan por su exuberancia; El Palmar de cayaco, único en Michoacán con palmas de cayaco (Orbygnia guacoyule), cuya altura alcanza hasta los 60 metros de alto, mezclado con árboles de culebro, cuajiote, parota, cedro, granadillo, sangualica, campinceran; Selva mediana subcaducifolia integrada por los mismos miembros del palmar excepto las palmas; la vegetación de dunas coseras, caracterizada por el pasto salado y bejucos de hierba del alacrán; las selvas bajas caducifolias que desde el día de muertos de todos los años se viste de blanco hasta febrero del siguiente año, por las flores del xolocoahuiltl (árbol que parece godorníz), cuajiotes, copal, nopal, órganos; y el majestuoso bosque de pino – encino en los cerros de bandera, El Orcón y el Orconsito y San Antonio. en casi todos lados en las barrancas predominando especies de parota, zapote, mango, tepemezquite, cueramo, huisache, ceiba y palmar. La fauna silvestre del municipio la componen especies de: puma, jaguar, pintilla, peluda, onza, jaguarundi y windure, nutrias, perros de agua, coyotes, mapaches, tejones, tigrillos, armadillos; 284 especies de aves como patos, loros, pericos, urraquillas y guacamayas; así como una amplia variedad de peces, cerca de 453.

Los principales productos de la minería metálica en el Estado son: oro, plata, cobre, fierro y plomo, destacando la producción de fierro con dos mil 945 millones 182 toneladas en el año.

Las regiones mineras con mayor presencia corresponden a Tlalpujahua, Tzitzio, Tuzantla, Huetamo, Villa Madero, La Huacana, Arteaga, Coalcomán y Aquila.

Recordemos que, en la época de la Colonia, se fundó y asentó en Coalcomán, la primera ferrería de América, de donde fue extraído todo el fierro necesario para diferentes usos.  Se acuñaron las primeras monedas de la Nueva España, y en la época de la guerra de independencia, la ferrería fue tomada por los indígenas, que trabajaban ahí como esclavos, y manufacturaron las armas, municiones e incluso cañones para enviárselos a Morelos e Hidalgo, con el fin de lograr la independencia de nuestro país.

Recordemos que los primeros registros de actividad de extracción de minerales giran alrededor de la época prehispánica, siglo IV a.C. y VIII d.C. La finalidad de la minería prehispánica era meramente ritualista y ornamental.

Hace unos días vi unas fotos de piezas arqueológicas encontradas en la región, me llamó mucho la atención una en particular, se trata de una armadura completa: casco, escudo, un semi faldón y protección para las piernas, la armadura es una obra de arte en cobre.

Los nahuas de esa región tenían conocimiento del manejo de los metales, desde la época prehispánica, por ello no me asombró ver estas piezas. Las cuales demuestran el conocimiento y grandeza de los pueblos originarios.

 Es tras la invasión española, que se inicia la extracción de metales con la finalidad de enriquecimiento, Desde entonces las comunidades indígenas fueron despojadas y muchas veces aniquiladas para hacerse de las riquezas del subsuelo.

Veamos ahora algunos datos medianamente recientes, en lo referente a la minería en Michoacán: La superficie concesionada al 31 de diciembre de 2017 fue de mil 413 millones 312 hectáreas, lo que representa 24.09% de la superficie estatal, con un total de mil 141 concesiones registradas para la explotación minera.

Aquila tiene cuatro comunidades indígenas: Aquila de San Felipe, Santa María Ostula, Pómero y Coire. Catalogadas como de alta marginación, por el censo de población y vivienda de 2010.

Desde hace años, autoridades estatales y federales revelaron que muchas de las minas eran operadas por cárteles delincuenciales, y si bien nunca se mencionó la extensión de las mismas, se difundió que obtenían de forma irregular más de un millón de pesos diarios y movilizaban mensualmente alrededor de 45 mil toneladas de mineral ferroso que era vendido a las metalúrgicas locales o bien se exportaba a Asia.

La lucha de la comunidad contra la industria minera en Aquila, se remonta a la década de los 90, con la llegada de Hojalata y Lámina S.A. (Hylsa), cuando José Ramírez Verduzco inició un levantamiento contra la explotación de la mina “Los Encinos”.

José Ramírez fue asesinado y los empresarios regiomontanos Sada Muguerza y Garza Sada continuaron explotando las dos minas de la zona hasta que vendieron sus activos al grupo ítalo-argentino Techint.

Con la compra de “Los Encinos,” por parte de Compagnia Tecnica Internazionale, nació Ternium Hylsa y renació el conflicto en la comunidad indígena de la Costa Michoacana.

Agustín Villanueva encabezó el levantamiento comunal en la Costa Michoacana y lideró la lucha contra la minera Ternium Hylsa para que la empresa pagara regalías por la explotación de “Los Encinos”, una mina a cielo abierto de la que se extrae mineral de hierro. Junto a los hermanos cayeron presos otros 40 comuneros que continúan recibiendo largas en sus procesos a fin de mantenerlos en la cárcel el mayor tiempo posible.

En diciembre de 2011, una asamblea comunal decidió hacer un paro total de actividades que duró tres meses a fin de presionar a la minera a pagar sus impuestos. Al final de los tres meses, el gobierno envió a la Policía Federal para desalojarlos, pero no pudo y el 18 de marzo del 2012 llegaron a un acuerdo con Ternium, 3.8 dólares por cada tonelada de hierro extraído para la comunidad, cuota que la minera paga irregularmente.

  La comunidad ha denunciado muchas irregularidades, entre ellas el que Ternium está contaminando un río en Aquila, echando sus residuos químicos en un hoyo “que ni siquiera está recubierto, cerca de la mina, y cuando se llena lo bombean al río, lo que afecta también las aguas subterráneas, no sólo las superficiales, y el suelo. Decenas de camiones que transportan mineral circulan todos los días por el río, contaminándolo de aceite y diésel, batiendo el lodo, y han destruido árboles y vegetación diversa enterrándolos bajo toneladas de tierra con la explotación minera”.

Asimismo, han denunciado repetidamente la apertura de brechas sin la autorización de los comuneros, sin la indemnización correspondiente y “sin una autoridad que los detenga en su saqueo tan perfecto y lleno de engaños”.  Así como su inconformidad por despidos injustificados en contra de comuneros que trabajaban como choferes u obreros, “cuando éstos participan en beneficio de la comunidad, o votan por determinado partido político, o a favor de lo que en la asamblea comunal se consensa. “

También han denunciado en múltiples ocasiones, que empresa minera no ha respetado los límites que la comunidad le impuso, para la tala de árboles en sus dos minas a cielo abierto.

 Los graves problemas de contaminación que produce la extracción del hierro afectan la salud de la población y sus recursos naturales: ríos, la selva, los manglares y, por ende, el mar.

La historia es larga y cruel, plena de injusticias, corrupción, violencia, daño al medio ambiente, muerte y desapariciones de todo aquel que defienda sus derechos y/o territorio.

El 15 del presente mes, el abogado de comunidades indígenas Ricardo Arturo Lagunes Gasca y Antonio Díaz Valencia, profesor y líder comunal de Aquila, Michoacán, fueron desaparecidos.  Asistieron a una asamblea general en la comunidad nahua de Aquila, sobre la renovación de las autoridades de bienes comunales, que por razones ajenas a los 465 comuneros se había pospuesto desde hace dos años.

Al concluir la reunión, de acuerdo con la última comunicación con ellos, alrededor de las 18:50 horas, el abogado y el activista se encaminaron a Coahuayana para llegar a la capital de Colima; pero nunca llegaron. “Por tanto, se presume que el profesor Valencia y el defensor Ricardo Lagunes fueron privados de su libertad por desconocidos, situación que pone en grave riesgo su integridad física y su vida”, señala el texto firmado por sus familiares y los organismos civiles.

La camioneta en que viajaban fue encontrada baleada, en la zona de topes del cerro de Ortega. Municipio de Tecomán, Colima. No se encontró ningún cuerpo.

Antonio Díaz Valencia es un reconocido docente en Aquila, que buscaba dirigir a su comunidad en la próxima asamblea indígena.

Ricardo Lagunes Gasca es originario de Ciudad de México, estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene un posgrado en Protección de Derechos Humanos en la Universidad de Alcalá, de Madrid y es reconocido por su labor a favor de los migrantes y de las comunidades indígenas.

“La desaparición de estos dos defensores es un hecho terrible y alarmante” escribió la Oficina en México, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

 Habitantes de la región Sierra-Costa de Michoacán bloquearon la carretera costera para exigir la aparición de su líder comunitario y del abogado defensor de derechos humanos.

Apenas el 8 de enero pasado, autoridades comunales de la cabecera municipal de Aquila acusaron que la empresa Ternium, concesionaria de la mina de hierro Las Encinas, no ha cumplido con los compromisos económicos y sociales asumidos con los 465 comuneros desde marzo de 2012.

  Ese mismo fin de semana, la célula del CJNG que opera en esa zona, atacó diferentes puntos de Aquila y asesinó a tres habitantes, originarios de la comunidad de Ostula.

Es muy grave lo que sucede en Aquila. “Cuidadores de la costa por su valentía” desde la época prehispánica.

Las comunidades indígenas, propietarias originarias de estas tierras, no han sido vencidas. Continúan defendiendo su territorio con enorme valentía.

Es indignante que al igual que en la época de la colonia, lleguen los saqueadores; despojen de sus territorios a los pobladores, maten, ultrajen y acaben con todo, con total impunidad.

 Han sido muchos los asesinados y desaparecidos, por defender su territorio y vida de la comunidad.

No es aceptable que quienes defienden los pueblos, sus derechos, la naturaleza, la vida; tengan que hacerlo a costa de su libertad, incluso a costa de su vida.