Morelia, Mich.- La división en el magisterio estatal se profundiza luego que en este fin de semana se anunciara a un nuevo dirigente presuntamente electo con la mayoría de representantes y en contra de la dirigencia formal que aún encabeza Gamaliel Guzmán Cruz como líder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
A partir del lunes pasado, el grupo que afirma ser el nuevo representante del gremio estatal, encabezado por Jairo Antonio Mandujano Ortega, presunto nuevo líder de la CNTE, emitió una convocatoria para realizar el Congreso Seccional de Bases en el Centro de Convenciones, llamado que de inmediato fue rechazado por Guzmán Cruz, quien apenas hasta este viernes encabezó los trabajos de renovación en el referente.
En la versión de los seguidores de Guzmán Cruz, Mandujano Ortega estaría impulsado por el gobierno estatal, en un intento de tener una representatividad magisterial a modo y no le conceden validez a su proceso debido a que no estuvo presente la dirigencia formal que encabeza Gamaliel, como afirman lo señalan los estatutos para la renovación.
Según Mandujano Ortega, el proceso en el que se eligió y que culminó sus trabajos la noche de ayer viernes, es legítimo y avalado por 803 delegados, 372 efectivos y 431 fraternos.
De acuerdo con Guzmán Cruz, quien ofreció una rueda de prensa este sábado para fijar su posición, el congreso que iniciaron por su parte el jueves, tendrá conclusiones este lunes 6 de marzo, y donde saldrá electo el dirigente que lo releve en el cargo y que, según el líder saliente, cuenta con la mayoría de los agremiados.
Según el aún líder de la CNTE, aunque se apeló a un proceso unitario, no se logró ante el intento de los seguidores de Mandujano de optar por un congreso paralelo y que, según su versión, está apoyado por el gobierno michoacano.
Cabe señalar que otra expresión del magisterio estatal, Poder de Base, encabezado por Benjamín Hernández, también elegirá a su nuevo líder amparado en los procesos de renovación que establecen cada cuatro años los estatutos de la CNTE, lo que de llevarse a cabo ahondará la división e las filas sindicales del magisterio.
Desde que empezó el gobierno que encabeza el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, se inició una embestida contra las representaciones gremiales del magisterio, al ubicarlas en una presunta red de corrupción que manejaba desde los cobros de salario a través de cheques como de la venta de plazas a egresados normalistas, situación que aunque ha sido reiterada en el discurso oficial, no se ha acompañado de denuncias formales.
Con la tarjetización del cobro del salario, al que se siguen oponiendo los líderes al considerar que hay un negocio de las autoridades con empresas bancarias, el gobierno estatal ha indicado que se avanza en la transparencia de los pagos que antes, mediante cheques, controlaban representantes sindicales.
En el caso de las plazas a egresados normalistas, el gobierno estatal se acogió a la norma federal que establece la evaluación como requisito para ingresar al servicio laboral docente y al que también se oponen dirigentes gremiales y organizaciones de normalistas.
