Morelia, Mich.- Representantes de colectivas feministas realizaron un pronunciamiento este mediodía en la Antimonumenta de esta capital, en el marco de la Caravana Nacional Sentencia Mariana Lima, que dirige Irinea Buendía Cortés, (Amparo en revisión 554, del año 2013), para difundir lo establecido hace ocho años por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que constituye el primer pronunciamiento del máximo tribunal relacionado con feminicidios.
Antes de iniciar el Acto de Exigencia de Justicia, Irinea Buendía Cortes, se presentó para manifestarse con una fotografía de su hija. “El motivo que me trae aquí, es dar a conocer esta Sentencia Mariana Lima. Mi caso tiene 12 años con 8 meses en donde las mismas autoridades nos echaron a la calle para exigir y gritar justicia por las omisiones, por las negligencias, por la obstrucción a la investigación, la injusticia que las mismas autoridades hacen y, que la misma Corte de Justicia de la Nación reconoce en la Sentencia Mariana Lima”.
Compartió ante los medios de comunicación que ella no considera que la Fiscalía General de la República esté rebasada por casos de investigación de violencia contra las mujeres y homicidios dolosos. “Pasa que no se quiere reconocer el sistema machista, patriarcal y que no quiere perder privilegios. Lo que, si es que existe pérdida de material probatorio y que desgraciadamente son elementos importantes para hacer carpetas de investigación que fundamenten, argumenten y motiven al fiscal de género y un juez para no dejar libre al asesino”.
La Sentencia Mariana Lima es calificada por Buendía como un manual, con todos los pasos a seguir. “Todos los ministerios públicos deben de traerla como si fuera un libro de bolsillo. Si quieren tener una sentencia condenatoria para los feminicidios, pues no hay crimen perfecto”, señaló.
“No es una carpeta de homicidios dolosos. Son feminicidios contundentes”, dijo Buendía Cortés, y denuncia que “toda muerte violenta de mujeres se debe de investigar con perspectiva de género y diligencia para poder acreditar que se trata de un feminicidio”.
Recordó que “en el 2018 el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, dijo que se investigarían como homicidios dolosos porque a sus ministerios públicos les costaba mucho trabajo poder acreditar los feminicidios por las razones de género, que son ocho y que marca el Código Penal Federal en su artículo 325. No se necesitan acreditar las ocho, con una que se acredite es suficiente. No debemos permitir que se haga la investigación como homicidio doloso, por eso dicen que la cifra de feminicidios ha bajado. Las cifras no han bajado. Cada día son más de 13 feminicidios al día”.
En el Acto de Exigencia de Justicia se levantaron las consignas “Ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos”; “No fue suicidio, fue feminicidio”; “El estado no me cuida, me cuidan mis amigas”; “Porque vivías, vivas estamos. Vivas nos queremos”, y al calor de las mismas un grupo de mujeres contaron el caso de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio por parte de su esposo Julio César Hernández, comandante de la Policía Judicial del municipio de Chimalhuacán, Estado de México el 28 de junio de 2010, a la edad de 28 años.
En seguida Irinea Buendía Cortés, madre de Mariana Lima, exhortó a las madres que sufren por el feminicidio de sus hijas a no quedarse calladas, a levantar la voz. “No permitan que esta violencia siga quitando vidas, ni que los feminicidios sigan llenando al país de violencia”.
Dijo que es indispensable hacer redes a nivel nacional. “Yo invito a distintas mujeres que están lejos de aquí, a unirnos para saber a quién nos enfrentamos, a conocer estas leyes de la Sentencia, es indispensable reconocer antecedentes para mantenerse vigentes. La memoria es también no olvidar”.
Karla Quintana Osuma en su documento “El caso de Mariana Lima Buendía: una radiografía sobre la violencia y discriminación contra la mujer” (2018) manifiesta que la decisión de la Sentencia “fue el reconocimiento del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y discriminación, así como de la obligatoriedad de investigar y juzgar con perspectiva de género, además de un esfuerzo por brindar la reparación integral por violaciones de derechos humanos. La sentencia abre, además, varios debates, como el alcance del parámetro de control de regularidad constitucional y la pertinencia de que un tribunal constitucional analice, a detalle, una investigación ministerial, o sobre el alcance de las reparaciones a través del amparo. Así, la decisión demuestra que una sentencia de amparo puede constituir una acción reparadora y una garantía del derecho a la verdad”.
