Luego de la escisión que sufriera en semanas anteriores al dividirse por la elección de la dirigencia, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) encabezada por Gamaliel Guzmán Cruz, se posicionó a través de un congreso político estatal sobre la necesidad de transparentar acciones de sus líderes y tomar en cuenta a sus representados.
En un documento emitido a partir del Primer Congreso Político de la CNTE en Michoacán, realizado los días 30 y 31 de marzo, se indica que “la comunicación entre la base y su dirigencia debe ser permanente, veraz, oportuna, eficiente y eficaz”, al igual que “no debe tolerarse por ningún concepto el abuso, la deshonestidad, el divisionismo y mucho menos la traición”, en una alusión a la fractura que impulsara la corriente encabezada por Jairo Antonio Mandujano Ortega, quien resultó electo dirigente en un congreso estatal realizado en esta capital los días 20 y 21 de marzo y en el que se hizo a un lado a la vertiente de Guzmán Cruz.
En los resolutivos de este Congreso Político, se indica que “la representación sindical es una responsabilidad y no una parcela de poder”, en tanto que se asume -señala otro punto-, que en el evento “todos pudimos expresar nuestras posturas en torno a los aciertos y los desaciertos que hemos cometido en momentos anteriores, para definir el rumbo de nuestro nuevo seccional.”
De acuerdo con la planeación del referente magisterial, será los días 20 y 21 de abril, cuando definan a su nuevo representante para el periodo 2023-2026, proceso que se tuvo que recorrer ante la dinámica que impuso el nombramiento de Mandujano, a quien la corriente de Guzmán Cruz identifica como personero del secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, y a modo de las autoridades de la Secretaría de Educación del Estado (SEE), Gabriela Molina Aguilar, funcionaria sin ninguna ascendencia en el sector educativo y quien fuera impuesta en el cargo por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla luego de la renuncia de Yarabí Ávila González para ocupar la Rectoría de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
En su aspecto formal, estaba previsto que el Congreso Seccional de Bases se llevara a cabo el 20 y 21 de marzo, como lo plantean sus estatutos. La convocatoria del grupo de Mandujano, quien encabezó una movilización e instaló con sus seguidores el proceso de renovación, creó confusión incluso entre el mismo grupo de Guzmán Cruz, quien al ser cuestionado en la fecha sobre la convocatoria, afirmó desde entonces no haberla emitido y la descalificó al no ser emitida por el Comité Ejecutivo Seccional que encabeza.
El escenario bajo estas circunstancias, avizora una mayor división en el sindicalismo magisterial de Michoacán, ya que además otra fracción, Poder de Base, desconocida también por Guzmán Cruz, se disputa la representación docente y ha señalado que en su momento elegirá a su nuevo representante, encabezada actualmente por Benjamín Hernández.
Para reponer el proceso con sus simpatizantes, el grupo de Guzmán Cruz eligió el 23 de marzo, en una Asamblea Regional Masiva, a los integrantes de la Comisión Organizadora, con un comisionado por cada sector, y a la Comisión de Vigilancia, con una nueva elección de delegados, en aquellas regiones “donde traicionaron a la CNTE”, en referencia a la representación que operó a favor de Mandujano.
En las consideraciones que hace la dirigencia de Guzmán Cruz, se indica que “el intervencionismo gubernamental irrumpió en el curso democrático” del IX Congreso Seccional de Bases y que con el mismo, “se convirtió en un proceso desaseado y lleno de irregularidades” -mismas que, se indica en el posicionamiento, se están integrando para su análisis y denuncia-, “para que se posicionara una dirección maniatada y obediente, para los intereses de Carlos Torres Piña, con el encargo de afianzar la hegemonía del sector más reaccionario dentro de la gestión del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.”
Luego del proceso donde resultó nombrado Mandujano, fueron varias las voces de agremiados en redes sociales que cuestionaron a Guzmán Cruz como responsable del divisionismo en la CNTE y negarse a un proceso unitario, por lo que en el Congreso Político se enfatizó en transparentar acciones y “reconocer desaciertos”, en un intento por mantener la cohesión de sus seguidores.
“Hubo propuestas de forma y de fondo, ya no más complacencia con la dirigencia, el que llegue que venga a trabajar y por obligación tendrá que informar, el que llegue a servir sea bienvenido, el que llegue a servirse sea exhibido. Buen ejercicio sin duda, que, si queremos la unidad, claro que sí, siempre y cuando sea en base a los principios. Principios que, gracias a este I Congreso Político, ahora serán la base para definir ya muy pronto a una nueva dirigencia congruente en el decir y el hacer con los principios básicos y en línea con los contingentes de la CNTE”, escribió un docente en el muro de la organización sindical.
