El agua se agota…

En 2023 alrededor de 2 mil millones de personas no cuentan con acceso al agua potable y 3,600 millones carecen de acceso a un sistema de saneamiento y almacenamiento eficaz.

Mural purépecha de Alfredo Zalce

El agua se esta agotando. Cerca del 26% de la población mundial carece de agua potable y el número aumentará irremediablemente en las siguientes décadas. En 2023 alrededor de 2 mil millones de personas no cuentan con acceso al agua potable y 3,600 millones carecen de acceso a un sistema de saneamiento y almacenamiento eficaz.

Es muy grave lo que esta sucediendo.

Día a día hay más devastación de las aéreas naturales, poco importa si son áreas naturales protegidas o no, la ley no se cumple.

La riqueza ambiental; bosques, selvas, agua, oxígeno, son invaluables y son cuestión de seguridad nacional,

Los países que tengan agua limpia serán a un futuro muy próximo, los más poderosos de la tierra, pues en sus manos tendrán el vital líquido necesario para la supervivencia no solo de los humanos sino del planeta.

Sin agua no hay vida. No germinan las semillas, la tierra se torna árida, los animales, las plantas, los seres humanos mueren.

El agua se agota.

Morelia fue edificada en este lugar porque tenía todo para ser sustentable, la rodeaban montes llenos de árboles milenarios captadores de agua que enriquecían los mantos acuíferos, brindando aire puro y agua en abundancia a sus habitantes. La Mintzita era un lago cristalino en donde abundaban peces para el consumo humano.  Alimentado por un manantial grande, cristalino, lleno de vida, incluso aun está el faro, que servía de referencia para quien navegaba por esas aguas de noche. Actualmente poco queda del agua cristalina y grandiosidad del lugar, desde hace años está ahí la fábrica de papel CEPAMISA, absorbiendo agua y expeliendo gases malolientes.

 Los árboles que rodeaban y embellecían la ciudad de Morelia, han sido talados de manera irracional, los montes están pelones y secos, el clima ha cambiado. Morelia no tiene como antes un clima templado, ni llueve cómo y cuando llovía. Se la han ido acabando so pretexto del “desarrollo”.

Existe aún un pulmón captador de agua, rico en manantiales, incluso hasta hace poco aún existía flora y fauna maravillosa; me refiero al sur de Morelia, el cual precisamente por aún contar con esta riqueza en agua y un clima mucho mejor que el resto de Morelia, está siendo asediada por fraccionadores y personas sin conciencia que desean hacerse de estas tierras y del agua de la que se surte Morelia.  

Los habitantes de esta zona están muy preocupados, con toda la razón; sus pozos están siendo sobre explotados, al nivel de desecación por los fraccionamientos. Los árboles están siendo talados y/o quemados, para construir fraccionamientos que ofrecen al comprador “vivir en la naturaleza”.

Los nuevos fraccionamientos están conectando sus desagües directamente a los ríos, lo cual aumenta el flujo de agua, además de contaminarlos desmedidamente, y a su vez contaminar el subsuelo, contaminando los mantos freáticos.  Esto es un peligro para todos los habitantes de la Tenencia Morelos,  sobre todo la zona de San José del Cerrito, Real de San Diego, El Pueblito, Country las huertas y otros más, los cuales cada año, sufren de inundaciones, y deslaves en la época de lluvias.

Desde hace meses en San José del Cerrito, el agua se surte a cuenta gotas, solo durante unas horas, determinados días. Hace unos días robaron el pozo de la comunidad por lo que no hay agua, y no se sabe hasta cuándo habrá.

Así como este caso, hay muchos y habrá más.

Esta área de Morelia tenía mucha agua pues recibía toda la afluente de los ríos y cascadas ubicadas en los cerros de arriba, Santa María, Jesús del Monte y San Miguel.

Por eso abundaba el agua, aire puro, flora y fauna abundante. Los mantos acuíferos de estas zonas alimentan al manantial la Mintzita, el cual, a su vez, alimenta al lago de Cuitzeo, uno de los lagos más bellos y grandes del país, que está sufriendo grave desecación, al igual que el lago de Pátzcuaro.

Ambos estaban rodeados de bosques. Desde hace años están desecándose y enfermos de tanta contaminación, y sobre todo porque los bosques que los rodeaban ya no existen, por lo tanto ya no hay agua en el subsuelo que les alimente.

La zona sur de Morelia, esta plagada de historia y leyendas, ambas ya casi en el olvido. Por ejemplo, el manantial ya mencionado, lleva este nombre en honor a la princesa Purhépecha Mintzita, cuyo significado es Corazón.

La leyenda de la princesa se remonta a la época prehispánica, cuando a esta tierra donde abundaba el agua, los lagos, se llamaba Michihuacan, nombre náhuatl que significa, lugar de pescadores.

Los habitantes de estas tierras mantenían una relación armoniosa y estrecha con la naturaleza. Observaban sus ciclos y admiraban su perfección. El agua, el fuego, la tierra y los astros eran los dioses tutelares de los Purhépechas.

 A la princesa Mintzita le gustaba hilar en un rudimentario telar que ella instaló en el tronco de un árbol. Cuando el lago se agitaba y sus olas se tornaban verdes, Mintzita se pasaba horas enteras mirándolo. Por las noches, cuando la Madre Luna aparecía en el horizonte, la princesa purépecha exponía su cuerpo desnudo a su pálida luz. Decían que había enloquecido. Pero no era verdad. Mintzita seguía adorando a sus dioses; la madre luna, el padre sol.

La leyenda es larga y esta basada en la batalla espiritual que se dio en los corazones Purhépechas, tras la conquista española e imposición de nuevos dioses.

Por estas tierras caminaron Morelos e Hidalgo, en la lucha contra el ejército realista que resguardaba a la Nueva Valladolid, hoy Morelia.

El camino de San José del Cerrito era el antiguo camino a Pátzcuaro, estaba bellamente empedrado, rodeado de enormes árboles, y en la cercanía una bellísima cascada, por la cual bajaba un enorme torrente de agua procedente de las tierras Pirindas, hoy Santa María, desde donde estratégicamente se divisaba el valle de guayangareo, hoy Morelia.

 Hay muchas leyendas en ese lugar, donde los bandoleros, tras asaltar las diligencias que venían a Morelia procedentes de tierra caliente, pasando por Pátzcuaro llegaban a Morelia cargadas de oro y valiosas mercancías, se escondían para posteriormente repartir el botín entre la gente pobre, en su mayoría indígenas que eran en ese entonces  los pobladores de estas tierras, hoy llamadas tenencia Morelos.

La cascada aún existe, y aun es bella a pesar de que el agua que lleva está sumamente contaminada por las aguas negras de los fraccionamientos de Santa María y Altozano. Junto a la cascada hay un acueducto de 1864, el cual aun lleva un canal de riego para las tierras que aún son sembradas, desafortunadamente con agua turbia.

La valía histórica de esta zona es enorme, el ecosistema existente esta en desaparición, por la voracidad e ignorancia que existe. Pudiendo ser un cinturón verde, con agricultura orgánica, con acuíferos limpios, que coadyubaran agua para los morelianos, y continuasen alimentando a la Mintzita y al Cuitzeo. Sin embargo, tristemente el agua limpia ya no fluye por las venas de la madre tierra.

vazquezpallares@gmail.com