DEBATAMOS MICHOACÁN: Violencia, elementos de estudio. (Primera de dos partes)

Es importante incluir el contexto, la historia, y los sujetos porque cuando hablamos. (Foto: cortesía Gerardo Herrera)

La etimología del concepto de violencia nos remite al latín “violentia”, que es la cualidad de “violentus”. Así, debemos entender por “violentus” el que continuamente usa la fuerza. Veamos sus raíces latinas: vis, significa “fuerza”, que a su vez es una raíz que comparten palabras como “vigor”, “viril” y, aunque es difícil considerar también significa, “virtud”.

Lentus es un sufijo que tiene valor continuo. El adjetivo violentus supone una cualidad: la violentia, la esencia del ser violento. Pero también podemos observar que el ser violentus crea, esa cualidad violentia.

En mi trabajo cotidiano, como docente o bien como servidor público, regularmente hago reflexiones sobre la violencia, lo hago con servidores públicos, con estudiantes, con docentes, con mujeres, adultos mayores y con las juventudes, hoy, decido compartir algunas de mis reflexiones sobre el tema de la violencia, porque observamos que continua galopante y no hay norma, estructura operativa, servidores públicos o bien diseño de política pública que la pueda contener, disminuir o evitar, por lo que hay que continuar avanzando en su deconstrucción, así permítanme compartir con ustedes, reitero, los siguientes comentarios.

La violencia es considerada como el uso de la fuerza para causar daño, no obstante diversos teóricos han escrito sobre la violencia y encuentran semejanzas y diferencias; en el texto “Aproximación teórica al concepto de violencia: avatares de una definición” de Elsa Blair, hace mención a tres autores o teóricos: el primero, Chesnais, quien expresa que “la violencia en sentido estricto, la única violencia medible e incontestable es la violencia física”, es el ataque directo, corporal contra las personas, bajo un esquema brutal, exterior y doloroso; el segundo teórico es Domenach, él expresa que, la violencia es el uso de una fuerza abierta o escondida, con el fin de obtener de un individuo o un grupo eso que ellos no quieren consentir libremente; para Platt, entre otras violencias a las que identifica, expresa que la violencia es la fuerza física empleada para hacer daño.

Es interesante revisar dichas reflexiones teóricas porque, al menos Domenach plantea, que la fuerza utilizada puede ser abierta, o bien, puede ser escondida, y en este concepto existen condiciones para preparar un análisis alternativo.

Desde luego la definición de violencia como el uso de la fuerza para hacer daño y la intensión de obligar a la persona dañada a algo que no quiere, nos permiten avanzar en una construcción conceptual de su contenido, es decir, dicho concepto, plantea: primero, se trata de la actuación de una persona sobre otra; segundo, existen dos actores, el agresor y la víctima; tres, sujeto activo y victima o sujeto pasivo; cuatro, se aplica solo fuerza física; quinto, es una acción o comportamiento; seis, intensión de causar daño físico a la víctima; siete, obliga a la víctima a realizar algo que no quiere.

No obstante el concepto deja de lado diversas aristas fundamentales para la construcción del concepto, que hoy desde la complejidad, nos plantea tomar en consideración; más allá de utilizar la fuerza del agresor para someter, y obligar hacer algo que no desea la víctima, entre ello, contamos: primero, no considera el entorno social y cómo influye este, que es fundamental para la comprensión; segundo, es ahistórico, no cuenta el contexto en el que se desarrolla la violencia, solamente el momento (espacial y temporal), pero no revisa las contradicciones sobre las cuales se desarrolla; tercero, no solo son el agresor y la víctima, existen otros actores presenciales que son importantes sumar a la definición, así como otros actores que pudieran estar involucrados que nunca serán señalados; cuarto, no es solo violencia física, sino puede existir la coerción psicológica, chantaje, es decir, puede no existir violencia física, es decir, puede ser psicológica (ejemplo de ello cuando se aplica en una institución, o empresa la ley del hielo, o se congela a una persona a no hacer nada); no se alude a la violencia simbólica a la que hace mención Pierre Bourdiere; la intensionalidad puede ser no el daño, sino obtener resultados, entre otros elementos.

Hay diversas consideraciones a estos elementos, que podrían invisibilizar la definición conceptual, tales como: primero, el acto violento se origina y termina en el instante en que se produce, solo quedan los daños, posiblemente el castigo, y la reparación cuando es posible hacerlo, lo que genera que la investigación se centre en las causas de la violencia y el perfil del agresor (quien es, su conducta), tal vez de la víctima, pero se descuidara el contexto histórico social, por eso expresamos que el concepto es ahistórico.

El concepto es ahistórico, ya que solo describe hechos del momento, no busca más allá de lo que realmente sucedió antes del momento de la violencia, y esa posición evita revisar o conocer las causas no visibles, en donde las estructuras del poder de subordinación o bien de dominación sean creadas social e históricamente en diversos ámbitos (económico, social, político, racial o bien patriarcal), es ahí donde se puede vivir la violencia simbólica para atender el sometimiento, el disciplinamiento, la subordinación de manera naturalizada y normalizada.

Es importante incluir el contexto, la historia, y los sujetos porque cuando hablamos, por ejemplo, de violencia en el hogar, se atiende a la víctima y seguramente se castiga al agresor, no obstante, no se toman en cuenta cuestiones culturales y estructurales, como el machismo y el patriarcado, es decir, se mantienen las condiciones en las que esta violencia se reproduce. De esta manera, lo que es positivo para las fiscalías y los términos judiciales, no lo es para las políticas públicas al no poder atenderlo desde la raíz del problema.

De ahí, la importancia de ir no a lo inmediato, sino ampliar el espectro y con ello, avanzar en ampliar la definición, una propuesta que ya tiene cuando menos dos décadas, es la que sugiere John Keane, en su texto “Reflexiones de la Violencia” él expresa que, violencia es un interferencia física que ejerce un individuo o un grupo en el cuerpo de un tercero, sin su consentimiento, con diversas posibilidades de hacerle daño, pero siempre es un hecho relacional, en donde la víctima no recibe un trato como sujeto social, sino como objeto merecedor de castigo físico e incluso destrucción. Así la definición nos lleva a considerar que la violencia es relacional socialmente, y además, la subjetividad de la víctima es negada o disminuida, tratándole de objeto, es decir, se le niega la alteridad a la que se refiere Carlos Eskliar. Espera la segunda parte, la próxima semana, escribiremos sobre las causas, el origen de la violencia, tipos, formas y sus estructuras, las dinámicas que se utilizan, los impactos sobre el cuerpo, la valoración que se debe realizar sobre un acto de violencia.