Miedo y desconfianza mueven a colonos contra gasoducto al sur de Morelia

Circula entre vecinos el supuesto permiso del Ayuntamiento para la construcción, con más huecos informativos que alimentan desconfianza

Vecinos de varias colonias nutren el plantón para manifestarse en contra de la obra. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Si el miedo a un siniestro prevenible, fue lo que movió a las y los vecinos del suroeste de Morelia a establecer un plantón en contra de la construcción de un gasoducto al suroeste de Morelia, la desconfianza ante la autoridad municipal ha reforzado la necesidad de organizarse en resistencia a un proyecto que les representa una “bomba de tiempo” que pondría en riesgo su salud y su patrimonio.

Hace dos semanas, vecinas y vecinos de la colonia Rinconada del Valle advirtieron una obra en fase inicial en la calle Encuentro de Maravatío, a espaldas de plaza La Huerta al sur de Morelia. Pensaron que era un tubo de drenaje, pero gracias a los ingenieros que tienen su domicilio en la zona pudieron identificar que se trataba de un tubo para gas, lo cual prendió las alarmas. Desde entonces han solicitado información al Ayuntamiento de Morelia, pero su demanda no ha sido satisfecha. Al momento se mantiene activo un plantón que se estableció desde el martes 2 de mayo.


“No nos han mostrado su estudio de impacto ambiental ni de impacto social”, declara Laura Alva, secretaria del comité vecinal constituido para la resistencia ciudadana contra este proyecto y guardia del plantón. “Si todo está bien, ¿por qué nos ocultan la información? ¿Por qué no nos muestran los papeles?”, cuestiona con tono demandante.

Ha habido presencia de autoridades municipales en una asamblea vecinal, donde se esperaba que proporcionaran los datos que les fueron solicitados. Sin embargo, “vinieron a decir que fuéramos a (las oficinas del Ayuntamiento que se encuentran en la colonia) Manantiales. ¿Por qué tenemos que ir? ¡Que ellos vengan! ¿Por qué no nos vinieron a informar y preguntar antes si estamos de acuerdo con que se construya el gasoducto?”, dice María del Carmen López Castellanos, vecina también en la guardia del plantón.

Alarma ante silencio de la autoridad municipal

Genera nerviosismo entre vecinos y vecinas el hecho de que los tubos estén apenas a 80 centímetros de la superficie pavimentada. Les ha llamado la atención también que haya tubos unidos con cintas blancas, apreciables a simple vista por quien pase por la zona en construcción: “No somos especialistas y no lo tenemos que ser para ver que están haciendo las cosas mal. Esto es una bomba de tiempo que pone en peligro nuestra seguridad y la de nuestro patrimonio”, dice la secretaria Laura Alva.

Comenzó a circular ya en grupos de WhatsApp la fotografía del que sería el permiso otorgado por el ayuntamiento para la construcción del gasoducto, el cual, en lugar de aclarar las dudas, las multiplica: “Se expidió el permiso sin que se especifiquen los datos del propietario. ¿Quién es? ¿Quién va a responder acá si hay un accidente?”, continúa Laura Alva en su relato del miedo y la desconfianza que les genera la construcción de una obra entre tanta desinformación.

Entre los referentes de las vecinas entrevistas están presentes las consecuencias mortales de accidentes como los de Guadalajara en 1992 y el colegio Rébsamen en 2017, catástrofes que –reconocen– si bien no corresponden a la misma materia que este gasoducto, son referidas como accidentes similares en su narrativa en la medida que les antecedió una historia de corrupción que hizo imposible prevenir las consecuencias letales que dejaron.

En la fotografía del presunto permiso tampoco está especificada la superficie de construcción que correspondería a la obra. Entre los elementos que levantan la sospecha de vecinos y vecinas está también el correo que se establece para el contacto por parte del poseedor: “Dice aquí que el arrendatario es el Ayuntamiento, pero el correo electrónico que aparece no es oficial, sino de una empresa llamada Gas Natural Industrial”.

A estas alturas el miedo y la desconfianza comienzan a alimentar las especulaciones: “El mismo Yankel Benítez [secretario del Ayuntamiento] dice que este permiso se dio hace seis o siete años, en la anterior administración de Alfonso Martínez. ¿Por qué están tan interesados en que se lleve a cabo, aun cuando no hay un estudio de impacto ambiental y social? No nos extrañaría que se beneficien de estos negocios particulares”.

La inquietud no es solo de los vecinos y vecinas inmediatos, sino de una serie de colonias que estarían siendo directamente afectadas en el mediano o largo plazo por el proyecto “Red de Distribución ‘Troncal Manantiales’”, que en los dichos entre vecinos trasciende que tiene como intención conectar toda Morelia.

Actualmente son nueve las colonias que se han sumado a la organización: Torremolinos Oriente, Torremolinos Poniente, Rinconada del Valle, Villas Morelianas, El Vivero, Rector Hidalgo, Michelena, Riviera 1, Riviera 2. Hay tres más que, se espera, se sumen pronto: “Ayer fuimos a informar a la colonia Pinos, a Cosmos y a [Jardines del] Toreo”.