Programa Pueblos Mágicos: ¿continuidad o intermitencia?

El frío en municipios como Tlalpujahua persistirá a altas horas de la noche, pero en otras áreas de Michoacán hará mucho calor | Fotografía: Archivo.

Uno de los programas turísticos emblemáticos en las últimas décadas del gobierno federal, es el Programa Pueblos Mágicos (PPM), el cual inicia en el año 2001 como parte de una estrategia para impulsar el turismo, cuya finalidad es orientar y estructurar una oferta turística complementaria y diversificada, basada principalmente en los atributos históricos y culturales de localidades con características particulares. El PPM forma parte de la política turística en México, actúa directamente sobre las localidades como un distintivo del turismo para lograr el desarrollo de los habitantes residentes y hacer de la actividad turística un mecanismo que favorezca a elevar su calidad de vida.

De esta forma, el PPM surge como una iniciativa para incrementar la llegada de visitantes en localidades con un limitado nivel de desarrollo y que requerían dinamizar la actividad turística que permitiera elevar los niveles de bienestar, acrecentar el nivel de empleo, incrementar las inversiones y aprovechar los recursos culturales y naturales de las localidades

La Secretaría de Turismo define a un Pueblo Mágico (PM) como “una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin, magia que emana en cada una de sus manifestaciones socio-culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico”. Se trata de “una localidad que a través del tiempo y ante la modernidad, ha conservado su valor y herencia histórica cultural y la manifiesta en diversas expresiones a través de su patrimonio tangible e intangible irremplazable”.

El punto de encuentro y confluencia de los diferentes actores se denomina Comité de Pueblo Mágico (CPM). Deberá ser el interlocutor entre los diferentes órdenes de gobierno y la población de la localidad; como instancia de consulta y análisis de los proyectos turísticos. Además, deberá elaborar un Plan de Trabajo Anual, mismo que será el instrumento para guiar las estrategias en materia turística.

El PPM cuenta con ciertos criterios para la incorporación y permanencia. El primero se refiere a los elementos generales que deberán cumplir las localidades aspirantes a obtener el nombramiento. Mientras que el proceso de permanencia se refiere a los aspectos de evaluación de desempeño, a los cuales deben ceñirse las localidades incorporadas, con la finalidad de mantener el nombramiento, este se realiza de manera anual.

El PPM dio inicio con la incorporación de cuatro localidades, actualmente suman ciento treinta y dos PM. Exceptuando la Ciudad de México, todos los estados de la república mexicana cuentan con al menos un PM. Los estados de Puebla y el Estado de México cuentan con el mayor número de localidades con este distintivo, diez respectivamente, le siguen Michoacán y Jalisco, con nueve cada uno. En contraparte, Baja California, Colima, Guerrero y Tabasco cuentan con un PM.

Se identifican cuatro momentos por los cuales ha transitado el PPM: primero: Programa Pueblos Mágicos (2001-2013), para atender exclusivamente la permanencia e incorporación de localidades. Segundo: Pueblos Mágicos y Destinos Prioritarios (2014-2015). Tercero: Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos (2016-2018), estos dos últimos, además de atender a los PM, también se orientaban hacia otros destinos turísticos del país.

Un cuarto momento, se identifica a partir del 2019 hasta la actualidad, ya que, a partir de dicho año, no se incluye en el presupuesto de egresos de la federación. Pese a esto, el gobierno federal ha seguido implementando una serie de acciones, las cuales van desde la promoción y publicidad del eslogan “pueblo mágico”, la “Feria Nacional de Pueblos Mágicos”; elaboración de documentos como la “Estrategia Nacional de Pueblos Mágicos”; inclusive continuaron incorporándose localidades con este distintivo.

No obstante, existe incertidumbre y al mismo tiempo ambigüedad en el diseño e implementación del PPM, pues no queda del todo claro si continua en operación o simplemente se trata de acciones en el vació. Diversos factores se observan, el principal, sin duda se relaciona directamente con la ausencia de presupuesto público federal, los cual acota de sobremanera la implementación de las acciones para el fomento y fortalecimiento de los PM.

En ese mismo sentido, la “Estrategia Nacional de Pueblos Mágicos” presentan inconsistencias y ambigüedades en su diseño. Se observa una deficiente coordinación y seguimientos con los Ayuntamientos y el CMP. Favoritismos en la conformación de los CPM; y al margen de este último, casi nulo fomento de la participación e involucramiento ciudadano en las acciones implementadas del PPM.

En el plano económico, existen algunas limitaciones relacionadas con: insuficientes acciones para fortalecer la economía de los PM, muy poca coordinación con otras dependencias gubernamentales para implementar acciones en materia económica. Además, muy pocos y deficientes instrumentos de seguimiento y capacitación a los prestadores de servicios turísticos. Pocas acciones para fomentar el empleo turístico; escasas acciones para incentivar la producción, distribución y consumo de los productos y servicios locales; bajo nivel de fomento a la inversión, insuficientes acciones para fomentar la infraestructura turística y pocas estrategias de promoción de los productos y servicios de los PM.

De hecho, en algunos casos se ha documentado la aversión que persiste en la población residente en los PM, en torno a la focalización de los beneficios que este programa representa para cada sector poblacional. La ciudadanía percibe que existen ciertos grupos claramente identificados que continúan siendo los más beneficiados, como los empresarios locales o incluso los funcionarios de los ayuntamientos, dejando al margen a la mayoría de la población. Lo cual refleja una contrariedad entre el discurso gubernamental (mejorar el nivel de vida de toda la población de estos destinos) y la percepción de la población local.

Examinar la continuidad del PPM favorece la verificación, tanto al logro de los resultados de las actividades efectuadas para la provisión de bienes o servicios dirigidos a la población, además permite revisar aspectos de acciones relacionadas a la función propia gubernamental para la implementación del programa. Se constataron diversos elementos de continuidad del PPM, pero al mismo tiempo se identifican algunos otros que transitan en la intermitencia, el de mayor peso sin duda, la interrupción del presupuesto público federal, que limita de manera importante su implementación.

Habrá que seguir de cerca la evolución de este programa gubernamental, con mayor razón, cuando se observa que existen otras prioridades para este gobierno federal en materia turística. Todo esto sin contar con otro tipo de factores que limitan el desarrollo de la actividad turística en los PM, como lo es la incursión de la delincuencia organizada en estos destinos que demanda analizar las dinámicas socioeconómicas y la atención de los distintos niveles de gobierno.