Morelia, Mich.- De diez personas abordadas para saber si han tenido algún problema para ver surtidas sus recetas de medicamentos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sólo una dijo que sí, razón por la cual abandonó su tratamiento temporalmente. La gran mayoría, en cambio, se siente satisfecha con este aspecto del servicio.
Cuando se le pregunta a Piedad si le han surtido toda la medicina que necesita para la artritis y la hipertension dice que este mes sí, todo: “Hemos tenido suerte. Es rara la vez que no. A veces uno que otro medicamento, pero en general tengo mis medicinas”. Tiene 76 años.
América y María Elena van juntas, una tiene una fractura en el codo, la otra várices y una serie de enfermedades que mejor no enlista: “¡Qué no tengo!”.
La primera mo ha tenido ningún problema, la segunda sí: “A mí no me han surtido la pentoxifilina y no me acuerdo cómo se llaman las otras. Duró mucho que no la había hace como 4 o 5 meses”.
Derivado de la falta de medicamento, María Elena, de 68 años, dejó su tratamiento. Se le ve ahora en la clínica porque los malestares han regresado y otra vez necesita ver si las puede conseguir.
El caso contrario es el de Marco Antonio, quien a sus casi 70 años acaba de tener una cirugía a corazón abierto. Es enfático no sólo en que nunca le han dejado de surtir sus recetas, sino en que tiene una opinión totalmente favorable del sistema de salud en México, aunque recalca que hay resistencias en Michoacán.
Tuvo que ser trasladado al hospital de especialidades Centro-Occidente de Guadalajara para ser operado, porque aquí no se cuenta con la tecnología que requería.
El único problema, que refiere incluso comp un desastre,es el de los viáticos. “No los dan. No te los quieren dar. Tanto acá como en Guadalajara te piden documentos originales para poder darte el dinero, y o los das aquí o allá. No me consta, porque no los recibí pero dicen que te dan 80 pesos. No te alcanza para tres comidas y hospedaje de tu acompañante”.
María Isabel tiene el síndrome antifosfolípidos, un trastorno en el que el sistema inmunológico ataca las proteínas notmales en la sangre. Sale del IMSS con más de una decena de cajas de fármacos de seis distintos tipos. Siempre le han dado lo que necesita, refiere.
El aspecto negativo en su experiencia es más bien el trato: “Hasta los vigilantes y los recepcionistas son bien déspotas. La otra vez mi marido llegó sin cubrebocas porque el presidente dijo que se levantó la cuarentena y hasta se burlan. Uno a veces llega sintiéndose bien mal y lo tratan así”.
