Inicio Morelia Ollas agrícolas secas, pero no hay situación de alarma: Saderma

Ollas agrícolas secas, pero no hay situación de alarma: Saderma

El plan contingente es esperar a que lleguen las lluvias, dijo el titular de la Secretaría de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente municipal

Producción rural del municipio, sin riesgos pese a las altas temperaturas, según funcionarios del sector. | Fotografía: Prensa Ayuntamiento de Morelia

Morelia, Mich.- Debido a la sequía de este año, así como a la actual ola de calor que ha golpeado el municipio, en las tenencias de Morelia y sus tenencias las ollas agrícolas están secas, situación que ha impactado a todos los productores agropecuarios, dijo el secretario de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente (Saderma), Guillermo Cuitláhuac Marín Chávez, quien aseguró que pese a esta condición, el municipio no se encuentra en una situación de alarma.

Durante la presentación de la cuarta edición del “Mercadito rural”, a celebrarse este fin de semana en la calzada de Fray Antonio de San Miguel con el fin de promover las “vocaciones turísticas” de las tenencias, el secretario presumió que se han construido 40 ollas agrícolas durante su administración.

Sin embargo, desconocen la cifra total de ollas en el municipio. Lo que sí señaló es que se encuentran a una capacidad de entre 10 y 15 por ciento de agua. “Ahorita prácticamente todas están secas”, resumió.

Aunque en algún punto de su discurso el secretario reconoció que la situación es “complicada”, también sostuvo que “no estamos en una situación de alarma”.

Argumentó que en temporada de secas las ollas terminan con un 20 o 25 por ciento de agua, esto es, apenas 10 por ciento más de su capacidad actual; por otro lado, que “los productores están acostumbrados a esto”.

Cuitláhuac Marín declaró que “el plan contingente es esperar a que empiece la temporada de lluvia para dar apoyo técnico a los productores” y que se espera que no tarde mucho: “Si empezara a llover en unos 15 o 20 días todavía estamos en tiempo de salir”.

Recalcó que hasta ahora se ha distribuido semilla y fertilizante entre productores, pero que está esperando que llegue la lluvia para sembrar y reforestar.

Anunció que se darán cursos de capacitación de bloques nutricionales para el ganado, para que los animales se repongan de la falta de alimento que deriva de esta sequía, aunque también dijo desconocer cuántos animales están en situación de desnutrición.

Considerando que la actividad agrícola en el municipio tiene como principal finalidad el autoconsumo (y no la venta o exportación), el secretario dejó ver que no existe un programa claro para atender a las personas que se podrían quedar sin alimento debido a un impacto mayor derivado de esta situación.

“En dado caso que se dé la contingencia, por supuesto que tendremos que tomar un plan de acción para ayudarles”. A solicitud de que detallara algo al respecto, el secretario dijo esto: “Apoyarlos con apoyos económicos, ver la forma de apoyarlos en algún tema o actividad que ellos puedan realizar, para que tengan un diferente ingreso [sic]”.

Cuestionado sobre si no sería mejor prever una situación tan extrema como esta en lugar de esperar a que se dé, se excusó de la siguiente manera: “No, porque la contingencia no depende de nosotros, depende del tiempo”.

Jorge Calderón, jefe de personal de Agricultura, dijo que de las 37 mil hectáreas agrícolas que hay en el municipio y sus tenencias, 16 mil son de de maíz, el resto de sorgo, avena y trigo. La mayoría es de temporal, mientras que sólo 3 mil o 4 mil son de riego: “Estamos sujetos al tiempo. Ahí sí no se puede hacer nada, hay que esperar”.

Por su parte, Salvador Gutiérrez, jefe del departamento de Ganadería, dijo que se tienen registradas alrededor de 2 mil 456 unidades de producción ganadera, lo cual representa un estimado de 36 mil y 46 mil cabezas de ganado.

Mientras que la actividad agrícola está presente en las 14 tenencias, la ganadería, en cambio, se da más al norte que en el sur, es decir, según lo que reconocieron los funcionarios, en las zonas con mayor falta de agua.

Las ollas de agua han sido cuestionadas por evitar la infiltración de las lluvia en el suelo, el escurrimiento natural de éstas, así como el acaparamiento. El propio Roberto Arias Reyes, coordinador general de la Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas (Ceac) en Michoacán ha dicho que hay alrededor de 20 mil ollas sin regulación en la entidad que “se están robando el agua”.

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