Las cooperativas: ventajas y retos

Las cooperativas son organizaciones de auto-ayuda en las cuales los asociados son también copropietarios y tienen tanto derechos como obligaciones.

En un mundo donde predomina la pobreza y la marginación social, las cooperativas siguen siendo una alternativa para lograr mejorar el bienestar de millones de personas; en efecto, el modelo cooperativista es plenamente vigente, ya que conlleva diversos beneficios no solo para los miembros de las cooperativas sino también para los consumidores finales de producto.

Las cooperativas a diferencia de las empresas privadas, tiene una distinción muy importante en cuanto a su organigrama, pues mientras en las privadas existe un orden jerárquico, en las cooperativas todos los socios son iguales en cuanto a su estatus dentro de la misma, lo cual ayuda a generar un sentido de pertenencia importante para todos los miembros.

El Instituto Nacional de Economía Social (INAES) refiere que al eficientar gastos y asegurar suministros para todos los miembros de la cooperativa, se permite que el costo final de los productos sea mucho más bajo, haciéndolos más accesibles para el consumidor final.

Vale destacar sobre las peculiaridades de las cooperativas. Se trata de empresas que privilegian valores y principios relacionados con la ayuda mutua, la responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad o la solidaridad, por encima de la obtención de un lucro monetario en el mercado.

“En las sociedades cooperativas, a diferencia de otros modelos, los trabajadores son los dueños de la empresa. Por tanto, existirá una motivación mayor ya que todos los trabajadores tienen un mismo objetivo que es el beneficio de la cooperativa. De hecho, los beneficios de la sociedad se repartirán en función del volumen de trabajo de cada uno”, coinciden expertos en el tema.

Las cooperativas son organizaciones de auto-ayuda en las cuales los asociados son también copropietarios y tienen tanto derechos como obligaciones de participar en fijar metas, tomar decisiones y en los procesos de controlar y evaluar la cooperativa, de ellos. Los asociados deciden sobre los servicios que se les debe prestar y los beneficios que les ofrece o logra la cooperativa.

No debe olvidarse que la cooperativa necesita producir beneficios visibles y tangibles tanto económicos como sociales para sus miembros. Las cooperativas pueden solamente desarrollarse como organizaciones autónomas cuando son capaces de servir a sus socios por medio de su actividad empresarial.

Debe haber incentivos para quienes contribuyen con sus propios recursos (capital, trabajo, producción) al desarrollo de la cooperativa. Una razón importante del fracaso de las cooperativas es la falta de participación de los asociados. Es sumamente relevante que ellos actúen a la vez como usuarios y como propietarios en el desarrollo de las organizaciones cooperativas mediante la participación a tres niveles: Participación en la provisión de recursos (participación en insumos), por ejemplo al contribuir con capital, trabajo, entrega de producción; participación en los procesos de la organización cooperativa al tomar decisiones, como un asociado en la asamblea general, reuniones de sección, grupos de trabajo, comités o como líder elegido en el consejo; y participación en los beneficios producidos (participación en resultado), al compartir los excedentes ganados durante el año por la empresa cooperativa, en forma de reintegro por apoyarla en las actividades, interés por cuota de capital, o el uso de instalaciones y servicios conjuntos. (FAO).