La política turística estatal: su desarticulación, el común denominador

Cambios de estrategia en promoción turística, plantean hoteleros. | Fotografía: Agencia Comunicación Gráfica

De acuerdo con cifras del Plan de Desarrollo Integral del Estado de Michoacán 2021-2027 en 2019, año previo a la pandemia, la participación del PIB turístico en el Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) en Michoacán se ubicó en 10.22%, lo que colocó a la entidad en la décima posición del ranking nacional. El PIB turístico sintetiza en un solo indicador todo el conjunto de actividades que se desarrollan en torno al turismo.

El estado de Michoacán, sin duda es un referente turístico no solo a nivel nacional sino también en el contexto internacional. Esto, debido al conjunto de atributos culturales, gastronómicos, naturales, etc. que invita a los viajeros a visitar los distintos destinos turísticos del Estado. No obstante, su existencia no es suficiente para que los turistas se desplacen hacia los centros turísticos de esta entidad. Es necesario la implementación de una serie de acciones que orienten la decisión del turista y responder al cuestionamiento ¿Por qué debe desplazarse de su lugar de origen hacia cualquier sitio de Michoacán y no a otro destino? En otras palabras ¿Cuáles son los factores que motivan visitar Michoacán y no otro estado o incluso otra parte del mundo?

Es claro entonces, que el desarrollo de la industria turística necesita de la llegada de turistas, sin estos no tiene sentido el sector. La política turística juega un papel preponderante para generar mecanismos de “seducción” de los viajeros y orientar su decisión para visitar los distintos destinos que ofrece el estado de Michoacán. La política turística entendida como el conjunto de acciones que el gobierno diseña, implementa y evalúa con la intención de generar las condiciones para brindar productos que satisfagan sus necesidades de recreación y visita, y con ello generar una serie de beneficios para la población residente tales como; la generación de empleo, derrama económica, encadenamiento con otros sectores y subsectores, desarrollo de empresas, incremento de infraestructura, atracción de inversión, entre otros.

No obstante, en los últimos años se observa una desarticulación en la política turística en Michoacán que, lejos de abonar a generar condiciones para atraer turistas, inhibe o desalienta su decisión a visitar el Estado. A continuación, se mencionan cuatro tipos de desarticulación por los que transita la política turística estatal:

Desarticulación interdependencias. Si bien, la Secretaría de Turismo (SECTUR) es la responsable principal conducir la política de turismo, la coordinación con las otras dependencias del gobierno del estado de Michoacán o incluso con los municipios o regiones del estado para la implementación de dicha política es deficiente. Por ejemplo, un elemento indispensable para orientar la decisión del turista es la seguridad del destino. Desde hace ya varios años, los programas o proyectos derivados de la política turística estatal no son acompañados con acciones implementadas desde las instancias de seguridad estatales y las que son formuladas resultan insuficientes en términos de su funcionalidad.

Otro ejemplo, es el desarrollo de infraestructura carretera -elemento esencial- en los destinos turísticos. Lo que se observa, es la inexistencia de coordinación para la ejecución de programas de obra pública conjuntos entre la SECTUR y otras dependencias -Secretaría de Comunicaciones y Obras Publicas SCOP, por ejemplo-. Esto se observa a simple vista aproximándose a los llamados pueblos mágicos -por citar un ejemplo- una infraestructura carretera en muy malas condiciones desde hace por lo menos una década.

Desarticulación en los programas y proyectos. Si bien, se han logrado algunos avances en este sentido en la última década como lo ha sido en otras administraciones el “Programa estatal de turismo de Michoacán, 2012-2015” o el “Programa sectorial de turismo de Michoacán, 2015-2021”. Pese a esto, el marco para el diseño e implementación de los distintos proyectos turísticos derivados de estos programas ha sido segmentado. Cada dependencia gubernamental los formula e implementa por separado y de manera independiente en prácticamente todos los casos, lo cual inhibe la optimización de los resultados. Esto en el mejor de los casos, pues eventualmente no existen ni programas y/o proyectos para su implementación.

Desarticulación con el sector académico. Pese a que en los últimos años se han signado convenios de colaboración entre la SECTUR y la Lic. en Turismo sostenible y desarrollo local de la UMSNH, o entre la SECTUR y la Facultad de Economía de la UMSNH -por mencionar algunos- el marco para su implementación es endeble, ya que no se conoce hasta ahora un plan que garantice la plena colaboración y se corre el riesgo de quedar a nivel de buenas intenciones.

Desarticulación con el sector productivo. Uno de los sectores clave en la industria turística son las empresas o unidades económicas del sector. Desde hace algunos años, la política turística incentiva de manera muy limitada esta industria, esto se vincula con la falta de apoyo económico, de capacitación, de orientación, de seguimiento, etc. Lo cual deriva en el desarrollo incipiente del sector productivo. Y si a esto le añadimos el destino de los distintos apoyos gubernamentales para ciertos grupos o personas, atendiendo a distintos factores, el escenario se complica aún más.

La prevalencia en la desarticulación de la política turística estatal impacta invariablemente para el buen desarrollo de las condiciones turísticas en las distintas regiones del estado. Esto Incide en el bajo impulso para la mejora en la infraestructura turística (de todo tipo), de seguridad en el destino y al turista, de promoción y difusión de los productos y servicios turísticos, de entornos atractivos para el desarrollo de esta actividad, etc. y por consecuencia, todos estos factores determinan si los turistas visitan o no el estado de Michoacán.

No obstante, es innegable las acciones que en las distintas administraciones se han efectuado para fortalecer el sector turístico en el Estado, sin embargo, aún prevalece un escenario donde la desarticulación es el común denominados de este sector. Por lo que, es conveniente que la política turística estatal mire al turismo como un ecosistema donde convergen distintos actores y sectores, pero con un objetivo en común que es el desarrollo de esta industria.

Actualmente, el gobierno del Estado conduce la política turística a través del “Programa de desarrollo turístico y sus reglas de operación” publicado en el Periódico Oficial del Estado desde el 2019, en la administración del entonces gobernador Silvano Aureoles. Asimismo, existen también otras propuestas diseñadas por el ejecutivo estatal como la “Estrategia estatal de pueblos mágicos”. Habrá que seguir de cerca su funcionamiento y sobre todo su articulación, sin esta, los resultados seguirán con la misma tendencia.