Morelia, Mich.- De una terna de siete mujeres, en la que había activistas y defensoras de derechos humanos, Guadalupe de los Ángeles Torres Garibay, aviadora con más de 25 años de servicio, fue designada por el Cabildo del ayuntamiento de Morelia como la ganadora de la presea Amalia Solórzano Bravo 2023.
Frente a otras candidatas con trayectorias en el acompañamiento a víctimas de violencia de género contra las mujeres, la defensa de derechos humanos o el activismo, algunas de las cuales contaban con hasta 21 o 17 cartas de apoyo, la ganadora resulta un perfil interesante, dijo Nuria Hernández Abarca, porque rompe estereotipos.
“Cuenta con una gran trayectoria profesional de 25 años en la aviación civil […] Se ha destacado por ocupar puestos que sólo habían sido realizados por hombres, como gerente de Aeromar, sobrecargo también, y actualmente es inspectora verificadora aeronáutica en la Agencia Federal de Aviación Civil de la Secretaría de Infrestructura y Comunicaciones [sic]”.
Según Hernández Abarca, directora del Immujeris, fueron nueve los votos que obtuvo la ganadora, frente a dos a favor de Lorena Lisette Mena Chávez, quien se dedica a hacer tatuajes de pezones a mujeres sobrevivientes de cáncer. El resto de las contendientes no obtuvo votación alguna, como fue el caso de Tania Haidée Torres Chávez, exdirectora de la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana, y Yuritzi Alzate Serrano, quien hace acompañamientos a víctimas de violencia.
También participó la activista y parte del Consejo Ciudadano de Morelia, Ana Sherezada, y la activista, Maricela Moreno Andrade, quien se dedica a acompañar mujeres en situación de violencia.
Por último, se registró en la contienda Nelsy Vianey Peñaloza Pineda, quien tiene un restaurante donde contrata a mujeres víctimas de violencia y apoya a mujeres indígenas vendiendo sus productos sin intermediarios.
Será el 10 de julio cuando Guadalupe de los Ángeles Torres Garibay, quien ya se había inscrito sin éxito en años anteriores, recibirá un diploma alusivo al reconocimiento, así como una medalla de oro con su nombre grabado, con un valor de 70 mil pesos. La condecoración no incluye ninguna remuneración o estímulo económico.
A pesar de que en la presentación de las bases para participar la directora del Immujeris convocó específicamente a mujeres jóvenes e indígenas, hubo una con este perfil cuyo expediente no fue incluido en la terna final, ya que lo llevó con unos días de retraso. Sin embargo, Hernández Abarca dijo estar considerando darle también un reconocimiento, así como a las seis que sí se registraron pero no ganaron.
La presea Amalia Solórzano Bravo se otorga, según el ayuntamiento de Morelia, “con el objetivo de reconocer a mujeres, instituciones o personajes destacadas en diferentes ámbitos de convivencia humana que dan prestigio al municipio, estado o nación por promover condiciones de igualdad y espacios libres de discriminación y violencia para ese sector de la población”.
