Cotija, Mich.- Tras el nombramiento de Cotija como Pueblo Mágico este 11 de julio, todavía es necesario implementar algunos servicios y cumplir con obras de infraestructura, como el mejoramiento de caminos.
Así lo consideró Martín Barragán, residente y propietario de un negocio donde se venden quesos y productos típicos de la región, quien añadió que aún quedan desafíos por resolver.
“Aunque tiene el nombramiento de Pueblo Mágico, todavía falta mucho en términos de conciencia por parte de la gente para mantener el pueblo más limpio y mejorar las vialidades, ya que en realidad están en pésimas condiciones”, expresó el oferente.
Asimismo, refirió sobre la seguridad que “las cosas no están muy bien”, aunque manifestó que no es una condición privativa de la comunidad o del estado, ya que en el país la violencia es cosa de todos los días.
No obstante, cuando se le preguntó si eso incluía a los turistas y visitantes de Cotija, el habitante del nuevo Pueblo Mágico afirmó que en general la localidad es segura para quienes acuden desde fuera, aunque reiteró que sería necesario arreglar las vías de acceso, toda vez que hasta el momento los vecinos han sido “olvidados” por las autoridades, sin mencionar que un oficio como la talabartería casi ha desparecido, al igual que otras tradiciones.
Por ello, Barragán esperó que, con el nombramiento de Pueblo Mágico, Cotija mejore su situación, la gente se preocupe por cuidar la localidad y se crean nuevos caminos, algo a lo que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla se ha comprometido antes de que culmine 2023.
Pero no sólo se trata de carreteras para facilitar la llegada a Cotija, aunado al nombramiento y a la mayor demanda de visitantes que seguramente recibirá, se hace necesario crear infraestructura secundaria, como señalamientos, espacios de recreo, alimentación para los turistas y, por supuesto, alojamientos.
Cabe señalar que desde que en 2001 se estableció el programa Pueblos Mágicos, existen ya 177 localidades con dicha denominación, de los cuales diez se encuentran en Michoacán.
Se trata de aquellos pueblos que, a pesar del tiempo, mantienen su patrimonio cultural, arquitectónico, tradicional e histórico, lo que los vuelve más interesantes a los ojos del turismo, aun cuando por parte de la Federación son pocos millones los que cada localidad recibe anualmente.
En el caso de Cotija, es de resaltar su arquitectura colonial del siglo XVI y su condición como cuna del escritor José Rubén Romero, autor de La vida inútil de Pito Pérez, así como del connotado cómico Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes ‘Cantinflas’, sin dejar de lado el queso artesanal por el que el pueblo es conocido internacionalmente.
