No basta con reforestar, se requiere frenar crecimiento ‘salvaje’: ambientalistas

"¿Qué me gano yo con reforestar mil plantas, si estoy dando permisos y eso está generando contaminación fuerte?"

Entre quienes más ataques sufren se encuentran defensores de bosques | Fotografía: Prensa Secretaría del Medio Ambiente.

Morelia, Mich.- Para una verdadera política ambiental no basta con reforestar, es necesario detener el crecimiento “salvaje” de la ciudad, declaró Jesús Ramírez, miembro del Comité de Vigilancia Ambiental Participativa del Área Natural Protegida (ANP) del manantial de La Mintzita.

El día de hoy el presidente municipal Alfonso Jesús Martínez Alcázar dio inicio, en la comunidad de San Bernabé, tenencia de Capula, al poniente de la ciudad, a la campaña de reforestación con la que busca cumplir la meta de un millón de árboles plantados en un año.

Con este y otros programas de su gobierno, como la entrega de calentadores solares en diferentes colonias, el alcalde pretende sostener su título autodeclarado de defensor del medio ambiente.

Sin embargo, para algunos habitantes de Jardines de la Mintzita, también al poniente de la ciudad, este tipo de acciones resultan insuficientes cuando se siguen dando permisos para los desarrollos inmobiliarios, materia que la administración local al menos ha destendido, dice Jesús Ramírez.

“¿Qué me gano yo con reforestar mil plantas, si estoy dando permisos y eso está generando contaminación fuerte? ¿Qué me gano yo con reforestar cada año, si no le doy seguimiento?”, cuestiona el comunero.

Pone como ejemplo las varias bodegas, “unas en construcción y otras ya terminadas”, que se encuentran entre la salida a Pátzcuaro y la salida a Quiroga, en la avenida Cointzio, así como las últimas etapas de los fraccionamientos Arko San Pedro, Villas del Pedregal, Villa Magna, Lomas de la Maestranza, entre otros.

Todos estos proyectos estarían demasiado cerca del humedal, indica, incluso (algunos) dentro de los 400 metros restringidos por el Programa de Manejo del ANP, por lo cual afectan la retención y filtración que recargan el manantial, el cual aporta el 40 por ciento del agua de Morelia.

Cabe mencionar que otro 40 por ciento viene de las cuencas del Río Chiquito y Río Grande al sur de la ciudad, donde el Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma de Santa María ha denunciado la construcción de sendos fraccionamientos e infraestructura vial que afecta a las zonas naturales protegidas por decretos históricos, acusando a su vez a Alfonso Martínez de promover los intereses inmobiliarios por encima de la seguridad hídrica de la región y el derecho de la población a un ambiente sano.

Otra problemática que hace insuficiente la reforestación como una política de cuidado ambiental son los incendios intencionados, los cuales forman parte —ha señalado Jesús en entrevistas previas para este medio— de un modus operandi de los fraccionadores antes de comenzar a lotificar, una práctica que no tiene sanciones mayores.

En este sentido, el comunero sentencia que si los gobiernos se declaran ambientalistas, “que sea con hechos y no con discursos”, lo cual se traduciría, a su juicio, por lo menos en una atención sostenida durante toda la temporada de lluvias a los árboles recién plantados.