DEBATAMOS MICHOACÁN: Violencia en continuum

En Debatamos Michoacán, me ha tocado abordar el tema de la violencia, pero en esta ocasión deseo compartir el tema de la violencia desde su epistemología. (Foto: cortesía Gerardo Herrera).

Explicar las epistemologías de la violencia no es cosa simple, existen diferentes formas de comprender la violencia y su manera como se construye, no es solo pensar en la asimetría de poder, sino el cómo comprender las asimetrías del poder para someter, controlar o disciplinar los cuerpos.

En Debatamos Michoacán, me ha tocado abordar el tema de la violencia, pero en esta ocasión deseo compartir el tema de la violencia desde su epistemología, así hablar de la violencia en continuum, de la violencia en espiral, del triángulo de la violencia, así como de las estructuras elementales de la violencia, cada una con sus teóricos y sus planteamientos. En esta ocasión abordare el tema de la violencia en continuum o bien rizomática.

La Violencia en Continuum, fue conceptualizada por Liz Kelly; para ella,existe un continuo de violencia sexual, o violencia contra las mujeres. La investigación feminista en las décadas de 1970 y 1980 insistió en el vínculo entre las diferentes formas de violencia y contribuyó a constituir, al hacerlo, un sujeto “mujer” en torno a la experiencia común de la violencia de género.

Liz Kelly, insiste en la noción de continuidad y nos invita a cuestionar sus múltiples usos y significados, tanto en el mundo militante, institucional o profesional, incluso agregaría en la vida cotidiana, dentro de la familia: más que una nivelación de la gravedad de la violencia o una equivalencia de formas y efectos, el continuo nos recuerda cómo la dominación y apropiación de los cuerpos de las mujeres por parte de los hombres constituyen un vínculo estructurante; en esta visión, me parece importante el efecto rizomático al que se refiere el texto de Las mil mesetas de Félix Guattari y Guille Deleuze, en donde queda claro que entre un punto y otro punto existe un continuum, que está vinculado por nodos, o nudos que van reforzando ese vínculo, o esa guía o rizoma, tal cual  se construye la violencia continua.

El continuo no debe entenderse como una línea recta que conecta diferentes eventos o experiencias. Diversos factores afectan el significado que los actos de violencia sexual adquieren para las mujeres, y su impacto inmediato y posterior. Estos factores incluyen: la naturaleza específica de la agresión, la relación entre el hombre y la mujer o niña, si se trata de un evento aislado o recurrente, el alcance de la amenaza percibida por la mujer en ese momento y en el contexto de la agresión, pero también cómo define el comportamiento del hombre, y si se refiere a experiencias previas. Es decir, las agresiones o actos violentos desde los muy mínimos como las miradas lascivas, piropos, chistes, tocamientos, pero puede transitar hasta el feminicidio.

Pero también, el concepto de continuo sugiere que el placer y el peligro no son opuestos mutuamente excluyentes, sino los dos polos respectivamente deseables e indeseables de un continuo de situaciones.

También el continuo se aprecia por el conjunto de acciones que pueden desarrollarse para ejercer la violencia sexual, que van del acoso sexual, la agresión sexual, presiones para tener relaciones sexuales, abuso sexual, llamadas por telefónicas obscenas, relaciones sexuales forzadas, violencia doméstica, exhibicionismo, violación e incesto.

Y en este sentido, la violencia ejercida sobre los cuerpos de los hombres por otros hombres a través de la dominación, al ser pares, pero en ocasiones a través de la subordinación, justamente por su orientación sexual o identidad o expresión de rol de género, opera también la violencia en continuidad.

Por ello, en el caso de la violencia en continuum recibida por homosexuales es de dos tipos en horizontal en su brecha de vida (la niñez, adolescencia, juventud, adultes y adulto mayor) y sobre un eje vertical de jerarquización, es decir de dominación o subordinación sobre sus cuerpos en diferentes momentos de su vida.

Avanzar en las reflexiones epistemológicas sobre la violencia es fundamental porque nos permite avanzar significativamente no solamente en los tipos de violencia y los espacios donde se comete los actos de violencia, sino en como se construye dicha violencia y los impactos que genera ésta sobre el cuerpo de la otredad.

En este mismo sentido, debemos hablar de la violencia en su generalidad o de las violencias, y generar un significado para cada una de ellas; o bien, hablemos de la violencia como control, porque no basta decir que es un proceso asimétrico de poder entre dos personas, la que genera la violencia y la que recibe los actos violentos de diversos tipos, el tema de la violencia es un tema que debe ser abordado en la complejidad para su entendimiento y generación de diseño de política públicas.

Cuando nos referimos a la violencia en su generalidad encontramos a varios teóricos quienes nos expresan las siguientes cuestiones, entre ellas se destaca que la violencia utiliza la fuerza para causar daño a una persona: el texto de Elsa Blair Trujillo “Aproximación teórica al concepto de violencia: avatares de una definición”, cita algunas posiciones teóricas, veamos estas: Jean Claude Chesnais, manifiesta: “La violencia en sentido estricto, la única violencia medible e incontestable es la violencia física. Precisa que la violencia es el ataque directo, corporal contra las personas, ello reviste que la violencia es: brutal, exterior y doloroso, es decir, hay fuerza con rudeza en contra de un sujeto.

Jean-Marie Domenach manifiesta que: violencia es el uso de una fuerza abierta o escondida, con el fin de obtener de un individuo o un grupo eso que no quieren consentir libremente. Esta definición de violencia aporta un elemento no reconocido, es decir, la violencia como fuerza escondida, que puede ser una amenaza, un mecanismo de control a través de una coacción contra la otredad.

En tanto que, para Thomas Platt, quien habla de al menos siete acepciones del término violencia, dentro de las cuales la que menciona como más precisa es: “fuerza física empleada para causar daño”.

El punto es que las tres definiciones de violencia plantean que existe alguien que genera daño al otro de manera intensional mediante la fuerza física o bien de otro tipo, con el propósito de obligar al otro, es decir al que se dañó o bien amenazó a que realice alguna acción que no quiere hacer. Por ejemplo, en la violencia en la calle, los asaltos a mano armada, en ocasiones es una mera amenaza, o bien, utilizar los golpes para entregar las pertenencias, reloj, celular, bolsa, cartera, zapatos, chamarra, cadenas, etcétera.

Las críticas a la construcción conceptual de violencia es que se somete a un binarismo, el que violenta y el violentado o la víctima, excluyendo el entorno social, la historia y con terceros sujetos, incluso factores de otra índole, que sería importante considerar.

Por otro lado, hablar de la fuerza, excluye también varios elementos a discutir cómo, la coerción moral, el chantaje, la relación de poder. De esta manera, es necesario seguir indagando, es decir, investigando sobre cuestiones de la violencia y sus epistemologías, en otros Debatamos Michoacán, seguiré compartiendo con los lectores de la columna otras epistemologías de la violencia.