El frente abierto del transporte público

José Trinidad Martínez Pasalagua salió a respaldar a los transportistas ante los desafortunados incidentes de violencia de este fin de semana.

Aspectos del Cablebús de la capital del país que el gobierno del estado buscará replicar en Uruapan | Fotografía: Gobierno Ciudad de México.

Morelia, Mich.- Aun cuando no haya iniciado formalmente el proceso electivo en Michoacán, el ambiente en el estado alterna entre una efervescencia claramente electoral y los brotes de violencia que se ciernen sobre él.

El último capítulo de esa lucha por el poder político se ha escenificado en Uruapan, donde el líder de la Comisión Reguladora del Transporte (CRT), José Trinidad Martínez Pasalagua, ha salido a avalar a los conductores de unidades de dos empresas, Colectivos Uruapan y la Cooperativa Tata Lázaro, luego de que la segunda de ellas sufriese al menos seis ataques armados en su contra.

Martínez Pasalagua, ni lento ni moroso, salió a solidarizarse con los transportistas y a mostrar que cuenta con respaldo de ese colectivo público, a más de un mes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) refrendara la resolución del 2 de junio del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (TEEM), que concedía el registro para participar en las elecciones de 2024 a uno de tres nuevos institutos políticos en la entidad, Tiempo por México, que preside la hija del célebre transportista, Karla Estefanía Martínez Martínez.

Así como los otros dos nuevos partidos, uno del exgobernador Jesús Reyna García y otro de Antonio Plaza Urbina, exfuncionario del alcalde panista Alfonso Martínez Alcázar durante su primera administración municipal, Tiempo por México no habría hecho pública la fuente de su financiamiento, aunque el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) la dio por válida y arguyó que, al tratarse de datos personales, no podía revelar de dónde habían salido los recursos para constituir dichos institutos políticos, ante la queja de los otros ocho partidos con registro en la entidad.

No es desconocido para nadie que precisamente donde se suscitaron los brotes de violencia contra la Cooperativa Tata Lázaro, esto es, Uruapan, el gobierno estatal anunció un proyecto de Cablebús por 997 millones de pesos al que se oponen los transportistas, en especial, el líder de la CRT.

El primer paso para la construcción del Cablebús fue la elaboración de la Ley de Movilidad y Seguridad Vial de Michoacán que el Congreso del Estado aprobó, como suele hacer cuando un tema es espinoso pero inaplazable, en una sede alterna, con lo que los transportistas que habían acudido a protestar a Palacio Legislativo no pudieron salir en la fotografía, manifestándose en contra de la decisión de los diputados.

Sea que el gobierno estatal haya conciliado con los transportistas o sea que haya ignorado su opinión, como parece haber ocurrido, lo cierto es que Martínez Pasalagua y Cía. avisa que no permanecerá con los brazos cruzados.

Seguramente, esa negociación con los grupos opositores ya la debe haber calculado el gobierno estatal, pues la gobernabilidad en el estado pasa por esa labor política y tal vez sólo estemos en los prolegómenos de la conciliación.