Villas del Pedregal: incumplimientos, corrupción y contubernios

Vecinos organizados, autonombrados pedregalenses, buscan independizarse y constituir un municipio propio

El considerado asentamiento humano más grande América Latina tiene una gran afluencia vial cada día, lo que entorpece la circulación en la zona poniente del municipio, aunque recientemente se aprobó una nueva ampliación del mismo | Fotografía: Archivo.

Morelia, Mich.- La historia del conjunto habitacional más grande de Latinoamérica, Villas del Pedregal, no se puede contar sin hablar de falta de servicios, incumplimientos, corrupción y conflictos de interés.

Estos elementos están presentes en la cronología que comparte Odín García, presidente de una mesa directiva de vecinos organizados en la cuarta etapa del megadesarrollo inmobiliario ubicado al poniente de Morelia.

Odín narra que el proyecto inició en 2005 con 821 viviendas a cargo de la constructora Solórzano, después constructora Cabosa; desde la segunda etapa en 2008 (mil 247 casas más) la construcción ha estado a cargo de Grupo Hogares Herso.

En ese momento, cuenta, la empresa habría hecho un convenio con Felipe Calderón a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), que se habría materializado incluso en que se regaló una casa por medio de un sorteo y mucha gente pudo comprar la propia, a pesar de no calificar para recibir un crédito. “Yo no sé cómo le hacían”, sugiere.

Ante el éxito comercial del proyecto, continúa, la tercera etapa del fraccionamiento contempló 11 mil 800 viviendas a construirse en cinco fases; todavía no terminaban la tercera de éstas cuando, en 2012, comenzaron a construir la siguiente etapa, que incluía 98 edificios con diez departamentos cada uno.

Los vecinos acusan incumplimiento, dice, ya que Herso habría entregado comedores sin techos, una ciclovía incompleta, travesaños sin columpios, cenadores sin asadores, estacionamientos sin nomenclatura; no les pusieron muro perimetral ni casetas de vigilancia.

A pesar de todo, continúa su narración, en 2016 la constructora retomó las fases cuatro y cinco, todavía de la tercera etapa, y en 2019 siguieron con la quinta (5 mil 200 viviendas más), cuya obra fue suspendida porque se presumía que no había escrituras para los terrenos que se estaban construyendo; sin embargo, “llega el delegado de Infonavit –en ese entonces, Sergio Adem [Argueta], amigazo de Herso– y continuaron”.

Hoy en día uno de los problemas más graves de este conjunto habitacional es la falta de agua. Contrario a lo que dice la publicidad en la página de Herso (“El fraccionamiento en Morelia más consolidado con todos los servicios”), sin bombas instaladas con recursos propios, los vecinos no tendrían acceso a este derecho más de dos o tres veces a la semana, pues no llega con la presión suficiente para que suba a los tinacos.

En este tema, sentencia Odín, el fraccionador y la autoridad “se echan la bolita”, ya que sólo las etapas I y II están municipalizadas, no así las III, IV y lo que va de la V, a pesar de que algunas de esas zonas tendrían que haberlo sido desde hace casi diez años. Se les cobra el agua y el predial, acusa, pero no se les da servicio de poda de jardines, basura, protección animal, baches o alumbrado, argumentando que eso es responsabilidad de la empresa.

En este momento la mesa directiva está abanderando un movimiento que buscaría que Villas del Pedregal pudiera constituirse como un municipio independiente, tal como lo ha hecho Charo, que tiene una población incluso menor a la de su fraccionamiento.

El lunes 24 de julio se aprobó en Cabildo, al frente del cual está el alcalde Alfonso Jesús Martínez Alcázar, la construcción de la séptima fase de la quinta etapa de un fraccionamiento que, a estas alturas, ya es más grande que los municipios de Cuitzeo, Cherán, Quiroga o Tzintzuntzan.

El punto de acuerdo fue presentado por el presidente de la Comisión de Desarrollo y Obras Públicas, el regidor panista Huber Hugo Servín Chávez, a quien los vecinos identifican como exempleado de Herso, por lo que sus acciones en la materia estarían atravesadas por un conflicto de interés, denuncia Odín.

Otro de los personajes que aprecen en el relato es Alejandro Contreras López, exsecretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, quien también habría promovido la expansión de un fraccionamiento construido por una empresa de la que habría sido socio (Herso).