Aumenta 50 por ciento la extorsión en Michoacán

Aunque hay penas más severas al haberse equiparado al secuestro, dicho delito pasó de los 63 a los 128 en los primeros seis meses del año.

El cierre de negocios en Uruapan el 2 de agosto estuvo motivado por amenazas hacia los comerciantes | Fotografía: Archivo.

Morelia, Mich.- Hasta un 50.7 por ciento subieron las extorsiones en Michoacán durante los primeros seis meses del año en comparación al mismo periodo de 2022, al pasar de 63 a 128 casos.

Según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), hubo un aumento de 65 incidencias delictivas, siendo la capital del estado y Uruapan los municipios que más casos registran, con 65 y 25 respectivamente, lo que equivale prácticamente a un 70 por ciento de este tipo de ilícitos.

A pesar de que la extorsión fue equiparada apenas en marzo al secuestro dentro del Código Penal michoacano, con penas que ascienden hasta los 25 años de cárcel, el delito se disparó al doble, en relación al año previo, cuando se habían presentado 63 casos en el territorio estatal.

Otros municipios que también presentaron incidencias por extorsión, aunque en menor grado, son Acuitzio, Ario de Rosales, Apatzingán, Cherán, Cuitzeo, Jacona, Madero, Paracho, Penjamillo, Puruándiro, Taretan, Tarímbaro, Tlalpujahua, Turicato, Tuxpan, Zacapu y Zitácuaro.

Cabe recordar que apenas el 1 de agosto un mensaje por WhatsApp habría circulado entre vendedores de tortillas, en el cual se los amenazaba supuestamente con quemar sus negocios en caso de que abrieran sus puertas, motivo por el que al día siguiente entre 400 y 415 tortillerías optaron por no arriesgarse y cerrar, por lo cual el gobierno del estado ya investiga e interpuso una denuncia ante la FGE.

Por otro lado, se debe exponer que Michoacán registró también un aproximado de 145 secuestros virtuales en los primeros seis meses del año, una modalidad en que la víctima es cooptada vía telefónica y en la que, a pesar de nunca encontrarse en riesgo real, entra en paranoia y sigue las instrucciones de los extorsionadores, quienes le piden a sus familiares la entrega de dinero para supuestamente dejarla en libertad, un delito del que es mejor cerciorarse, colgando la llamada y comunicándose con dicho familiar.