ECOS LATINOAMERICANOS: El revisionismo histórico

Se desató la polémica a raíz de los nuevos libros de texto que el gobierno federal tenía pensado distribuir para los docentes de la educación básica en todo el país | Fotografía: gobierno federal.

Los pasados días se desató la polémica a raíz de los nuevos libros de texto que el gobierno federal tenía pensado distribuir para los docentes de la educación básica en todo el país. En un sentido técnico, algunas de estas críticas estaban relativamente fundamentadas, había faltas de ortografía y fechas erradas en determinados hechos históricos.

A su vez, se generó una discusión muy fuerte en las redes sociales, derivada de la inclusión de un contenido de educación sexual mucho más explicito que en otras ocasiones, al tiempo que también se colocaban elementos como tipos de familia adicionales a la tradicional, y mayor visibilidad de ciertos rasgos étnico-culturales de las comunidades indígenas.

Desde luego, esto ultimo fue duramente criticado por el sector social conservador, mismo que no está acostumbrado a ver este tipo de situaciones de una forma tan directa. Aunque también, buena parte de estas críticas fue realizada sobre todo con un afán más político que social, ya que efectivamente hubo un interés de parte de la 4T de visibilizar estos temas, lo cual no iba a ser pasado por alto por la oposición, especialmente la conservadora.

Es válido que cada uno manifieste ciertas críticas, sobre todo técnicas, en los materiales de enseñanza. Ahora bien, los aspectos de corte social siempre serán más debatibles, lamentablemente ningún tipo de régimen tiene una neutralidad absoluta al momento de diseñar los programas de educación, es muy probable que dependiendo del interés político se privilegien ciertos temas sobre otros, por lo anterior, es muy complicado dejar completamente satisfecho en esta clase de temáticas a las personas.

Cuestiones como mayor exposición a la educación sexual, así como la reivindicación de las comunidades indígenas frente a  ciertos hechos históricos, son importantes de señalar, aunque hay que reconocer que nunca estarán exentas de crítica por determinados sectores y sus intereses. Sin embargo, lo que ya empieza a perder validez es la tergiversación de estas posiciones pedagógicas con un afán de crear un discurso político completamente ideologizado para criticar al gobierno. Lo cual acaba de ocurrir con Ricardo Salinas Pliego.

El señalado magnate y actual dueño de la cadena televisiva TV Azteca, se lanzó tanto en su cuenta personal como a través de sus presentadores de noticias contra los nuevos libros de texto tachándolos de propaganda comunista. Si bien, como ya se indicó, es valido manifestar inconformidad con determinados temas tanto sociales como culturales, resulta absurdo englobar lo señalado en los nuevos libros de texto como “educación comunista”. Prácticamente no hay ningún tipo de elemento que vincule una cosa con la otra.

Si bien el comunismo, entendiéndolo como el viejo modelo soviético y sus derivados, ha sido objeto de critica en la historia universal, sobre todo tras la caída de la URSS en 1991 y  debido también que hasta la fecha ningún régimen comunista superviviente ha mostrado rasgos democratizantes, debe de definirse bien este concepto y su uso, de lo contrario se cae en una especie de difuminación histórica, que es justo lo que Salinas Pliego y parte de la oposición política a la 4T están procurando con este discurso.

Ni AMLO ni la 4T representan el comunismo. Lo anterior puede comprobarse no solo observando las políticas del actual régimen, sino incluso analizando la historia reciente del presidente de la república y su partido MORENA.

Aunque es cierto, que, de manera muy minoritaria, en dicho partido militan algunas personas identificadas con la izquierda marxista, la realidad, es que, en términos generales, MORENA apenas logra rozar los términos ideológicos de la centroizquierda, y esto último es más en la teoría que la práctica.

MORENA, que es el partido principal y mayoritario de la 4T, está más bien colocado en una posición que entremezcla la socialdemocracia con un nacionalismo popular, referenciando muy poco o nada al viejo marxismo mexicano que llegó a tener su notoriedad en los sesentas con la Liga Comunista 23 de Septiembre.

E incluso en la práctica MORENA parece más bien un partido de centro, al permitir el desarrollo del capital privado, generar ciertos ajustes y austeridad en el aparato burocrático y permitir la reformulación del TLCAN, ahora T-MEC. Aunque también tiene un enfoque muy fuerte de los programas sociales hacia los sectores más vulnerables y está pretendiendo demostrar que el estado sigue siendo un actor relevante en la esfera económica, desarrollando obras de comunicaciones y creando nuevas empresas para administrarlas directamente, en su gran mayoría a través del ejército.

Sin embargo, esto no tiene que ver con el concepto histórico del comunismo, o incluso del marxismo clásico. Ambos conceptos distintos conferidos por épocas y circunstancias distintas. Es muy importante tener en cuenta la relevancia de cada época histórica. Es innegable el legado de Marx y Engels en cuestión sociológica, económica, filosófica y política; como también no puede pasarse por alto toda la relevancia histórica que tuvo la Unión Soviética desde su fundación en 1922 y su influencia en nuestro subcontinente. No obstante, cada uno de estos temas es distinto y debe analizarse, y en todo caso criticarse de manera objetiva, conforme a sus circunstancias históricas y no estableciendo estigmatizaciones discursivas y dogmáticas.

La revisión no sólo de la historia latinoamericana sino de la historia universal es imprescindible para permitir una mejor visión y así ampliar el entendimiento y conocimiento de temas que han impactado en la historia de la humanidad. Si la 4T quiere ser recordada de buena forma en términos pedagógicos esta sería una buena opción, lo mismo sería para la oposición, que en este caso sería plantear un revisionismo histórico profundo, analítico y lo más objetivo posible, incorporando diversas perspectivas en esto último, en la temática de la historia, no sólo para la educación básica, sino secundaria, y media superior.