Seguramente en el acto de entrega-recepción, la actual secretaria de Educación Pública recibió de manos de su antecesora la información básica que orienta la actividad educativa, como son: los documentos jurídicos-administrativos, las leyes; reglamentos; decretos; normativos-administrativos internos y de facultades; así como el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024; el Programa Sectorial de Educación 2019-2024, el Reglamento Interior de la Secretaría; el Manual de Organización General de la Secretaria; la Plantilla de Personal de la Secretaría; los diferente inventarios de recursos materiales, financieros y de la infraestructura educativa nacional, así como el señalamiento de los asuntos en proceso, importantes y urgentes de atender.
No hay duda que entre los principales asuntos en proceso, estaría contemplado el seguimiento al desarrollo de la enseñanza-aprendizaje, correspondiente al ciclo escolar 2022-2023, la de mejorar los libros de texto gratuito y el material educativo para el ciclo 2023-2024; en los urgentes tendrían que haberse considerado entre otros, la deserción escolar, el rezago educativo y el retraso educativo de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, que nacieron entre 1998 y 2018, equivalente a dos ciclos escolares; problemática que se agudizó con la pandemia de la COVID-19. En lo importante: redoblar esfuerzos para seguir mejorando la educación del pueblo, empezando por mejorar las instalaciones educativas públicas; vincular los planes y programas de estudios al sector productivo de bienes y servicios y el mejoramiento de las condiciones salariales a los trabajadores de la educación.
Tarea nada fácil de cumplir cuando no se cuenta con una sólida preparación académica ni suficiente experiencia para planear, organizar y evaluar un proceso de enseñanza-aprendizaje. Limitación que se puede superar con voluntad, ganas de querer hacer las cosas y sobre todo habilidad para organizar los recursos disponibles de acuerdo a sus propiedades y capacidades en función de los objetivos que se pretendan alcanzar y lealtad a quien le ha dado la confianza, caso contrario, existe plena libertad de no aceptar un cargo que no se puede desempeñar.
En el caso de la actual secretaria, las cosas se pueden facilitar al contar con todo un equipode trabajo técnico-administrativo y de apoyo logístico, para desempeñar sus funciones, de administrar la prestación del servicio educativo nacional, con la finalidad de garantizar el derecho de la población una educación gratuita, laica con equidad y excelencia, “intercultural e integral, que tenga como eje principal el interés superior de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el nivel y modalidad que la requieren y en el lugar donde la demandan”.
De acuerdo a información presentada en la página http://www.gob.mx/sep/acciones-y-programas/organigrama-de-la-secretaria-de-educacionpublica?state=published, en la que se señala la estructura básica de la Secretaría de Educación Pública, al 03 de enero de 2021, se observa que la Jefatura de la Oficina de la Secretaría, cuenta con cinco coordinaciones: una de Relaciones Interinstitucionales; otra Técnica; de la Estrategia Institucional; de Servicios de Apoyo a la Gestión y una quinta denominada Técnica Administrativa. La primera de las coordinaciones mencionadas, está integrada por: la Coordinación Sectorial de Eventos y Giras, una Dirección de Giras, tres jefaturas de departamento relacionadas con la logística de eventos y giras, más una Subdirección de Audiencias. La Coordinación de la Estrategia Institucional, cuenta con una Jefatura de Departamento, la Coordinación Técnica Administrativa, cuenta con cuatro subdirecciones y cuatro jefaturas de departamento y aun cuando no se indica, si la titular de la SEP, cuenta con secretario particular, secretario privado, chofer y asesores, lo más seguro es que la apoyen trabajadores de la institución realizando estas labores, completando la estructura administrativa exclusivamente para auxiliar directamente a la secretaria en el desempeño de sus funciones.
También se auxilia de 3 subsecretarías, 3 unidades administrativas a nivel de subsecretarías, 4 coordinaciones generales, 2 o 3 oficinas de enlace, 31 direcciones generales, más varios órganos desconcentrados. Lo que quiere decir que no está sola la secretaria, simple y sencillamente, es cuestión de que asuma su liderazgo para hacer funcionar toda esa estructura administrativa y proporcionar a la población una educación de calidad. Recordemos que el jefe de una línea de producción, no requiere conocer todas las etapas del proceso, para producir con calidad y productividad, sólo basta que tenga habilidad para que coloque en cada una de las fases del proceso al trabajador indicado.
Pero, si los recursos no se utilizan racionalmente, difícilmente sucederán las cosas como se programaron. A la fecha, los asuntos en proceso, urgentes e importantes se han atendido parcialmente, en primer lugar, en el ciclo escolar 2022-2024, por causas que desconozco, en la mayoría de las escuelas públicas, no se dieron 190, días efectivos de clase como marcaba el calendario escolar. Se perdió tiempo y recursos presupuestales en implementar un programa para orientar a los alumnos de secundaria y de nivel medio superior inscritos en escuelas públicas y privadas, sobre las consecuencias que causan las drogas y adiciones al desarrollo integral de las personas y de las familias. Se perdió tiempo y recursos presupuestales en cambiar drásticamente el contenido de los programas de estudios para educación básica, sustituyendo las tradicionales materias por 6 fases de aprendizajes, que afortunadamente sólo tendrán vigencia el tiempo que falta para que finalice el sexenio.
Porque estoy seguro que el próximo secretario de Educación Pública, sea del color que sea, hará los cambios que sean necesarios, para retomar el camino y que las niñas y niños, al terminar su educación primaria (ahora las 5 primeras fases del aprendizaje), puedan como antes, leer y escribir correctamente, de acuerdo a las reglas gramaticales y ortográficas, pero sobre todo comprender cualquier tipo de texto que les ayude a su formación; conozcan los números naturales, sus propiedades y puedan hacer las operaciones correspondientes; entiendan el sistema métrico decimal; asimilen los conocimientos relacionado con la aritmética; la geometría plana y del espacio y estén listos para el álgebra, la geometría analítica y el cálculo diferencial e integral; comprendan los fenómenos naturales relativo a la materia y a la energía; tengan conocimiento sobre el origen de la vida y la función de los seres vivos en la naturaleza y como seres humanos, de donde vinimos a donde vamos y el compromiso que tenemos con nuestros antepasados
Algunos asuntos urgentes al parecer ya forman parte del archivo muerto de la Secretaria, como sucede con los rezagos y retrasos educativos que se generaron de marzo de 2020 a agosto de 2022, los cuales nunca fueron prioridad para las autoridades educativas ni siquiera como referencia en la historia de la educación en México. A estas alturas del sexenio ya nada se puede hacer, para recuperar un poco los aprendizajes perdidos durante año y medio, tiempo en que se sustituyeron las clases presenciales por las digitales o a distancia, cuando bien sabemos de las desigualdades sociales existentes y por ende la carencia de las herramientas digitales y hasta de un televisor en un grupo importante de la población, lo que impidió cualquier avance educativo, pero que al final de cuentas, las autoridades educativas acreditaron aprendizajes que nunca existieron.
Por otra parte, los asuntos importantes, se van rezagando conforme se acerca el final del sexenio, muchas de las instalaciones educativas robadas y vandalizadas durante la pandemia aún no se han reparado; los talleres y laboratorios en la mayoría de las escuelas públicas siguen sin actualizarse y además de que representan un riesgo para la integridad de los alumnos; algunas Universidades del Subsistema Benito Juárez García, no cuentan con instalaciones propias, trabajan en inmuebles prestados; en cuanto a los planes y programas de estudio en lugar de actualizarse y vincularse con la realidad política, económica y social se ajustaron a un proyecto político; los trabajadores de la educación siguen percibiendo salarios insuficientes para vivir dignamente y los pensionados y jubilados estamos destinados a morir en la pobreza.
Por si todo esto no fuera suficiente para preocuparnos por la educación de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, resulta, que la Secretaría de Educación Pública, por negligencia o ineptitud, descuidó una parte importante del proceso de enseñanza-aprendizaje, del ciclo escolar 2023-2024, al no haber mejorado los contenidos de los libros de texto gratuito para educación básica y haber autorizado que se imprimieran con una series de errores y omisiones, siendo que la Dirección General de Materiales Educativos, área responsable de hacerlo, cuenta con una estructura administrativa de 7 direcciones de área; 11 subdirecciones; 25 jefaturas de departamento y un área de enlace, exclusivamente para realizar dicha tarea, el no haberlo hecho con ética profesional, significa desprecio, indiferencia y apatía por los intereses de la población.
Ante esta realidad, lo recomendable es que se distribuyan los libros impresos correctamente y el resto se sustituya por los utilizados en el anterior ciclo escolar. Por supuesto, exigir la renuncia de los dos funcionarios directamente involucrados en esta anomalía.
