Alcalde da espaldarazo a funcionarias acusadas penalmente

“Tenemos que investigar si la violencia es un acoso o una exigencia de trabajo”, justificó Alfonso Martínez Alcázar

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Morelia, Mich.- El alcalde dio un espaldarazo a la conducta de funcionarias de la Secretaría de Cultura, tanto de la titular de la dependencia como de una directora y la secretaria técnica, quienes enfrentan denuncias penales por violencia de género, hostigamiento laboral e incluso privación ilegal de la libertad.

Abordado sobre las acusaciones de Mónica Georgina Sánchez Estrada, exjefa del Departamento de Orquestas Infantiles, el presidente municipal Alfonso Jesús Martínez Alcázar señaló que “quien no da resultados en nuestra administración, se va y punto, y no nos vamos a esperar, porque lo que la ciudadanía quiere son resultados, y si no dan resultados, pues se van a ir […] entiendo, éste es el caso”.

“Tenemos que investigar si la violencia es un acoso o una exigencia de trabajo, ahí es donde no se puede permitir la confusión”, declaró el alcalde, en un discurso que justificaría las presuntas violaciones a los derechos humanos de la extrabajadora, a pesar de que, contradictoriamente, dijo también reivindicar la postura de su gobierno de “cero violencia”.

“Aquí hacemos de todo, a mí me han visto haciendo de todo y no me quejo, no tengo horarios. El personal de confianza tiene que ponerse las pilas y ponerse a trabajar, ir a este ritmo. No podemos, el presidente y los secretarios, tener un ritmo y los demás estar muy relajados”, sin negar los dichos de la denunciante en torno a que nunca le levantaron un acta administrativa y que, incluso, la titular de la dependencia donde laboraba reconoció su desempeño en varios momentos.

Para rematar, el alcalde señaló que las acusaciones de la presunta víctima, quien manifestó haber tenido impactos psicoemocionales derivados del maltrato laboral presuntamente vivido, podrían tener un fin político detrás, un discurso semejante a aquel con el que, por ejemplo, ha explicado las solicitudes de transparencia que se hacen a su gobierno.

Cabe recordar que, según se publicó en este medio el día de ayer, Mónica Sánchez presentó una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado (FGE), una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y una demanda laboral ante el Ayuntamiento de Morelia, por violencia laboral y violaciones a sus derechos humanos.

En su relato, Sánchez Estrada dijo haber sido violentada por parte de su jefa directa, Marisa Barbosa Serrato, directora de Vinculación Musical, quien habría tenido tratos prepotentes, déspotas y discriminatorios en un inicio y, luego, la habría hostigado (mobbing)para que presentara su renuncia, un comportamiento del que la titular de la Secretaría de Cultura, Fátima Chávez Alcaraz, habría tenido conocimiento, ya que incluso le habría sugerido a la denunciante los “celos laborales” como una explicación plausible para tal conducta, debido a su buen desempeño profesional.

Cuando Chávez Alcaraz tuvo conocimiento de la queja ante la CEDH, tomó cartas en el asunto: citó a la presunta víctima en su oficina y le pidió que renunciara; ante la negativa, ocho días después fue citada a una reunión en el mismo sitio, donde esta vez Marisa, Elizabeth y dos mujeres que nunca se identificaron la habrían encerrado, privándola ilegalmente de la libertad, hasta que no firmara una renuncia ya sellada por la titular de la dependencia.

Sánchez Estrada mencionó también en su relato de los hechos, que la violencia laboral presuntamente vivida le habría conllevado daños a su salud física y psicoemocional.