Morelia, Michoacán.- La fortaleza que ha mostrado el peso mexicano en los últimos meses no es un factor determinante para sacar al país del estancamiento, la desigualdad y la pobreza, aseguró el profesor de posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Carlos Moreno Brid.
De acuerdo con un comunicado de la máxima casa de estudios del país, Moreno Brid señala que contar con un tipo de cambio fuerte ha generado importantes beneficios para diversos sectores de la economía; sin embargo, son más las repercusiones negativas que tiene para el progreso de la nación.
Moreno Brid apunta que quienes se dedican a la importación de productos y aquellos que trabajan con insumos del exterior son los más favorecidos por un peso fuerte, ya que compran a menor costo, pero quienes también resultan seriamente afectados son las familias que reciben remesas en dólares desde el extranjero, principalmente de Estados Unidos.
“Hace unos meses cuando la cotización de la moneda estadounidense estuvo en 22 pesos, si alguien recibía mil dólares, en total tenía 22 mil pesos; ahora que está a 17 pesos, entonces obtiene 17 mil pesos por esa misma cantidad”, ejemplificó el universitario.
“Contrario a lo que sucede en otros países como China, Japón o Alemania, en donde la fortaleza de sus monedas se dio porque empezaron a ser competitivos en la producción de manufacturas, bienes y servicios, con lo cual generan gran cantidad de empleos y multiplican el ingreso de divisas. En el caso mexicano, lamentablemente, la entrada de dólares no está asociada a mejorar la balanza comercial ni a la creación de empleos”, enfatizó.
El académico planteó la necesidad de realizar un ajuste en la política monetaria y fiscal del país en donde se dé prioridad a una nueva agenda de desarrollo, centrada en impulsar un crecimiento sostenido con distribución de la riqueza y sustentabilidad ambiental.
Finalmente sugirió fortalecer a la banca de desarrollo, la cual actualmente se encuentra prácticamente abandonada y sin los recursos, ni los instrumentos suficientes para apoyar, no únicamente los proyectos del sector privado, sino también para promover la inversión pública en más proyectos de desarrollo, a fin de producir empleos y fortalecer la estructura social y productiva.
