‘Casablanca’ abrirá, pese a irregularidades y cuestionamientos

La voluntad de habitantes y trabajadores de la zona fueron tomadas por igual durante el proceso para recabar la anuencia vecinal

Sin consenso con ciudadanos, apertura de giros rojos. Imagen del 21 de octubre del 2021, queja vecinal en una manta ubicada en la Colonia Chapultepec. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- El Ayuntamiento de Morelia aprobó el otorgamiento de la licencia de funcionamiento al Casablanca Kitchen & Cocktails, a pesar de las irregularidades y los cuestionamientos vecinales.

La decisión se tomó por unanimidad (14 votos) esta mañana en sesión ordinaria de Cabildo, cuando regidoras, regidores, síndica, secretario del Ayuntamiento y el alcalde, Alfonso Jesús Martínez Alcázar, decidieron que existen los requisitos legales para permitir que abra sus puertas un establecimiento que, de origen, abrió en marzo del presente año sin contar con permiso para tal efecto.

Además del Casablanca, otros cinco establecimientos recibieron este tipo de licencia; Minerva Bautista Gómez, regidora presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, Comercio y Trabajo, especificó en entrevista que no se trata de bares, sino de tiendas o taquerías.

Anuencia fue consultada a trabajadores de la zona, no a habitantes

Bautista Gómez declaró también que, habiendo hecho la Comisión a su cargo las diligencias correspondientes, se verificó que el 80 por ciento de los vecinos a 50 metros a la redonda dieron su anuencia a favor del establecimiento, por lo que la decisión de Cabildo se habría tomado conforme al reglamento municipal en la materia.

Los vecinos han cuestionado la regularidad de este procedimiento, objetando que sólo fueron consultados los trabajadores de la zona, quienes la evacúan cuando los locales cierran, a diferencia de los habitantes, quienes no habrían sido consultados, a pesar de que se quedan recibiendo los impactos del ruido en la noche.

Sin negar que la opinión de unos y otros fue tomada por igual, Bautista Gómez insistió en que el número de firmas a favor fue suficiente; avaló también la decisión, sosteniendo que la distinción que hacen los quejosos no se encuentra establecida en la norma municipal, por lo que sería arbitrario rechazar el otorgamiento de la licencia por estas razones.

La regidora negó también que el Cabildo del Ayuntamiento o el reglamento municipal juegen a favor de una tendencia de gentrificación que presione a los vecinos del Centro Histórico a abandonar sus viviendas, agregando que quienes han tomado esta decisión lo han hecho por otras razones.

Dos clausuras

Fue en marzo del presente cuando el Casablanca inició su funcionamiento sin permiso, situación ante la cual 38 vecinos se organizaron; a su queja agregaron “el no dejarnos dormir en la noche, el ruido, el orín de la gente que sale ahí borracha, los vómitos, los pleitos, el tráfico, los estacionamientos en rampas para personas con discapacidad”, según comentó en su momento Miguel Ángel Pedraza Cuevas, uno de los voceros.

La Dirección de Inspección y Vigilancia fue omisa, según el relato de los quejosos, por lo que hicieron llegar sus documentos por escrito a la oficina de Alfonso Martínez; fue hasta el 20 de mayo cuando el restaurante-bar fue clausurado por primera vez. No obstante, siguió en funcionamiento hasta el 12 de junio, cuando se volvió a cerrar, como permanece hasta ahora.

Fue entonces cuando los socios del bar convocaron a una rueda de prensa en la que dieron a conocer que ya había sido cubierta la multa por las irregularidades de origen y que habían retomado el trámite para obtener su licencia de funcionamiento, argumentando que el Casablanca es una fuente de empleo y contribuyente a la economía local, el mismo argumento que retomó en su momento Minerva Bautista.

La regidora llegó a decir que percibía una “cerrazón” por parte de los quejosos, arguyendo que el Centro Histórico está cambiando su dinámica habitacional-comercial y cuestionando que los vecinos no se organizaran en contra de otros bares que funcionan también con irregularidades.