Petro y AMLO rechazan guerra contra las drogas; piden a EU reducir el consumo

Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Colombia, Gustavo Petro. | Fotografía: Presidencia de Colombia

Bogotá, Colombia.- Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Colombia, Gustavo Petro, rechazaron este sábado la política de guerra contra las drogas que ha impulsado Estados Unidos desde hace más de medio siglo y pidieron a ese país y a Europa trabajar en el tratamiento de adicciones para reducir la demanda global de estupefacientes.

De acuerdo con información de Rafael Croda, reportero de Proceso, con diferentes énfasis, los dos mandatarios, que encabezaron en la suroccidental ciudad colombiana de Cali la sesión de clausura de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, deploraron la violencia que ha provocado en varios países de la región el enfoque punitivo y prohibicionista de la lucha contra los estupefacientes.

López Obrador, que hizo planteamientos más conservadores que Petro, dijo que Latinoamérica debe ayudar a Estados Unidos en su estrategia contra el fentanilo por las 100 mil muertes que causan las sobredosis de esa droga en ese país cada año, y afirmó que el narcotráfico, la violencia y las adicciones deben atacarse con inversión social y reforzando los valores familiares.

Como economista que es, Petro dijo que hay que observar el problema de las drogas como un mercado en el que hay oferta y demanda y en el que, si se reduce la demanda, se reduce el precio. En este caso, señaló, no aplica el principio de que, si aumenta el precio de las drogas se reduce la demanda. Y no aplica, explicó, porque a los adictos no les importa el precio, sino obtener el producto.

En cambio, si se cae la demanda, se cae el precio, y si esto ocurre “quizá ya nadie se enriquece y se acaba el narcotráfico”, dijo.

Señaló que Estados Unidos y Europa optaron por atacar la producción de droga, es decir, la oferta, e impusieron en América Latina una guerra que ha bañado de sangre a los países de la región y que ha corrompido a policías, generales, políticos, funcionarios, empresarios y “hasta presidentes”.