La ‘Historia de Bronce’ en México

Mural sobre la Independencia de México. | Fotografía: Wikimedia Commons

La historia refleja la identidad y la cultura de una nación, y México no es la excepción; aunque con la particularidad de que desde hace tiempo ha sido motivo de controversia la veracidad de ciertos eventos históricos, pues se debe admitir que en ocasiones ha sido evidente la intromisión de los gobiernos para manipular los hechos, o de plano relatar episodios inexistentes con tal de presentar una visión histórica que beneficie a la corriente política dominante en ese momento. Es aquí donde entra lo que se ha llamado Historia de Bronce.

La frase “Historia de Bronce” fue acuñada por el historiador mexicano Daniel Cosío Villegas que la utilizó para referirse a una interpretación de la historia de México que enfatiza aspectos patrióticos y heroicos mientras minimiza o ignora los aspectos menos favorables. En la “Historia de Bronce” los héroes son poco menos que perfectos, puros, impolutos y de nobles sentimientos, en contraparte los villanos son malos, perversos, sin nada rescatable y movidos por oscuras e inconfesables ambiciones. Concretamente en México esta mecánica se ha aplicado en múltiples episodios para glorificar ciertos episodios y líderes mientras se soslayan o incluso se omiten otros que pudieran manchar la reputación del “héroe”.

La “Historia de Bronce” en México tiene sus raíces en el período posterior a la independencia del país, cuando se buscaba consolidar una identidad nacional y establecer una narrativa cohesiva. En este proceso, se construyeron mitos y héroes nacionales, como Miguel Hidalgo, Morelos y Benito Juárez, cuyas contribuciones se exageran y sus defectos se minimizan o simplemente no se mencionan. En contrapartida están los villanos, personajes sin mérito alguno, malvados y poco menos que candidatos al infierno, los máximos exponentes de la maldad son Hernán Cortes y Agustín de Iturbide. También existen individuos que entrarían en una categoría intermedia, personajes con fuertes claroscuros, que por más maquillaje que se use siguen teniendo facetas impresentables, el más representativo seria Francisco Villa.

La falsificación histórica en las escuelas puede obedecer a varias razones. De entrada, inculcar un nacionalismo acrítico y disponer de una herramienta para promover una ideología o un sistema político particular. Al controlar la narrativa histórica, pueden influir en la percepción de la sociedad y por lo tanto perpetuar su poder.

La falsificación de datos históricos es una constante en regímenes dictatoriales, basta recordar a George Orwell quien advirtió sobre la manipulación de la historia en su distópica novela “1984”, donde un gobierno totalitario controla y modifica constantemente el pasado para consolidar su control sobre la población. Esta obra, lectura obligatoria para todo aquel que quiera entender el tema, sirve como un recordatorio de los peligros de la falsificación histórica y la importancia de preservar la memoria histórica.

Todos los regímenes autoritarios y las dictaduras manipulan su historia, pero hay ejemplos extremos, como lo es Corea del Norte; el régimen norcoreano ha alterado la historia para glorificar a sus líderes, como Kim Il-sung y Kim Jong-il, recurriendo a la invención de hazañas heroicas y a la más delirante fantasía, ahí está Kim Jong Il: el hombre que nunca defecó y que era capaz de hacer once hoyos de golf en un solo golpe. La historia verdadera, singularmente los abusos contra los derechos humanos, sencillamente se suprimen por sistema. Otro ejemplo lo tenemos en la extinta Unión Soviética: Durante el régimen soviético se llegó al extremo de reescribir la historia para enaltecer a líderes como Stalin y desaparecer a sus compañeros caídos en desgracia, incluso borrando su imagen en las fotos oficiales; nunca existieron. Por muchos años los horrores de la purga stalinista y otras atrocidades sencillamente se negaron. En nuestro continente tenemos el caso de Cuba, aquí el gobierno ha utilizado la historia para glorificar la Revolución Cubana y a Fidel Castro, mientras que ha silenciado y/o encarcelado las voces críticas.

¿Qué consecuencias tiene la falsificación de los datos históricos? En lo que respecta al sistema educativo de entrada distorsiona la percepción de la sociedad sobre su pasado y puede utilizarse como una herramienta de control político. En cuanto a los segmentos del país que más pierden con una historia patria falsa, generalmente son las minorías étnicas, los grupos marginados y las personas cuyas voces históricamente han sido silenciadas. Una historia patria falsa tiende a perpetuar desigualdades sociales y étnicas al ignorar o minimizar las contribuciones y las luchas de estos grupos.

Remedio a lo anterior: Primero, educación universal de calidad desde los primeros años; segundo, eliminar la Historia de bronce. Factibilidad: cero.