Morelia, Mich. – También a los integrantes del crimen organizado hay que evangelizarlos, señaló el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, al considerar que se puede “transformar su corazón” a favor de la paz.
En el marco del Día Internacional de la Paz, y al ser cuestionado sobre la situación que, priva en el estado, evitó responder si han sido rebasadas las instituciones por el crimen organizado, pero consideró que ellos también deben ser evangelizados.
“A ellos también hay que evangelizarlos, a ellos, también que transformar el corazón, es posible transformar a todo ser humano que se decide a unir su pensar, su sentir, actuar y su expresión de relación con el otro”, comentó.
Manifestó que es importante encontrar espacios donde existan esfuerzos significativos para trabajar por la paz, al mencionar que es parte del esfuerzo que se hace y se seguirá haciendo en Michoacán, un estado donde hay tanta violencia así como en muchas partes de México y el mundo, donde se ha planteado que la paz brota del “corazón de cada quien”.
Confió en que sean más los que “personalmente se comprometan a ser artesanos y constructores de paz”, para que cada quien, pueda asumir su propia responsabilidad y comprometerse a que el otro, también construya la paz.
Al evadir hablar sobre la situación que priva en el estado, dijo que todos conocemos la realidad que vive Michoacán, por lo que subrayó que más que seguir enfatizando la realidad “triste y lamentable”, es impulsar estas iniciativas por la construcción de la paz.
Sostuvo que, en este día de la paz, se está teniendo varias actividades en la ciudad, en el estado, empezando por tener la esperanza de la paz y que se siga realizando la evangelización para hacer posible la construcción de la paz.
Consideró que nunca será suficiente lo que se haga en pro de la paz, porque siempre habrá desafíos por delante, “la pregunta de lo suficiente, no será respondida, es más grande el desafío”, dijo al expresar que en Michoacán hay mucha gente comprometida por la paz, ojalá que el mensaje llegue a lo profundo del corazón y se vea que es posible construir la paz.
