La política no es el problema

Evento de Claudia Sheinbaum en Michoacán. | Agencia de Comunciación Gráfica

Hace algún tiempo, allá por el  año 1988, cuando por primera vez el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que por décadas había gobernado el país, enfrentaba a una real oposición representada por el Frente Democrático Nacional, en la disputa por la presidencia de la república, tuve la oportunidad de asistir a una clase de capacitación política, en la que el profesor nos explicó que la “la diferencia fundamental entre los candidatos radicaba  en el programa de gobierno considerado a implementar durante el posible mandato; es decir, en el modo  se administrarían las instituciones sociales, para lograr el desarrollo integral del país y mejorar la calidad de vida de la población.

Explicación que me ha hecho reflexionar sobre las verdaderas causas que han impedido que a la fecha no se haya logrado definir un proyecto de nación. Lo más preocupante es saber que pasan y pasan los años, gobiernos van gobiernos vienen y la calidad de vida de la población no mejora en forma proporcional al crecimiento y desarrollo económico nacional y aparte, sexenalmente se generan importantes déficits en la educación, la salud, la seguridad social, el combate a la corrupción la impunidad y la delincuencia.

Cada seis años los candidatos y candidatas a la presidencia de la república, juran y perjuran que la inseguridad, corrupción, impunidad, pasara a formar parte de la historia en el menor tiempo posible. También pregonan que todas las familias contaran con una vivienda digna mediante créditos del INFONAVIT o de FOVISSSTE, pagaderos en cómodos abonos durante 30 años; que ahora sí, se proporcionaran servicios de salud y educación, gratuitos, con equidad y de excelencia; que habrá lo suficientes empleos dignamente pagados y por lo tanto todas las familias podrán probar alimento tres veces al día y les alcanzará para el abono mensual de los plásticos  crediticios y hasta para salir de vacaciones los 12 días a los que tienen derecho por cada año trabajado, seguramente ahora le agregaran mantener los programas de bienestar y de becas escolares. Desgraciadamente, nada se escucha decir de pensiones y jubilaciones. 

Es difícil de entender, como ahora al igual que cada seis años, de pronto se les iluminó el pensamiento y aseguran tener la solución a los problemas nacionales. Así como la habilidad para integrar en una sola idea, las doctrinas ideológicas, los objetivos, las estrategias, las acciones y las prioridades nacionales, de los partidos políticos que las están postulando, cuando en la realidad son tan distantes estos conceptos partidistas, porque si no lo fueran se identificarían oficialmente con el mismo color, el mismo lema y nombre de una misma organización política.

Estas alianzas o mezcla de doctrinas ideológicas, programas y estatutos, sólo manifiestan una ambición desmedida por el poder de quienes temporalmente se han apoderado de estas organizaciones políticas y de paso cancelan el derecho de sus militantes de votar y ser votados en igualdad de oportunidades y equidad de género para un cargo de elección popular, postergando a largo plazo la tan anhelada democracia que seguimos esperando desde hace más de 90 años.

Quien gana pide un tiempo razonable para empezar a dar los resultados prometidos en campaña, quien pierde, cuestiona aciertos y desaciertos de la administración en turno y frecuentemente manifiesta saber hacer las cosas de mejor manera y reprocha a quienes no apoyaron su propuesta de gobierno, con la clásica expresión -¡se los dije¡ No me hicieron caso, nosotros sí sabemos resolver los problemas. Para la próxima ya saben por quién votar.

Al finalizar el presente sexenio, las personas nacidas entre 1998 y 2018, tendrán un rezago en su proceso educativo equivalente a dos ciclos escolares y las instalaciones educativas seguirán siendo inadecuadas, parte como consecuencia de la COVID-19, pero sobre todo debido a la ineptitud y negligencia de las autoridades educativas. El Sistema de salud, lejos de mejorar, prácticamente se encuentra colapsado, con una infraestructura médica insuficiente, en mal estado y sin suficientes medicamentos, esfumándose las esperanzas de obtener una atención similar a la de los países desarrollados. Sin salud y educación ningún pueblo del mundo puede alcanzar mejores niveles de desarrollo económico y social.

En materia de seguridad, en la mayoría de las veces, no solamente somos testigos de las cifras delictivas que periódicamente se publican en los medios de comunicación, sino que de alguna manera formamos parte de dichas cifras, al haber sido víctimas de la delincuencia en alguna de sus expresiones.

La corrupción en vez de combatirse se ha expandido por todas partes de las diferentes administraciones públicas, sin que a nadie le interese combatirla, por otra parte la impunidad seguirá prevaleciendo sobre la justicia, porque como dijera Ortega y Gasset: tanto los integrantes del gobierno, como los de la oposición, persiguen el mismo fin, alcanzar el poder político y económico, por eso se confrontan como si fueran familiares, se critican, se señalan, pero nunca con la intención de hacerse daño. Además, es difícil encontrar el valiente que tiren la primera piedra, pues, bien sabe que corre el riesgo que al rebote se impacte a sí mismo.

Esos principales rezagos, más las brutales desigualdades sociales provocan que anualmente se incremente el número de pobres y miserables, al parecer es tan grave el problema, que hasta se creó una institución social llamada, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), que tiene como objetivo Medir la pobreza y normar y coordinar la evaluación de las Política de Desarrollo Social y de las Políticas y Programas que ejecuten las dependencias públicas.

La verdad es que he llegado a pensar que en la mayoría de las veces, los candidatos o candidatas a la presidencia de la republica (a),no son el problema, tienen la experiencia, el conocimiento y la voluntad suficiente para desempeñarse en el cargo, el problema radica en algunos  colaboradores, que aparte de ser ineptos y corruptos, son políticos reciclados, que han hecho de la política una forma de vida, brincando de un cargo a otro en las diferentes administraciones públicas o en alguna representación  popular o bien representan los intereses de los dueños del dinero, quienes piensan que las desigualdades sociales se debe únicamente a las  ganas de superación de las personas.

A estas alturas es difícil cuentearse a los electores, pero, pase lo que pase, habrá quien gane, seguramente será quien demuestre capacidad de liderazgo, al estar bien informada; inspirar confianza; tener credibilidad; ser responsable; con habilidad para escuchar y respetar las diversidad de pensamientos; promover los talentos; con calidad  moral; ética profesional; vocación de servicio a los semejantes; habilidad de comunicación (sin vulgaridades o groserías)  y sobre todo predicar con el ejemplo. Asimismo, mostrar madures emocional, para asegurar que no tomará decisiones arrebatadas o contaminadas de emociones toxicas y sea una persona autónoma a nivel personal con capacidad para autorregularse y adaptarse a las circunstancias del momento en forma saludable.

Cuando se tiene madurez emocional, difícilmente se imitan actos similares a los que en su momento realizaron algunos políticos, con el propósito de llamar la atención de la opinión pública, como el inicio de una huelga de hambre por parte de Carlos Salinas de Gortari, en una humilde vivienda de Monterrey, N. L. o dormir en casas de algunas familias que fueron afectadas en su economía a consecuencia de la COVID-19, como lo hizo Ricardo Anaya.

A punto de cerrar la página, me llegó una información a medias, que con gusto les comparto. Me aseguran que un funcionario del Gobierno del Estado será el candidato de MORENA a la Presidencia Municipal de Morelia.